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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.
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viernes, 9 de marzo de 2007
CUBA: EL DILEMA Y FUTURO DEL PETRÓLEO
En el inicio del análisis del segundo posible escenario, sobre las reservas de petróleo y gas bajo un gobierno democrático, me hice varias preguntas y ahora voy a tratar de responderlas.
Parto para ello, de un principio sagrado para mí: esas reservas pertenecen al pueblo cubano y pudieran ser - quizá por primera vez en su turbulenta historia - la base de su real y definitiva independencia. Pero también pudieran convertirse en la plataforma de un torbellino de amenazas a su estabilidad como Estado y Nación.
La situación actual del pueblo cubano es una de las más desventajosas que existen en el mundo. La vulnerabilidad socio económica engloba a la mayoría de la sociedad: no tiene propiedad sobre nada. No tiene reservas de ningún tipo, sea en oro, plata, brillantes, joyas o en dinero cubano o extranjero. Viven el día a día, comiendo de las migajas que le da el Dictador de su miserable mano. En las provincias orientales, el Programa de Alimentos de Naciones Unidas (FAO) está alimentando a más de 1,7 millones de personas.
Y, si esta exclusión social y económica se analiza por segmentos poblacionales, son los negros los absolutos perdedores del castrismo. En la demografía de la miseria, son los niños, los ancianos y las mujeres los más de desgraciados. Estamos hablando de 3,9 millones de negros y mestizos; 3,653, 577 mujeres blancas y mas de 1 millón de niños entre 1-14 años, o sea, un 74,5 % del total de la población del país (Ver Censo de Cuba, 2002). La inmensa mayoría del pueblo cubano, sin considerar aún, a millones de blancos pobres. Salvo la Nomenclatura comunista, quizá unos 200 mil, el resto son los parias del socialismo.
¿Cómo devolver a la vida moderna a este conglomerado humano y ofrecerle todo el bienestar que se merecen? ¿Cómo hacerles participar de la riqueza descubierta? Esta es la tarea principal de un gobierno democrático, no para el futuro, sino para ahora mismo.
Creo que las formas más apropiadas de manejo de estás riquezas serían en manos del Estado cubano, a través de empresas mixtas y con un portafolio de inversiones extranjeras diversificado, que incluya a aquellos que acepten las regulaciones y leyes que establezca el Congreso de la nueva República, en función de los intereses de nuestro pueblo. Aquí pueden entrar Canadá, España, India, Noruega, Brasil, Estados Unidos, etc. y cualquier otro país que nos pueda ayudar en transferencias tecnlógicas y el equipamiento necesario para desarrollar las riquezas de Cuba, que no sólo son en el campo de la extracción de petróleo, sino en el desarrollo de una poderosa base mecánica para la producción de productos manufacturados en todos los sectores de la economía.
El uso inteligente de estos recursos financieros nos permitirían elaborar una estrategia de desarrollo y diversificación industrial en todos los frentes, capaces de eliminar las dependencias actuales de algunos productos y abrir una época de prosperidad, desconocida hasta ahora en nuestra querida Isla. Eso sera la clave para alcanzar niveles insospechados de bienestar para la sociedad cubana.
Por otra parte, el comunismo no sólo deja al pueblo de Cuba en la más absoluta depauperación. Según los manipulados datos del Censo 2002, el 75 % de las viviendas, se están cayendo. Hacen falta 40 mil millones en los próximos diez años para resolver ese problema. No se cuenta aquí el déficit de viviendas, que son del orden de cientos de miles. Hay en este momento, hasta tres generaciones viviendo en una vivienda, que carece de las más mínimas condiciones de habitabilidad.
El estado de las calles, carreteras, vías ferroviarias y zonas comunales, requeriría cientos de millones de dólares. La solución definitiva del transporte necesita unos 10, mill millones en los próximos tres años. Las reparaciones y equipamiento de escuelas y hospitales consumirán decenas de cientos de millones. La reforma, reorganización y equipamiento agrícola también necesitará otros miles de millones. Y así, para cada sector de la economía. Tengo un estimado total de unos 200,000 millones en los 15 primero años, para echar a andar a nuestro país.
Hay mucho que invertir en Cuba. Eso requiere una estrategia firme, regulaciones claras y un manejo definido y bajo estricto control, del gasto financiero en el futuro del país.
Sé de antemano, que no todos coinciden conmigo en estas consideraciones. Están en su derecho, pero la historia de mi país, su estudio durante más de 30 años, me ha llevado a esta conclusiones.
Un abrazo
Asdrúbal Caner Camejo
Parto para ello, de un principio sagrado para mí: esas reservas pertenecen al pueblo cubano y pudieran ser - quizá por primera vez en su turbulenta historia - la base de su real y definitiva independencia. Pero también pudieran convertirse en la plataforma de un torbellino de amenazas a su estabilidad como Estado y Nación.
La situación actual del pueblo cubano es una de las más desventajosas que existen en el mundo. La vulnerabilidad socio económica engloba a la mayoría de la sociedad: no tiene propiedad sobre nada. No tiene reservas de ningún tipo, sea en oro, plata, brillantes, joyas o en dinero cubano o extranjero. Viven el día a día, comiendo de las migajas que le da el Dictador de su miserable mano. En las provincias orientales, el Programa de Alimentos de Naciones Unidas (FAO) está alimentando a más de 1,7 millones de personas.
Y, si esta exclusión social y económica se analiza por segmentos poblacionales, son los negros los absolutos perdedores del castrismo. En la demografía de la miseria, son los niños, los ancianos y las mujeres los más de desgraciados. Estamos hablando de 3,9 millones de negros y mestizos; 3,653, 577 mujeres blancas y mas de 1 millón de niños entre 1-14 años, o sea, un 74,5 % del total de la población del país (Ver Censo de Cuba, 2002). La inmensa mayoría del pueblo cubano, sin considerar aún, a millones de blancos pobres. Salvo la Nomenclatura comunista, quizá unos 200 mil, el resto son los parias del socialismo.
¿Cómo devolver a la vida moderna a este conglomerado humano y ofrecerle todo el bienestar que se merecen? ¿Cómo hacerles participar de la riqueza descubierta? Esta es la tarea principal de un gobierno democrático, no para el futuro, sino para ahora mismo.
Creo que las formas más apropiadas de manejo de estás riquezas serían en manos del Estado cubano, a través de empresas mixtas y con un portafolio de inversiones extranjeras diversificado, que incluya a aquellos que acepten las regulaciones y leyes que establezca el Congreso de la nueva República, en función de los intereses de nuestro pueblo. Aquí pueden entrar Canadá, España, India, Noruega, Brasil, Estados Unidos, etc. y cualquier otro país que nos pueda ayudar en transferencias tecnlógicas y el equipamiento necesario para desarrollar las riquezas de Cuba, que no sólo son en el campo de la extracción de petróleo, sino en el desarrollo de una poderosa base mecánica para la producción de productos manufacturados en todos los sectores de la economía.
El uso inteligente de estos recursos financieros nos permitirían elaborar una estrategia de desarrollo y diversificación industrial en todos los frentes, capaces de eliminar las dependencias actuales de algunos productos y abrir una época de prosperidad, desconocida hasta ahora en nuestra querida Isla. Eso sera la clave para alcanzar niveles insospechados de bienestar para la sociedad cubana.
Por otra parte, el comunismo no sólo deja al pueblo de Cuba en la más absoluta depauperación. Según los manipulados datos del Censo 2002, el 75 % de las viviendas, se están cayendo. Hacen falta 40 mil millones en los próximos diez años para resolver ese problema. No se cuenta aquí el déficit de viviendas, que son del orden de cientos de miles. Hay en este momento, hasta tres generaciones viviendo en una vivienda, que carece de las más mínimas condiciones de habitabilidad.
El estado de las calles, carreteras, vías ferroviarias y zonas comunales, requeriría cientos de millones de dólares. La solución definitiva del transporte necesita unos 10, mill millones en los próximos tres años. Las reparaciones y equipamiento de escuelas y hospitales consumirán decenas de cientos de millones. La reforma, reorganización y equipamiento agrícola también necesitará otros miles de millones. Y así, para cada sector de la economía. Tengo un estimado total de unos 200,000 millones en los 15 primero años, para echar a andar a nuestro país.
Hay mucho que invertir en Cuba. Eso requiere una estrategia firme, regulaciones claras y un manejo definido y bajo estricto control, del gasto financiero en el futuro del país.
Sé de antemano, que no todos coinciden conmigo en estas consideraciones. Están en su derecho, pero la historia de mi país, su estudio durante más de 30 años, me ha llevado a esta conclusiones.
Un abrazo
Asdrúbal Caner Camejo
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