Cayo Canas Island

Los cubanos comenzamos a vivir la experiencia de 53 años de una gran farsa llamada Revolución, empresa que transitó vertiginosamente de ser un movimiento social democrático y plural, hacia la dictadura de un personaje, astuto, cruel y opresor.

La segunda década del siglo XXI se inicia para Cuba con un gran golpe de timón dado por el nuevo capitán, el cambio de rumbo intenta, mantener a flote una nave que zozobra irremediablemente. Después de tantos años de empecinamiento, ha quedado demostrado que, el experimento autoritario y dogmático dirigido por Fidel Castro resultó un rotundo fracaso y dejó a Cuba en el más absoluto desastre económico y social. Ahora, con toda urgencia, se hace necesario regresar a los caminos que una vez fueron rechazados y prohibidos por el personaje principal de esta tragedia. Su hermano, Raúl Castro, quizás mas práctico, pero con igual apego a “las mieles del poder”, ha trazado el nuevo rumbo para preservar, ante todo, la supervivencia del orden establecido, seguramente la llamada Revolución, sin los Castro, seria hoy muy diferente, pues aquella, la legitima, la popular, la del triunfo del 1° de Enero de 1959, desde sus inicios “se fue a bolina” como señalara Raúl Roa de la revolución de 1933.

El designado presidente, Castro II, pretende instaurar en Cuba una especie de despotismo ilustrado moderno, donde el viejo monarca y su sequito, que se continua reforzando y nutriendo con la promoción de nuevos generales, intentan introducir reformas que mejoren la maltrecha economía de la nación y las paupérrimas condiciones de vida del pueblo, pero sin poner en riesgo su autoridad.

Terminada la austera celebración del acontecimiento histórico que llevó al poder a los Castro, de inmediato se da paso al despido progresivo de medio millón de trabajadores, personas que, sin la preparación ni la orientación necesarias en la creación y administración de microempresas, son lanzados a una nueva experiencia de vida, reconociéndose que, constituyen apenas una tercera parte de los que deberán quedar sin empleo estatal.

En cuanto al ejercicio del poder, no está puesto a discusión, las instituciones oficiales y organizaciones de masa, léanse; Asamblea del Poder Popular, Partido Comunista, Unión de Jóvenes Comunistas , Central de Trabajadores, Comités de Defensa de la Revolución, Unión de Periodistas y otras, así como todos los medios de información y propaganda , se han puesto, como siempre, en función de la justificación la defensa de las medidas anunciadas, según repiten como les fue ordenado, son imprescindibles para salvar el socialismo, pero aclaremos, un socialismo profundamente inhumano y dictatorial , no un socialismo democrático.

Los que en Cuba, consideren y expresen de alguna forma, la necesidad de trasformaciones políticas que den al pueblo las libertades y los derechos necesarios para cambiar las obsoletas estructuras de gobierno y la hegemonía del grupo de poder, se convertirán de inmediato en enemigos del régimen y por tanto vivirán, como hasta hoy, lo hacen los pacíficos opositores; amenazados y reprimidos sin consideración alguna.

No es realmente necesario para la máxima dirigencia cubana , la celebración del anunciado congreso del partido, ni ninguna otra reunión para la aplicación de su nueva política económica, la orden esta dada, el camino esta trazado y no existen alternativas, estas supuestas tribunas se abren , como es habitual, para dar una imagen de masividad y participación en la toma de decisiones, pero nunca con el objetivo de abrir un debate libre y mucho menos para expresar opiniones o alternativas diferentes a las ya dictadas.

Los nuevos y viejos disidentes pacíficos no tendrán espacios para la expresión de sus ideas, continuarán siendo, silenciados, acusados, difamados, amenazados y reprimidos violentamente, los jóvenes blogueros continuarán su trabajo bajo amenazas y con las mismas dificultades que el régimen les impone, a los galardonados con premios internacionales por su lucha a favor de los derechos y las libertades, como Yoani Sánchez o Guillermo Fariñas no se les permitirá viajar para recibir sus distinciones, los proyectos de cambio pacifico como el presentado por Movimiento Cristiano Liberación continuarán considerándose, por el régimen, propaganda enemiga, Oscar Elías Biscet, Darsi Ferrer, los presos de conciencia que no aceptan el destierro y muchos otros seguirán siendo maltratados y privados de su libertad cuantas veces lo considere necesario el aparato represivo, todos los espacios se mantendrán cerrados a los que se consideren opositores , los partidos y las organizaciones civiles, no oficiales continuaran sin ser escuchadas en su reclamos de legalización.

Pero el inmenso y entrenado aparato de censura y represión política de la dictadura no se desmantelará, ni decrecerá al contrario, continuará desarrollándose, la policía esta reclamando mas efectivos y hace ofertas empleos, mientras comienza el análisis y los despidos en los Ministerios del Azúcar, Agricultura, Construcción, Salud Pública y Turismo.

En definitiva, el poder entregado a Raúl Castro, como el de su hermano, no fue ni será puesto jamás, al escrutinio de la voluntad popular y así pretenden que continúe siendo, sus mas allegados y futuros herederos.

Los que gobiernan en Cuba aspiran continuar transitando por el camino de las dictaduras, por eso la lucha y la denuncia, junto al reclamo de las verdaderas libertades y derechos no pueden detenerse en ningún terreno, tenemos que lograr hacer de nuestra patria una nación en que, todos los cubanos, sin distinción, sin presiones ni imposiciones, podamos debatir y decidir sobre que futuro deseamos.


Nelson Núñez Dorta.

Qro. México.