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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.

Asdrubal Caner

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Escritor y Poeta

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es temprano,siga leyendo

lunes, 29 de marzo de 2010

ELOGIO Y SALUDO PARA GUILLERMO FARIÑAS


En 1970, al entrar a la Universidad de Oriente a trabajar como Instructor no Graduado y a estudiar la carrera de economista, se me dio la tarea investigativa de estudiar TODOS los discursos de Fidel Castro hasta esa fecha, tarea que realicé durante unos dos o tres años y que, desde luego, no pude terminar por la abrumadora cantidad y el largo de esos discursos. Se trataba de ubicar el discurso o fragmentos del discurso en varias categorías o campos: economía, asuntos sociales, política, marxismo, política exterior, imperialismo, educación, salud, igualdad de la mujer y otras.

No me arrepiento de haber hecho esa investigación. Todo lo contrario, me alegro de haberme metido de a lleno en la psiquis de ese hombre. Porque detrás de esa separación de fragmentos, mi mente fue descubriendo otras cosas mucho más importantes que esas mojigatas separaciones. Aún no sabía que se convertiría en mi peor enemigo. Pero cuando eso ocurrió, yo estaba muy bien posicionado para conocer a fondo a ese enemigo. Y si quieres combatir a un enemigo, trata de conocer hasta el olor de su aliento y de que pata cojea.

Dos fueron las conclusiones que saqué de esa investigación. La primera fue la sistemática repetición de conceptos, ideas o de una posición política. Jamás, escúchese bien, jamás, el más mínimo cambio, la más mínima contradicción. La segunda se desprende de la primera: una metódica, taxonómica estructura doctrinaria, de una consecuencia sorprendente y sin resquicios.

Este tipo de postura conceptual inamovible, sólo podría ser resultado de una frenética y paciente elucubración mental durante años y años, que permitiera pensar y repensar, limpiar y desechar, todo aquello ajeno a esa posición doctrinaria, que no tendría en el futuro ni el más nanomínimo cambio. Esa postura es, de alguien totalmente loco o con un obsesivo y bien delimitado campo de objetivos. Fidel Castro de esta forma, construyó una trinchera y se metió en ella, con SU razón, la única válida, como un suicida forrado de explosivos, por los siglos por venir. Y dentro de esa, SU razón, los objetivos bien precisos y los caminos para lograrlo. No importa que mueran cientos o miles o millones. Ese no es el punto. El punto es lograr los objetivos de esa razón, con alas y garras de pájaro carroñero.

Por ello, su tarea de máxima prioridad al triunfo de su empeño guerrillero, fue blindar de armas y de acero esa trinchera, la trinchera de SU razón, de la cual ni Dios con sus doce apóstoles, ni el mismísimo Diablo y sus ayudantes podrían sacarlo. Él y sólo Él sabía adonde quería llegar. Por ello, como un despiadado y loco Saturno, blandió su espada y le voló la cabeza a cuantos no compartían su trinchera, con tan siquiera una nanocoma de diferencia, amigos y enemigos. Fusiló, desapareció y aplastó con un odio y una venganza descomunal, a todo aquel que le hizo algún daño desde que era un niño, encerrado en la escuela La Salle, de Santiago de Cuba o que se le opuso en algún tramo de SU camino.

Desde 1970 he estudiado su pensamiento, sus reacciones ante los retos y sus acciones y contragolpes, para mantenerse en esa trinchera armada y acerada, de suicida a punto de estallar, bajo cualquier circunstancia actual o por venir. Porque a Él, a Fidel Castro, tenga la edad y los achaques que tenga, no se le puede sacar de allí, incluso, ni después de muerto. Porque después de muerto, Él ya ha tomado las provisiones para dinamitar las cárceles llenas de presos políticos, los subsuelos llenos de fotos, películas y documentos de sus miles de asesinatos y, lanzar contra el Enemigo, a cientos de miles y miles de combatientes que le han seguido hasta ahora y que a Él, no le interesa un comino que mueran. Si mueren millones, Él y su Razón serán más grandes.

Ya lo demostró en la Crisis de Octubre de 1962, cuando le pidió a Nikita Kruschev que lanzara bombas atómicas contra los Estados Unidos, sin preveer que, de ese golpe, no sólo morirían norteamericanos, sino que desaparecerían casi 7 millones de cubanos.

Ese comportamiento se ajusta a lo que la medicina llama la psicopatía, que no es una enfermedad mental, sino un trastorno de la personalidad de un alto grado de peligrosidad criminal.

Tomo esta definición de un sitio de salud: “El psicópata considera a los demás como un medio para satisfacer sus necesidades, sólo siente aprecio por sí mismo, es egocéntrico, se cree el centro del mundo y manipula a los demás. La psicopatía hay que entenderla como una combinación entre predisposición biológica y factores sociales. Sabemos que su mente está afectada por experiencias vividas en su infancia o adolescencia. Infancia traumática, abandono, malos tratos, abusos, violaciones, rechazo, etc. Todo esto causa un efecto en la mente del psicópata y es lo que le motiva a vengarse con la sociedad de todo lo que le ocurrió”.

Estos conceptos son los únicos que pueden explicar la arrogante indiferencia, su extrema insensibilidad y la inamovible e incompasiva actitud de Fidel Castro, ante el asesinato de sus amigos u opositores, como el del General Ochoa o el reciente de Orlando Zapata Tamayo. Estoy totalmente seguro que le dijo a su hermano y a Furry “Dejen que se muera el negro de mierda ese… y dejen morir a los que vengan.” Y le ordenó a sus plumíferos verdugos del Granma, que dijeran que con él no valen chantajes ni platanitos fritos. Oigan esto, la huelga de hambre y la muerte de ese muchacho albañil y ex miembro de la juventud comunista, que pedía la liberación de los presos políticos, un chantaje. No hay palabras…

Alguien que fue de su entorno y de su entera confianza durante muchos años, escribió en un libro, refiriéndose a sus antiguos enemigos que aún se pudren en las cárceles: “Que una vez que levantas un arma contra Fidel Castro, no puedes rendirla, nunca” (Norberto Fuentes. Dulces Guerreros Cubanos Seix Barral. Octubre de 1999. Pág. 248.)

Lo que no sé si Fidel Castro, en sus largos años de construcción de SU trinchera de odio y, de la preparación de miles de hombres a quienes les construyó esa misma trinchera en la cabeza, podía preveer que, esos mismos hombres pusieran SUS propias razones en su nuevas y gandhianas trincheras y, fueran capaces de llevar una huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, de su propia muerte, en defensa de sus sólidas y pacíficas razones, como las huelgas de Zapata Tamayo y Guillermo Fariñas, uno, ex joven comunista y constructor y el otro, su propio guardaespaldas y combatiente internacionalista.

La muerte de Orlando Zapata Tamayo y la posible muerte de Guillermo Fariñas son los dolorosos primeros cañonazos, contra aquella arcaica y ya erosionada trinchera, donde un día, un peligrosísimo suicida y psicópata asesino, se refugió con un fusil de mirilla telescópica y sus bandoleras llenas de explosivos, para defender SU Razón, y no la razón de todos los hombres y mujeres de esa isla. Estas muertes sí son un punto de no retorno para la dictadura más antigua del mundo.

De lo que se trata ahora es de seguir esa lucha hasta las últimas consecuencias, sin miedo, con la cabeza bien alta y llena de orgullo, pero con la inteligencia y la astucia, que aquel asesino utilizó para tomar el poder. Y contra este hombre y sus verdugos, no hay nada más inteligente y astuto, que seguir el camino de Gandhi, el camino de las Damas de Blanco, con sus gladiolos y sus palomas. Y que cada huelga de hambre y cada muerte, sea un cañonazo contra la otrora invencible fortaleza y, un llamado al mundo a la solidaridad y el apoyo.

Ellos no saben qué hacer o cómo reaccionar frente a estos aguerridos combatientes, que llevan en sus manos gladiolos o marchan en protesta por las calles de la isla, desarmados, sin tan siquiera un tirapiedras, la paz como escudo y emblema y la verdad y la razón como banderas. Mientras tanto, hay millones de cubanos mirando por primera vez, con simpatía o asombro, a esos hombres y mujeres y, hay millones de personas en todo el mundo observando la Cuba Real, la real barbarie, las palizas, los golpes y la envilecida brutalidad del Dictador. Y esas voces se están oyendo y llevan un eco de ondas y ondas, que se van expandiendo. Junto a ello, hay cobardes que callan. Pero quien calla, otorga.

Ojalá que Guillermo Fariñas no muera. Ojalá que no sean necesarias más huelgas ni muertes. Ojalá que las personas razonables que aún existen en Cuba, levanten su voz ante esta silenciosa, cruel y dolorosa masacre. Ojalá que la juventud y todo el pueblo, se conmuevan ante tanta alevosía, y se unan a esas marchas de gladiolos y palomas.

Este es el comienzo del fin. Ya era hora. Porque trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.
jueves, 25 de marzo de 2010

¿IRREFLEXIÓN O RAQUITISMO DEL ALMA CUBANA?

Duele profundamente ver el comportamiento apático, la cobardía colectiva y la actitud irreflexiva de los cubanos. No importa donde vivan, si en Cuba o el extranjero.

Hace un mes y un día fue asesinado en La Habana Orlando Zapata Tamayo. Guillermo Fariñas aún grave, sigue su huelga de hambre “hasta la muerte”, como ha dicho, no por él, no por quedar como mártir o héroe, sino por la libertad de todos los cubanos. Las Damas de Blanco han terminado 7 días de protesta por los encarcelamientos de sus seres queridos, durante la Primavera Negra de 2003, bajo los golpes y los insultos, de unas hordas tan bestiales como las bestias que los dirigen.

A pesar de estos acontecimientos, que deberían motivar el alma, la compasión y la reflexión de los cubanos, a la lucha por nuestras libertades y por la desaparición de la dictadura militar totalitaria, que ha literalmente, arrasado a nuestro país, 200 mil cubanos en La Habana, se lanzan a bailar y a gozar, con un dúo de vulgares delincuentes raperos, que deberían ser expulsados de Estados Unidos, por su odio al país que les ha dado todo lo que tienen y les ha hecho todo lo que son.

Pero ahí no termina todo. Según informaciones de las autoridades turísticas de esa repugnante dictadura, 300 mil cubanos radicados en EE.UU., viajaron a Cuba en 2009 y, se espera que esa cifra suba durante el presente año.

El sabio cubano Fernando Ortiz señalaba cuan difícil le resultaba estudiar la demosicología del pueblo cubano y, escribió: “La apatía que caracteriza de manera genérica nuestra psicología, se muestra así mismo en nuestras manifestaciones mentales: somos intelectualmente perezosos… La irreflexión es, asimismo y por razones ya expuestas, característica cubana… No reflexionamos lo suficiente acerca de los hechos y de las cosas que nos atañen; no podemos, por tanto, establecer relaciones de causas a efecto entre los mismos.” (Ver: Fernando Ortiz: El Pueblo de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1997. Pág. 47)

Pero estas dos conductas, la de los cubanos en la isla y la de los cubanos en los EE.UU., no creo que sólo se puedan catalogar de apáticas e irreflexivas. Hay algo más profundo: en 50 años de terror nos han sembrado el miedo, y del miedo fuimos a la cobardía, de la cobardía a la fatalidad y de la fatalidad nos hemos quedado inmóviles en el sálvese el que pueda. Eso es raquitismo del alma.

Quizá también influya lo que Gustave LeBon llama “la masa heterogénea” y, las características de esa heterogeneidad en los latinos, cuando escribe: “Una masa latina, por más revolucionaria o conservadora que se la suponga, invariablemente apelará a la intervención del Estado para realizar sus demandas. Siempre se distingue por una marcada tendencia a la centralización y por inclinarse, de un modo más o menos pronunciado, a favor de una dictadura. Una masa inglesa o norteamericana, por el contrario, no pone ninguna carga sobre el Estado y apela tan sólo a la iniciativa privada. Estas diferencias de raza explican como es que hay casi tantas diferentes formas de socialismo y de democracia como naciones”. (Ver: Gustave LeBon. Psicología de las Masas. Capítulo I. Clasificación de las masas. Buenos Aires, 2004)

Quizá tenga razón. Quizá nos gusten las dictaduras, los hombres fuertes, los caudillos totalitarios y eso nos conduzca a esa condición individualista y a la indiferencia del sálvese el que pueda.

Erich Fromm en su libro “El Miedo a la Libertad”, analiza las características del masoquismo del individuo, y por ende de los grupos y las masas, al someterse a un hombre poderoso o una fuerza poderosa: “El masoquismo constituye uno de los caminos que a ello conducen. Las distintas formas asumidas por los impulsos masoquistas tienen un solo objetivo: librarse del yo individual, perderse; dicho con otras palabras: librarse de la pesada carga de la libertad. Este fin aparece claramente en aquellos impulsos masoquistas por medio de los cuales el individuo trata de someterse a una persona o a un poder que supone poseedor de fuerzas abrumadoras. Podemos agregar que la convicción referente a la fuerza superior de otra persona debe entenderse siempre en términos no absolutos sino -relativos. Puede fundarse ya sea en la fuerza real de otro individuo o bien en la convicción de la propia infinita impotencia e insignificancia… Volviendo ahora a la discusión relativa al carácter autoritario, el rasgo más importante que debe señalarse es el de la actitud hacia el poder. Para el carácter autoritario existen, por así decirlo, dos sexos: los poderosos y los que no lo son. Su amor, admiración y disposición para el sometimiento surgen automáticamente en presencia del poder, ya sea el de una persona o el de una institución. El poder lo fascina, no en tanto que defiende algún sistema determinado de valores, sino simplemente por lo que es, porque es poder. Del mismo modo que su "amor" se dirige de una manera automática hacia el poder, así las personas o instituciones que carecen de él son inmediatamente objeto de su desprecio.

La sola presencia de personas indefensas hace que en él surja el impulso de atacarlas, dominarlas y humillarlas.

Mientras otro tipo de carácter se sentiría espantado frente a la mera idea de atacar a un individuo indefenso, el carácter autoritario se siente tanto más impulsado a hacerlo, cuanto más débil es la otra persona. ” (Ver: Erich Fromm. El Miedo a la Libertad. Versión española de Gino Germani. Buenos Aires.)

Hay algo de razón en estas consideraciones, pero no se puede considerar el sometimiento absoluto al poder, ni la pérdida de la iniciativa individual. Tengo tres razones para pensar que ese no es el caso: la exitosa respuesta de los campesinos cubanos, el éxito del exilio en todas partes y el mercado negro de Cuba, mucho más eficiente que el mercado estatal. Pero… ¿es posible que seamos masoquistas, que tengamos fascinación por el dictador y que sintamos desprecio a los que no se someten?

Si es así… ¿qué puede interesar la muerte de un negro, o unas viejas vestidas de blanco, que marchan por las calles de La Habana?

Para esa juventud que fue a bailar o para los inmigrantes económicos que van a Cuba, hay lo que dice Kalil Gibrán, un déspota sádico y despótico sembrado en sus cabezas, que no le permiten valorar los principios, los valores humanos, la ética y la decencia que existe en la lucha contra el despiadado dictador. Hay sólo ese YO del sálvese el que pueda. La tarea más imperiosa e importante de ese pueblo, es sacarse a ese déspota de adentro. Y cuando digo al déspota, digo TODO lo que ese hombre sembró en sus conciencias y en sus conductas, en medio siglo de infamias. Cuando se arranque de raíz al déspota, nacerá el valor y morirá el miedo. Y volveremos a todo lo que fuimos, pero mucho mejor que entonces.

Es triste. Es decepcionante. Es una profunda herida en la conciencia y la decisión espartana, de los que luchamos contra viento y marea, contra el poder impune de la desvergüenza y el deshonor nacional.

Nos hiere y nos duele. Pero, nuestras son estas palabras del inmancillable Apóstol de nuestra Independencia:

“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en si el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a sus pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro”

Seguir la lucha hasta la muerte, como Orlando Zapata, Guillermo Fariñas y esas gloriosas mujeres, que marchan bajo los insultos de esa canalla desvergonzada, enarbolando sus gladiolos y todas las banderas del antaño orgullo y del decoro de nuestra querida patria.

No sabemos si falta poco o mucho. No sabemos si viviremos para ver el triunfo. Lo único que sabemos es que, nuestra causa es la más justa de las causas y, nosotros no tenemos nada que perder, sino nuestras cadenas.

Para esos que desconocen el valor, los principios, los valores de la decencia y el sagrado altar de nuestra Patria, es tiempo de la reflexión y de anteponer nuestro país por encima de nuestros propios intereses egoístas.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.

miércoles, 24 de marzo de 2010

RADIO BEMBA DESENMASCARA AL GOBIERNO CUBANO



El Gobierno cubano manipula, oculta y engaña al pueblo de Cuba, desde el mismo día de su toma del poder, hace 51 años.

Pero, en los últimos meses, su empeño en engañar y ocultar la información, ha sido descubierto por todo el país. Miren aquí las noticias del ocultamiento:

* Muertes de 29 pacientes del Hospital Psiquiátrico de La

Habana.

* El asesinato del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo.

* Escándalo de corrupción que involucra al general Rogelio

Acevedo, su mujer y sus hijos, por un robo de más de 14

millones de dólares, propiedades en Chile y su vinculación

con el mafioso chileno Marambio. No se dio ninguna

explicación de su destitución. Sólo se dijo que pasó –como

siempre- “se le asignarán otras tareas”.

* “Sustitución” del asesino Fiscal General de la República,

Juan Escalona ligado al entramado mafioso de Acevedo-

Marambio y, según se especula en La Habana, tanto Acevedo

como Escalona, planeaban una salida ilegal del país. La nota

desinformativa del gobierno, dice que es sustituido “por

problemas de salud

* Ninguna información sobre el Vicepresidente del Consejo de

Estado, miembro de Buró Político del Comité Central del PCC

y Ministro del Interior, Abelardo Colomé Ibarra, alias Furri,

que mató a su esposa o a su amante a balazos. Según se

comenta, un hijo de Furri estaba ligado a los negocios sucios

del trío Acevedo-Escalona-Marambio.

* No se ha dicho una palabra de los sesenta y ocho médicos

cubanos que han muerto en Venezuela, según un diario El

Nacional, de Caracas. El Gobierno de Chávez también le ha

ocultado esa noticia a la población venezolana. De acuerdo

con declaraciones de María Josefina Ferrer, del Observatorio

Venezolano de la Violencia, "Si se hace un mapa de riesgo,

estos médicos cubanos están en las zonas socioeconómicas

más vulnerables del país. Los asignan a los lugares en los

que hay mayor índice de criminalidad y no les proveen

vigilancia alguna" Ni los médicos cubanos que salen para

Venezuela, ni sus familias, saben nada de estos altísimos

riesgos de morir a manos del hampa. Por eso es que ahora

mismo, hay una acusación contra el Gobierno cubano, por

esclavitud, de varios médicos y enfermeras, que huyeron

para Estados Unidos.

* Las huelgas de hambre de Fariñas, Darsy Ferrer y otros, y el

intento de asesinato contra el preso político y de conciencia

Ariel Sigler Amaya

Lo que se ve claramente con este ocultamiento y engaño, es el desprecio de los Castro, su mafia y sus verdugos, al pueblo de nuestro país. No tienen un ápice de consideración por la opinión pública de Cuba. Para ellos, los cubanos son perros y no hay por qué tener ningún tipo de respeto.

Pero además de esto, demuestra los altísimos niveles de corrupción en las más altas esferas del poder y expone la vulnerabilidad y decadencia de una dictadura, en la que no creen ni sus propios altos cargos. Todos, todos esos altos capos de la mafia habanera, llevan años y años sacando millones de dólares, joyas, diamantes y creando empresas en el extranjero, para cuando llegue el minuto de la estampida final.

Si los generales Acevedo y Escalona y sus respectivas familias tienen 14 o más millones, así como fincas y empresas en el extranjero… ¿Cuánto no tendrán Fidel Castro, Raúl Castro y sus numerosas proles)

La respuesta de ese “Burro con Charreteras”, Raúl Castro, es la absoluta militarización del gobierno y de la sociedad cubana, como si se pudiera resolver todo el frenético caos del país, destituyendo generales y poniendo a otros generales.

A la hora de los mameyes, no habrá tanques, ni armas, ni generales para detener a un pueblo sediento de justicia y bienestar, después de medio siglo de abyectas mentiras y truculentos engaños. ¡Tendrán que volar la cerca con sus millones robados al pueblo que los llevó al poder!

Lo que no pudieron calcular ni pensar estos inveterados mentirosos, es que en Cuba, jamás se ha podido censurar a la radio más poderosa del país: Radio Bemba, que todo lo sabe y todo lo divulga con la velocidad del viento. ¡Y que ahora esa Radio Bemba cuenta con celulares, videos, USB, Internet jaqueada, Blogs, Twitter y YouTube! Y con unas mujeres y hombres con el valor y la osadía del Titán de Bronce!

Como dice el dicho: “Mas rápido se coge a un mentiroso, que a un cojo”. Y de verdad que ahora sí se coge a un mentiroso.

¡Mentirosos! ¡Infames Mentirosos!

¡Al final, todas sus historias, todos sus engaños y todas sus mentiras se sabrán!

Y nuestro día, el día de la verdad, ya viene llegando.

Un abrazo

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.
martes, 23 de marzo de 2010

CUBA: LECCIONES DEL LABERINTO Y EL MINOTAURO (IV PARTE Y FINAL)



5) El Líder, sus promesas, sus planes reales y ocultos y el resultado.

Me decidí por llamar a esta serie lecciones del laberinto y el minotauro, por inevitables asociaciones que tiene esa leyenda con la situación actual de Cuba. La realidad de Cuba es que, Fidel Castro ha construido un verdadero laberinto. Hay tantos problemas, que no se sabe por dónde empezar y cómo salir de la actual situación. Por mucho que se piense en una salida, realmente no se ve en el actual horizonte. Y allí esta ese poderosísimo Minotauro llamado Fidel Castro, armado hasta los dientes, que no acepta ninguna solución pacífica para salir de ese terrible laberinto, que ya tiene 51 años. Pero además, la realidad de la isla es tan difícil, que no se sabe por donde comenzar ahora ni en el futuro, y cuales serían los medios a nuestra disposición.

La lucha guerrillera y la toma del poder por Fidel Castro, fue un hecho muy fácil y muy rápido, si se compara con lo que pasó en Nicaragua, que tardó 17 años (1962–1979); lo que pasa en Colombia, con cerca de 50 años de intentos o lo que pasó en Perú, Guatemala, El Salvador, Venezuela, Bolivia, donde los guerrilleros jamás llegaron al poder, para felicidad de sus pueblos. En sólo 2 años y 28 días, la guerrilla castrista llegó al gobierno. Durante ese periodo de lucha de los Mau Mau –como se conocía a los rebeldes – Fidel Castro tiró una ráfaga de ametralladora contra el cuartel de La Plata y un disparo contra un joven militar, cuando la ofensiva del Ejército contra las posiciones de la guerrilla. Fueron los únicos disparos que tiraría en toda su “heroica” historia en la Sierra Maestra.

En Playa Girón, cuando todo había terminado, tiró un cañonazo contra un barco que ya había sido puesto fuera de combate. Pero salió en la “foto” que recorrió el mundo: Fidel Castro desmontándose de un tanque. Mandaría a miles de personas a luchar en “sus guerras”, pero jamás participaría en ninguna de ellas. Ahí están los nombres: Argelia, Congo, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Perú, Dominicana, Nicaragua, Vietnam, Angola y Etiopía. Por él murieron miles de oficiales y soldados, y decenas de miles fueron heridos y hoy se encuentran mutilados y en la miseria, sin ninguna atención por parte del “líder” que los mandó al matadero.

En los anteriores artículos de esta serie, he expuesto las razones de esa captura del poder en tan poco tiempo.

La mayoría de los jefes guerrilleros y los propios guerrilleros que llegan al poder con Fidel Castro, son campesinos analfabetos o semi analfabetos, salvo excepciones y, por consiguiente, no tienen la menor idea de a dónde se dirige su líder. Tampoco los sectores del pueblo que le apoyaron, conocen el futuro. Pero… ¿conoce acaso el líder hacia dónde va? La historia de estos 50 años, ha demostrado con toda crueldad, que él no tenía ni la menor idea de a dónde marchaba. Lo único que él sabía, es que quiere implantar un sistema, mezcla de fascismo y comunismo, que le permita mantener el poder por los siglos de los siglos. Y sí sabe, porque se lo mandó a decir en un mensaje a Celia Sánchez, que para lograr eso, tiene que botar a los americanos y a los cubanos ricos. Lo que pase después, él no lo sabe. Tratará durante muchos años de ir inventando lo que se le ocurra, al fin y al cabo, el es el dueño absoluto de todo, desde la más vieja o nueva maquinaria, hasta el último hombre, mujer, joven o niño de su país.

Lo que sí sabía también, era que tenía que aplicar a fondo la oratoria que aprendió con los jesuitas, y sacar su arsenal de promesas y mentiras para los pobres, para tener éxito en su cometido.

Él sabía que el apoyo de la sociedad cubana era para reestablecer la democracia y sus instituciones, la Constitución de 1940, al mismo tiempo que se trabajaba por mejorar las condiciones de vida de cerca de un millón de cubanos, sobre todo obreros agrícolas y campesinos sin tierras.

Él sabía que ese pueblo era anticomunista y que no apoyaría esos planes de instalar el comunismo en nuestro país. Por eso, se aplicó a fondo con su disciplina jesuita y su mochila llena de promesas y mentiras, para transformar a ese pueblo. Y lo logró, al menos con la mayoría de la población, que no sabía en realidad las abominaciones del camino, ni cuan larga sería esa marcha.

Al menos, la primera parte de su gran sueño – ser famoso y poderoso – ya lo había alcanzado, aunque pronto se daría cuenta, que esa islita le quedaba chiquita. Tenía que escribir una página en la historia del mundo. Esa era la segunda parte de su obsesivo-compulsivo sueño. Ya después, aunque todo se desmoronara, nadie podía sacarlo de esas dos páginas.

Y comenzó por la Reforma Agraria, para ganarse totalmente a la masa campesina y, de paso, quitarle el poder a los yankees y a los burgueses nacionales.

El 8 de junio de 1959 dice una de sus grandes mentiras, en una conferencia con un grupo de abogados, para hablar de la reforma agraria, que ya se había implantado:

“Cuando se hace una ley revolucionaria y justa donde el Estado empieza por dar sus tierras a los propios campesinos, donde el Estado, prácticamente, se queda sin tierras – si se exceptúan las destinadas a la reserva forestal o algunas otras con fines de beneficio nacional –, si se hace una Ley Agraria para recobrar incluso muchas de las tierras que le robaron al Estado, si se hace una Ley Agraria también para recuperar las mejores tierras de la nación en manos extranjeras…

(Encuentro con abogados el 8 de junio de 1959. Periódico Revolución)

Resultado de la Reforma Agraria, el Estado cubano se queda con el 67% de las tierras y, con la segunda Reforma Agraria, llega al 80%. Para los campesinos privados quedará un 15% y un 5% para las Cooperativas Campesinas. Hasta hoy, Fidel Castro tiene el 80% de todas las tierras del país.

¿Cómo justificó que el Estado se quedara con las tierras? He aquí su respuesta:

“Había quienes decían: “Pues es muy fácil: repartir toda la tierra.” Incluso hasta aquel momento el concepto más generalizado en el país de cómo hacer una reforma agraria era el concepto de repartir toda la tierra.

Y realmente, hoy vemos con toda claridad que aquella idea era una idea que habría correspondido perfectamente dentro de una sociedad capitalista. Porque en aquella sociedad capitalista era imposible desde todo punto de vista hacer con la tierra, desde el punto de vista técnico y productivo, lo que se puede hacer cuando se emplean con ese fin todos los recursos de la nación. Habría sido además, inicialmente, la más fácil de todas las reformas agrarias: tantos miles de caballerías, tantos campesinos u obreros agrícolas que están sin tierra. ¿A cómo se reparte? ¿A una caballería? No alcanza… Hoy vemos con toda claridad que esta fue la política más correcta que pudo hacerse”. (Discurso Clausura del III Congreso de la ANAP. 18 de mayo de 1967. Este discurso lo recomiendo encarecidamente, para que los lectores vean las elucubraciones mentales, los sueños absurdos y las promesas sin fundamentos de este inveterado utopista).

Él sabía que la distribución que se aprueba en 1959, no era de una caballería, puesto que se iban a dejar 30 caballerías a los dueños. ¿Cómo entonces darles una caballería a los campesinos?

Creo un sistema de miles de empresas agrícolas, cuyas formas organizativas van a ir cambiando de forma incoherente, en el transcurso de los años, hasta llegar a 1994 con las UBPC, (cuyas letras para los campesinos querían decir “La Última Bala Para el Comandante”).

Con una dirección vertical llena de burócratas, que poco conocían de la realidad del manejo agrícola, destrozaron la producción agropecuaria, la producción azucarera y casi toda la producción industrial y los servicios.

Lo que ha demostrado el Estado como dueño de la tierra, ha sido uno de los grandes desastres de la otrora floreciente economía cubana. Durante 50 años, con la ayuda de los subsidios de la ex URSS, con sus políticas equivocadas, provocó la salinización de un millón de hectáreas, deforestando, erosionando, compactando y perdiendo la fertilidad de su suelo. El 50% de las tierras estatales están llenas de marabú. El resultado ha sido un gran éxodo rural, quedando solo el 20% de la población en el campo.

Para el año 2009, según Oscar Espinosa Chepe, “Los porcentajes que brinda la ONE reflejan que los agricultores individuales hasta el cierre de agosto produjeron el 46,6% de las viandas, el 59,3% de las hortalizas, de las cuales el 68,0% del tomate, 87,5% del ajo, 82,0% de la cebolla, 61,8% del pimiento, 55,7% del pepino y así sucesivamente. Cosecharon el 47,8% del arroz, 88,2% del maíz, frijol 71,8%, el 77,5% del tabaco - prácticamente cerca del 100,0% de las hojas de mayor calidad- y el 51,2% del cacao.

En lo que respecta a la ganadería, produjeron el 59,0% de la leche. Al mismo tiempo en sus reducidas extensiones de tierra tienen la mayor existencia del ganado del país, de la siguiente forma: vacuno 53,2%, porcino 52,6%, cunícola 65,5%, ovino 71,5% y caprino 83,6”. (Ver: Oscar Espinosa Chepe. “Los volúmenes de la producción agropecuaria decrecen” 2009-10-26)

¡Y sólo tienen entre un 15-20% de las tierras, incluyendo a las cooperativas!

Durante 1960, por la Ley 851, se autoriza la nacionalización de todas las propiedades norteamericanas en Cuba: centrales azucareros, refinerías, compañía de electricidad, teléfonos, bancos, etc. Por la Ley 890 del 13 de octubre de 1960, se nacionalizan 383 grandes empresas y 105 centrales azucareros, propiedad de empresarios cubanos y, por la Ley 891, se nacionaliza la Banca nacional.

Veamos qué ha pasado con la telefonía en Cuba. La primera conversación telefónica en castellano se realiza en La Habana, en octubre de 1877, apenas 7 meses después de que Alexander Graham Bell recibiera la patente de su teléfono, y el primer servicio telefónico fue inaugurado en la Habana el 6 de marzo de 1882. Las compañías de EE.UU. tomaron a Cuba como un importante lugar de ensayo de sus tecnologías y ya a fines de 1953, la cifra de teléfonos instalados era de 140,000, 464 los circuitos de larga distancia nacional entre poblaciones, y 39 los circuitos de larga distancia internacional entre Cuba y el mundo. Ya para 1958, Cuba ocupaba el 3er. lugar por el número de habitantes con teléfono, con 28 habitantes por teléfono, superada solo por Argentina con 17 y Uruguay con 25.

Según un reporte de la Agencia EFE del 11 de marzo de 2004, “El último balance presentado por el Ministerio de Informática Y Comunicaciones, hoy en día hay en Cuba 6,37 teléfonos (fijos) por cada 100 habitantes y el objetivo sería conseguir a medio plazo que este ratio subiera hasta 20 en La Habana y 14 en el resto del país.”

Espinosa Chepe escribe, en 2006: “De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) confeccionado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Cuba se encuentra entre los últimos lugares del mundo en cuanto al acceso de sus ciudadanos a Internet y la telefonía móvil; muy por detrás de naciones tan pobres y subdesarrolladas como Mongolia, Viet Nam, Namibia, Swazilandia, Haití y otras muchas”. (Ver: Oscar Espinosa Chepe: Cuba: Situación Actual y Perspectivas para el Futuro. Disidente Universal. org)

Desde 2008, la situación ha cambiado algo en telefonía celular y ahora hay más de 300,000 móviles en manos de la población, aunque es una cifra ridícula para los más de 11 millones de habitantes. Y los precios de este servicio, pueden ser los más caros del mundo.

Observen lo que dijo F. Castro en Camaguey sobre la libertad de prensa y las libertades en general en Cuba, el 4 de enero de 1959: “Libertad de prensa hay ahora, porque sabe todo el mundo que mientras quede un revolucionario en pie habrá libertad de prensa en Cuba (APLAUSOS). Quien dice libertad de prensa, dice libertad de reunión; quien dice libertad de reunión, dice libertad de elegir sus propios gobernantes libremente (APLAUSOS). Cuando se habla del derecho de elegir libremente, no se refiere solo al presidente o a los demás funcionarios, sino también a los dirigentes; el derecho de los trabajadores a elegir sus propios dirigentes (APLAUSOS). Cuando se habla de un derecho después de la Revolución triunfante, se habla de todos los derechos; derechos que son derechos porque no se pueden arrebatar, porque el pueblo los tiene asegurados de antemano”.

Y miren lo que hizo: El 13 de mayo de 1960, toman el Diario de la Marina y comienza el proceso de desaparición de la prensa independiente, así como la radio, los circuitos de cine y la televisión. En Cuba en la actualidad hay 3 periódicos, el Granma, del PCC, el Juventud Rebelde, de la UJC y el Trabajadores, de la CTC, todos dirigidos por el CC del PCC.

El 4 de diciembre de 1962, se nacionalizan todas las peleterías, tiendas de ropa y ferreterías.

En tres años, Fidel Castro tuvo en sus manos casi todas las tierras, toda la industria, parte del comercio, el transporte, las comunicaciones, la prensa radial, escrita, televisiva y el cine, y

todas las escuelas, institutos, escuelas de comercio y las universidades. En 1968, con la Ofensiva Revolucionaria, acabaría con todo lo que quedaba de propiedad e iniciativa privada en el país, incluyendo a los pequeños timbiriches que vendían bocaditos de puerco en las calles de las ciudades.

Tiene también a todo el pueblo enjaulado en los CDR, a los trabajadores en la CTC, a las mujeres en la FMC, a los campesinos en la ANAP, a los jóvenes universitarios en la FEU, a los adolescentes en la UES, a los niños en la UPC. Junto a estas organizaciones, ha ido creando desde 1960, a las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), que será la base del PURS y del Partido Comunista de Cuba, y a la Unión de Jóvenes Comunistas. Y para finalizar, a las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR), brazo para-militar al servicio del Estado.

Todo está atado y bien atado. De ahora en lo adelante, podrá hacer lo que él quiera, porque todo el mundo lo seguirá y, el que no quiera, será obligado a seguirlo o tendrá sus tres preferidas tazas de caldo: el exilio, la cárcel o la muerte.

Han sido tres años en que la sociedad cubana vivió en un remolino, en una espiral de acontecimientos y, ya ni ella misma se reconoce.

Citar todas las mentiras que este hombre le dijo al pueblo de Cuba, es casi imposible en este trabajo. Además de la que hemos visto, miren esta joya de la perversidad:

“…Quiero aclarar aquí que yo no soy comunista, porque estoy seguro que lo primero que van a querer decir después de esta campaña es que nosotros somos comunistas. Mi ideología política es bien clara. Nosotros antes que nada sentimos los intereses de nuestra Patria y de nuestra América, que es también una patria grande. …establecer regímenes de independencia social dentro del más amplio cuadro de libertades humanas, por encima de todo.”

Lo dijo también en su visita a los EE.UU: “I am not a communist and neither is the revolutionary movement”.

El 8 de mayo de 1959 decía en una comparecencia: "¿Es que alguien pueda pensar que encubrimos obscuros designios? ¿Es que acaso pudiera alguien afirmar que hemos mentido alguna vez al pueblo? ¿Es que acaso pudiera alguien pensar que somos hipócritas? ¿Entonces, cuando decimos que nuestra revolución no es comunista, por qué ese empeño en acusar a nuestra revolución de lo que no es? Si nuestras ideas fuesen comunistas lo diríamos aquí"

Como ya vimos en esta serie, era comunista desde sus tiempos de estudiante en la Universidad de la Habana.

El 18 de abril de 1961, después de Playa Girón, por fin lo dijo: “Soy marxista-leninista, y lo seré hasta el ultimo día de mi vida”

En una entrevista Ante la Prensa:

Periodista: ¿Y cuál será la totalidad de esas ejecuciones?

“En ningún caso el número de criminales creo que pase de 400 los sancionados a la pena capital.”

Los Archivos de Cuba, tienen registrado hasta ahora cerca de 4 mil asesinados en los primeros años.

”…habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra nuestro y nos critican” –Fidel, 1° de Enero, 1959 en Santiago de Cuba.

Por las cárceles cubanas han pasado decenas de miles de presos políticos, buscando las “libertades” que F. Castro prometió. F. Castro reconoció en una ocasión en los años 70, que tenía 70 mil en las cárceles. En los años 60, era el triple de esa cantidad.

Este hombre prometió en un discurso en La Habana en 1962 “En diez años tendremos un nivel de vida superior al de los Estados Unidos”. En 1958, los sueldos en Cuba colocaban al país en el octavo lugar en el mundo. Ahora, los trabajadores cubanos son los peor pagados no sólo en América, sino en el mundo, si se exceptúa al África.

En otra ocasión dijo que produciríamos más leche y queso que Holanda. Hoy, los niños cubanos no tienen leche fresca, se les entrega leche en polvo importada de otros países y, se les da hasta los 7 años.

En la clausura del III Congreso de la ANAP, el 18 de mayo de 1967, dijo: “¿Faltará el café en las montañas? No, no; el café será un subproducto de los bosques en las montañas. El bosque será lo principal. Nosotros aspiramos que llegue el día en que le podamos llevar al campesino que esté allí en las montañas —y ese día no está lejano— todo lo que necesita, hasta la vianda; decirle: Usted no se ponga a sembrar plátano ahí en esa falda de esa loma, le vamos a llevar el plátano todos los días allí, las tiendas van a estar abastecidas de las viandas, todos los granos, todo lo que necesiten; usted es productor de café y, además, de maderas preciosas, usted cuida sus árboles… Llegará el día en que no se verá un bohío miserable en nuestro país… Algún día todos nuestros campos estarán electrificados, algún día todos nuestros campos estarán llenos de pueblos, donde tendrán agua corriente, electricidad, cocina de gas; en que los muchachos no tendrán que caminar dos kilómetros, irán a la escuela desde por la mañana, y allí tendrán el desayuno, el almuerzo, la comida; se pasarán el día en la escuela, regresarán a la casa por la noche; la batea se acabará; la cargadera de agua se acabará (APLAUSOS); la velita y el farol se acabarán; la vida de los niños será mil veces mejor; la vida de las mujeres será incomparablemente mejor… El camino para resolver ese problema se lo voy a explicar, es sencillo, es fácil. Llegará el día en que ese individuo salga corriendo cuando pase el carro de la leche diciendo: “Oye, no me dejes la leche aquí.” ¿Saben por qué? Les voy a decir por qué. Llegará el día en que las frutas, los vegetales, hasta la leche se distribuirá gratuitamente a todo el pueblo (APLAUSOS)”.

Promesas, promesas y promesas. En 51 años de promesas, el país, su agricultura, su ganadería, su industria azucarera y sus sectores industriales y de servicios, han prácticamente desaparecido. El azúcar, el café, el pollo, los vegetales, la leche, o sea casi toda la alimentación se importa con una erogación de cientos de millones de dólares, casi todo comprado en los almacenes de su vecino imperialista que los bloquea y, al que han combatido por medio siglo, para nada.

Voy a parafrasear al Almirante de Todos los Mares y Oceanos: Fidel Castro es la estafa más grande, que ojos cubanos han visto jamás.

Ahí está el laberinto, cayéndose a pedazos y el viejo Minotauro casi muriéndose, pero no deja a nadie intentar una salida.

Un abrazo

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.
viernes, 19 de marzo de 2010

CUBA: LECCIONES DEL LABERINTO Y EL MINOTAURO (PARTE III)


4) El comunismo, el Líder, la población y el triunfo.

“Sucio Judío!, ¡Bicho”, “El Loco”, “El Caballo”, “Bola de Churre”. Todos esos nombretes se lo pusieron en la escuela LaSalle, en la escuela Dolores de Belén, ambas en Santiago de Cuba, y en la Universidad de la Habana.

Siendo casado y con dos hijos, Ángel Castro engañó a su mujer y se acostó con una adolescente de 14 años, que era la criada de la casa, con la cual tuvo varios hijos. Cuando la esposa descubrió todo, presentó la demanda de divorcio y la mitad de los bienes. Ángel era un gallego, con historial delictivo desde España. En Cuba, había logrado tener unas 10 mil hectáreas de tierra, a través del robo, de no pagarle a los haitianos que trabajan en su finca y, de matar algunos que se reviraron contra él.

Era tacaño, despiadado y miserable y no quería dividir su finca. Mientras no se resolviera la querella judicial, sus tres hijos ilegales, no podrían adquirir su apellido, ser reconocidos por la sociedad y ser bautizados en la iglesia.

Fidel pudo entrar a LaSalle, por la ayuda de un amigo de su padre, Fidel Pino Santos, político y hombre de dinero, de origen canario. Arrastraba un problema desde que nació, que les complicó su niñez y adolescencia: era hijo ilegal y bastardo.

En La Salle estuvo hasta que los frailes no pudieron aguantar más a ese camorrero, sucio judío y fajón, que tenía problemas con todos los muchachos. Pero siguió, otra vez por Pino Santos, que le resolvió un bautizo casi ficticio. En la hoja de bautizo aparecía como Fidel Hippolyte, apellido de su padrino haitiano, Cónsul de Haití en Santiago y amigo de Fidel Pino Santos.

Los frailes mandaron un nuevo mensaje: no podemos mantenerlo más. Se había fajado y mordido a un sacerdote.

Le dijeron al Cónsul, que viniera a recoger a aquella bestia salvaje.

Lo mandaron para Birán y el padre le dijo que se quedara en la finca a trabajar. Cogió un caballo y se tiró a todo galope para el monte, llorando con una rabia y una furia incontenible. Cuando regreso, le gritó como un loco a su padre, que si no lo mandaba a la escuela, iba a quemar la casa. Ángel se aconsejó porque sabía que ese loco salvaje era capaz de cualquier cosa. Lo mandaron a Santiago nuevamente, con una maestra que le cambiaría su vida. Se enfermó y recuperado, lo enviaron a la Escuela Dolores de Belén. Y se volcó a estudiar sus asignaturas religiosas de manera obsesiva, con una férrea voluntad y un excelente comportamiento.

En 1940 su padre pudo resolver su situación judicial. Le pagó a su ex esposa 10 mil dólares. Fidel tenía 14 años. Lo inscribieron y bautizaron con el nombre de Fidel Alejandro Castro Ruz. Con todo ya resuelto, ya podía ir para el Colegio jesuita de Belén de La Habana, una institución de la crema del país.

Tuvo suerte de encontrar a un novicio, celador del Colegio, Armando Llorente, que lo ayudó a encaminar su vida y sus estudios en su nueva casa.

Llorente lo veía como poseído por algo grande y, “estaba dispuesto a cualquier locura o bajeza, con tal de “salir en la foto”. Por su ambición tan brutal, el padre jesuita sentía que ese niño tenía una profunda y oscura herida. Era un caso clínico.

En la Cuba religiosa y conservadora de esos años, había sido un “bastardo”, un sucio judío, un bicho, un matón.

En ese Colegio, también tuvo problemas. Los jóvenes le llamaban El Loco. Pero Llorente le perdonaba todo y lo seguía ayudando. En ese Colegio, se encontró con Rafael Díaz Balart, hijo del Alcalde de Banes, y se hicieron amigos. Por él conocería a Mirta, su hermana y entre ellos surgió una corriente de simpatía.

En 1945, a la edad de 19 años, pudo entrar a la Universidad de La Habana, de donde salían los dirigentes del país.

Mientras estudiaba en la Universidad, los estudiantes lo definían como bestia desaforada, grosero, sin educación y apestoso. Por eso es que le pusieron “El Loco”, “El Caballo” y “Bola de Churre”.

Está asociado al atentado en ese centro de estudios, contra Lionel Gómez, que solo fue herido, y con la muerte de Manolo Castro. “Perro rabioso”, “indeseable”, “Gángster” y otros sucios apodos les pusieron los universitarios habaneros.

Su propósito en su condición de gangster, era desaparecer a los contrincantes que aspiraban a la presidencia de la FEU. Quería ser famoso y poderoso. Según relata uno de esos estudiantes, cercano a él, una vez discutían sobre lo que querían ser y hacer en el futuro. Cada uno dijo lo suyo y cuando le preguntaron al ex monsieur Hippolyte dijo: “Yo sólo quiero tener una línea en la Historia de Cuba”. Ese era su único objetivo en la vida y, no le importaba los medios para conseguirlo ni quienes cayeran en el intento.

Allí en la Universidad se encontró otra vez con Rafael Díaz Balart y con Baudilio Castellanos, también de Banes, que lo esconderían y lo ayudarían en algunas ocasiones, huyendo de las bandas que lo querían linchar. Como las pandillas de la Universidad lo buscaban y lo acechaban por dondequiera, se unió a una de ellas, para participar en la loca aventura de Cayo Confites, con el fin de derrocar a Leonidas Trujillo.

El gobierno cubano se enteró de este plan, y mandó al ejército a apresar a sus componentes. Él cogió un bote, se escapó, y logró desembarcar por Cayo Saetía. Para darse fama, dijo que nadó entre una turba de tiburones.

A veces se le veía leyendo a Martí, otras veces andaba con el “Mein Kampf” de Hitler bajo el sobaco o se iba para la biblioteca de los comunistas, a leer el Manifiesto Comunista, El Estado y la Revolución, de Lenin y otros libro marxistas. Esa mente de conflictos paranoicos, forjada en las enseñanzas y disciplina jesuitas, ahora se llenaba de fascismo, comunismo y lo que apareciera.

Vale destacar que, el pensamiento de Martí, no tenía nada que ver con esas doctrinas totalitarias. Pero Martí era una pieza imprescindible en sus planes. Siempre estaría en el escenario central y, tras las bambalinas, Hitler y Marx.

A los 21 años, su imaginario era un caos furioso, obsesivo, extravagante y violento, que definía sus características personales y políticas. En ese imaginario se fue afianzando la idea de que, el único que podía salvar a Cuba de sus problemas, era él y, veía a la violencia como la única alternativa para alcanzar sus sueños caudillistas.

Entre 1945 y 1952 el hijo de Ángel Castro se metió en cuanto problema hubo en la Universidad; traicionó a estos y aquellos, se movía entre los Ortodoxos y los Comunistas; entre los radicales y los moderados; participó en las bandas de matones, se caso con Mirta Díaz-Balart –en contra de la voluntad de su padre, Rafael- tuvo un hijo con ella, a los cuales nunca atendió, atosigado por sus planes y ambiciones políticas; terminó al fin, su carrera; se hizo de amigos y enemigos y alcanzó parte de la fama que tanto había buscado.

La muerte de Eduardo Chivás el 16 de agosto de 1951 y el golpe de estado de Fulgencio Batista, le dieron la oportunidad dorada que tanto había esperado: armó poco a poco un grupo de insurrectos, para dar un golpe espectacular y buscar las armas que tanto necesitaba para sus objetivos insurreccionales contra Batista. Sin esos hombres saberlo, los llevó al matadero del Moncada, a pesar de las advertencias de algunos, entre ellos Gustavo Arcos, sobre lo mal preparada y precipitada de la operación de ataque al Cuartel de Santiago.

Allí, en el ataque, no tiró ni un tiro, porque mientras conducía, chocó con el contén de la acera… (¿Error o cálculo premeditado?) frente a dos soldados del ejército y, allí se formó el tiroteo, que produjo la alarma en el Moncada. Fracasada la sorpresa, dejó a todos los combatientes del Palacio de Justicia, del Hospital y los que estaban dentro de la guarnición, y salió huyendo para La Granjita y luego para La Gran Piedra, donde fue apresado por el teniente Pedro Sarría, un viejo comunista solapado, que no lo mató, ni tampoco lo entregó al Comandante Chaumont, quien tenía la orden de ejecutarlo. Es una verdadera casualidad, que casi toda la dirección del PSP estuviera en los carnavales de Santiago, según dijeron, celebrando el cumpleaños de Blas Roca… Flavio Bravo, Lionel Soto, Raúl Valdés Vivó y Alfredo Guevara, altos dirigentes comunistas, que tenían estrechas relaciones con Fidel. ¿Sabían los comunistas los planes del ataque y, les dieron órdenes a sus militantes en el ejército, que no lo mataran? Es sospechosa esa “casualidad”.

Este es el Fidel Castro Ruz, que sólo un grupo en La Habana conocía en profundidad. Parte de ese grupo y otros que no sabían mucho de su historia, fueron convencidos de sus planes y lo seguirían en el asalto al Cuartel Moncada.

Los que serían sus principales soportes en la Sierra Maestra, los campesinos, no lo conocían, ni tampoco la clase obrera ni el pueblo de Cuba. Sí conocían de su asalto al Moncada y su prisión en Isla de Pinos, pero no sabían nada de su historia de matón y gángster en la Universidad, su formación fascista y comunista, ni de las reales intensiones y los planes de este aventurero fanático y violento.

Quien lo conocía a fondo, por los cuatro costados, se opuso terminantemente a la amnistía para él y sus compinches más cercanos, que el Congreso estaba valorando. Este hombre era el Dr. Rafael Díaz Balart, suegro suyo, cuyo discurso en mayo de 1955 ha pasado a la historia como una premonición de lo haría Fidel Castro ya en el poder.

He aquí un fragmento de sus palabras:

Fidel Castro y su grupo solamente quieren una cosa: el poder, pero el poder total, que les permita destruir definitivamente todo vestigio de Constitución y de ley en Cuba, para instaurar la más cruel, la mas bárbara tiranía, una tiranía que enseñará al pueblo el verdadero significado de lo que es la tiranía, un régimen totalitario, inescrupuloso, ladrón y asesino que sería muy difícil de derrocar por lo menos en veinte años.

Porque Fidel Castro no es más que un psicópata fascista, que

solamente podría pactar desde el poder con las fuerzas del comunismo internacional, porque ya el fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial, y solamente el comunismo le daría a Fidel el ropaje seudo ideológico para asesinar, robar, violar impunemente todos los derechos y para destruir en forma definitiva todo el acervo espiritual, histórico, moral y jurídico de nuestra República”.

El Congreso aprobó la amnistía y Fulgencio Batista la firmó. Dos militares de la que Fidel Castro llamó una “oprobiosa dictadura”, le salvaron la vida. Primero el Tte. Pedro Sarriá y luego el General Batista. Dos acciones que acabarán con Cuba. Fidel Castro jamás, jamás daría una amnistía a ningún preso político cubano. Las libertades y derechos de la democracia cubana que le salvaron su vida, las desterraría del país por más de medio siglo. Él no quería que le pasara lo que le va a pasar a Batista.

Así y todo, sin conocerlo, parte de la burguesía, parte de la clase media, campesinos, obreros e intelectuales, se entregaron en los brazos de este hombre, cansados de la corrupción política y de las injusticias del gobierno.

Lograda la amnistía, saldría libre y se iría para México, a preparar su regreso y combatir hasta la muerte, a quienes le salvaron la vida y le dieron su libertad. Esa será una de sus características principales: la ausencia de agradecimiento para nadie. Un “líder” como él, sabrá como usar y expulsar de su entorno, a aquellos que ya no le sirven.

Pero… ¿Quiénes son los que van a apoyar al loco Bola de Churre del Alma Máter habanera?

Explicar el por qué de ese apoyo, cuál era ese pueblo y las circunstancias de su triunfo, son aspectos muy importantes para que no se repita una figura como él.

En la segunda parte de esta serie, expliqué parte de esos elementos. Ahora veremos otros aspectos que explicarán aún más el por qué de su triunfo.

Hay un dato interesante que hay que tener en cuenta, a la hora de evaluar ese apoyo: el 45,9% de la población cubana tenía menos de 20 años y, el 49,8% más de 20 y menos de 60. O sea, el 95,7% de la población era joven. Sólo un 4,3% era relativamente vieja. Desde el punto de vista demográfico, es una pirámide poblacional de jóvenes. El 78,8% de la población es blanca, un 11% negra y, un 3,9% de extranjeros y, el resto corresponde a chinos y mestizos. Los extranjeros son de casi todos los países, aunque los españoles y otros europeos, son la mayoría.

Para 1958, el nivel de urbanización del país ya sobrepasa el 60% y, en La Habana, será mucho más alto. Pero, en provincias como Oriente, que será su teatro de operaciones, hay otras características que van a jugar un papel muy relevante.

Desde 1880 que es abolida la esclavitud, y hasta 1930, hay una fuerte inmigración de negros libertos, mestizos, chinos y yucatecos hacia el oriente del país, que se está desarrollando rápidamente en la industria azucarera y la producción cafetalera y agrícola en general, y donde hay espacio para la sustentación. Junto a ella, miles de emigrantes de Las Antillas entran como fuerza de trabajo para ayudar en esa expansión, y se asientan principalmente en Santiago de Cuba y Guantánamo.

Oriente es la provincia más grande del país y de mayor población 1,79 millones de personas, con solo un 39,8% de población urbana y 60,2% rural. Tiene con carácter sostenido, la tasa de fecundidad más alta del país. Mientras para Cuba el promedio de hijos por mujer es 3,7, para Oriente es 4,9 y, en el campo, 5,7. Tiene además, la población menos alfabetizada, un nivel educacional bajo y, por sus propias características orográficas, de grandes cordilleras de montañas, se ha hecho muy difícil el acceso a la educación y al sistema de salud. Por ello, las diferencias socio-económicas de Oriente son las mayores de Cuba.

En la zona rural, hay solo un 15% de personas que tienen entre Primero y Sexto grado y un 1,5% con más de sexto.

Tiene, además, la población más joven del país.

Esa es la población que Fidel Castro va a conquistar para su lucha por el poder. Esa conquista se basó en sus promesas, en La Historia me Absolverá. Después de su triunfo, serían sus discursos llenos de nuevas promesas. La base fundamental del apoyo, será esa población campesina, ingenua y semi analfabeta y, en menor medida, los trabajadores y clase media de las ciudades del país.

Su triunfo no sólo se debe a esa población poco alfabetizada, de mayoría negra, muy joven, campesina y poco favorecida, sino también a la falta de preparación del Ejército constitucional de Cuba. ¿Podría ese ejército ser diferente a su población? De ninguna manera.

A pesar del apoyo militar de la potencia más grande del mundo para esa época, los Estados Unidos y, a unas pocas millas de nuestras costas, el ejército no estaba preparado para hacer frente a una guerra de guerrillas, una guerra de muerde y huye, de sorpresivas emboscadas, de búsqueda de un enemigo esquivo e invisible. No sólo fueron las tropas, sino también la irresponsabilidad y falta de decisión de los altos jefes militares, y del propio Batista.

Tampoco estaban preparados para la guerra urbana la policía y los órganos de inteligencia y seguridad del gobierno.

En una época de Guerra Fría y de rabioso anticomunismo, para lo que estaban preparados los Estados Unidos y Cuba, era para una guerra convencional. El gobierno de Cuba, de quien podía desconfiar y, a quien estaba preparado para aplastar, era al Partido Socialista Popular, el partido de los comunistas cubanos, que condenó el ataque al Moncada y mandó a Flavio Bravo a México, para tratar de convencer a Fidel Castro, de que por la vía pacífica, se podía tomar el poder. Pero El Loco no les hizo caso.

La guerra de guerrilla acabó con la democracia en Cuba, y quiso acabar con la democracia en América Latina, pero ya sí los gobiernos estaban preparados, como lo ha demostrado Colombia durante más de 50 años.

El triunfo de Hugo Chávez, Evo Morales y Ortega, convencieron al Loco, de que la entrada del comunismo al poder, por la vía de las urnas, era la nueva modalidad a seguir. De lo que se trata es de hacerse pasar por demócratas, con muchas promesas para los pobres y luego implantar la dictadura totalitaria, destruyendo la democracia.

¿Está preparada América Latina para esta nueva etapa de la lucha de los comunistas, de apoyarse en la democracia para aplastar la democracia?

Por lo que se está viendo, me parece que no. Que se prepare América, porque el Camino de Yenán vuelve a sus andadas.


Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.


Fuentes:

- LA AUTOBIOGRAFÍA DE FIDEL CASTRO. Entrevista al escritor Norberto Fuentes con motivo de su reciente obra,

"La autobiografía de Fidel Castro." Por Miguel Rivero. Septiembre 27, 2004

Informe General de Censos de Población, Viviendas y Electoral, 28 de enero de 1953.

- Castro el Desleal. Serge Raffy. Editorial Santillana Ediciones Generales, S.L. 2004.

- Cuba (1898-1958) Descenso de la tasa de fecundidad y cambio socio-económico. Autor: Abel F. Losada Álvarez

domingo, 14 de marzo de 2010

CUBA: LECCIONES DEL LABERINTO Y DEL MINOTAURO (PARTE II)


3) Características del pueblo cubano

Creo que está será la parte más difícil de esta serie de artículos. Se trata de definirnos a nosotros mismos. Y tenemos que comenzar por Colón. Y luego por los hijos de su estirpe, que es donde arranca el nacimiento del criollo, del hijo de español que nace en Cuba y se siente diferente a su entorno y a sus padres. Es el comienzo del “otro”. A ese Almirante de todos los mares y océanos, los Reyes de España lo sacaron de Cuba, por sus intentos de quererse quedar con la isla. Y yo justifico a ese maravilloso aventurero: había que estar totalmente loco, para soltar a la tierra más hermosa que nadie había visto jamás, y que ayudó a configurar la real historia del mundo hasta hoy. Yo, que la conozco como la palma de mi mano, hubiera hecho lo mismo. España no sólo botó de allí a Colón. Detrás de él, le siguieron muchos más que no menciono, y que quisieron separarse de la metrópoli insaciable y voraz, que dilapidaba las riquezas de la isla, para quedarse con ella. España sabía que Cuba era su tesoro, la perla que le daría no sólo el 70% de los ingresos de la Corona, sino la base súper segura del oro y la plata de México y Perú.

Los que vinieron detrás de este descubridor… ¿judío? ¿portugués? ¿genovés?, eran principalmente de la maravillosa tierra llamada Al Andalus, Alandaluz o Andalusí, una mezcla de la crema cristiana, judía y musulmana, que, en aquel tiempo, se llevaban como hermanos. De ahí, de esa mezcla, naceríamos nosotros, alegres y burlones como los andaluces y, también tan vagos e irresponsables como ellos.

José Antonio Saco escribió en 1830, un extenso e importante estudio —Memoria sobre la vagancia en la Isla de Cuba—premiado por la Real Sociedad Patriótica de La Habana en diciembre de 1831, donde arremetía contra esos sevillanos, que habían corrompido a sus amigos blancos españoles y, a los negros que habían manejado sus quitrines, que los llevaban a las casas de mujeres alegres y, a todos los sitios de la vida relajada y feliz, donde conocieron las luces y las sombras del nacimiento del Nuevo Mundo. Años más tarde, Emilio Roig de Leuchsenring, Historiador de la Ciudad La Habana, hablando sobre el libro de José A. Saco, escribiría:

“Que actualmente existe en forma agudísima la vagancia en nuestra República, es hecho tan real y tan a la vista de todos que no necesito esforzarme en demostrarlo. Recórranse las calles y plazas de La Habana: dondequiera se verá pulular jóvenes y hombres estacionados en las esquinas; sentados en las aceras, parques, cafés; colmando éstos y los innumerables salones de billares, dominó y otros juegos más o menos lícitos; jugando a la pelota en los solares yermos o en los mismos parques y calles; los cines, que se han multiplicado en todos los barrios de la ciudad, se ven repletos de las primeras floras de la tarde en que se abren al público.

Viájese en ferrocarril o en ómnibus por la República o por lo que se ha dado en llamar el interior, y se observará en todas las, ciudades, villas y pueblos fenómeno análogo al de La Habana, de vagancia general y contumaz”. (Revista Carteles, 21 de marzo de 1943. Emilio Roig de Leuchsenring).

Para 1790, con el discurso de Francisco de Arango y Parreño sobre la agricultura en La Habana, comenzarían los primeros indicios, de que habíamos nacido.

Entre 1790 y 1868, en los hijos de los españoles se fue forjando un sentido nuevo e inderrotable, la pertenencia a una isla, el comienzo de la cubanía. Entre ese año final y 1880, ya España nada podía hacer: había nacido la cultura cubana y, con ella, los cubanos que hicieron su Himno y cosieron su bandera. Pero, había una pequeñita diferencia: comenzó a cocinarse el ajiaco transcultural que definió nuestro destino: se acabaron los blancos, los negros, los chinos y los franceses escapados de Haití: en Santiago de Cuba, en El Tivolí, nacimos todos los cubanos: alegres e irresponsables como los africanos, irresponsables y alegres como los sevillanos, trabajadores como los chinos y escribanos románticos como los franceses.

Un ajiaco difícil e irredento, aunque con grandes limitaciones, como se demostraría más tarde.

Desde el principio de la República, Fernando Ortiz, comenzaría, entre la criminalística, la antropología y los prejuicios contra los negros, la obra más definitoria y desprejuiciada de las características globales del pueblo de Cuba. En su análisis del Alma Cubana desde la sicología, destaca entre sus características intelectuales “la ignorancia,

la pereza y apatía, la intransigencia casi absoluta en materia religiosa, la irreflexión, el fatalismo, la precocidad sexual, el choteo...” (Ver: José Alberto Galván Tudela, “El ajiaco, una metáfora culinaria sobre la Cubanía (A propósito de la inmigración canaria a Cuba: 1880-1930)”

La minuciosidad de su observación enciclopédica, lo llevó al convencimiento de que el cubano, trabajador e ingenuo, tenía una absoluta incultura sobre sus derechos humanos, civiles, políticos y sociales, que le traería terribles y crueles consecuencias en un futuro muy cercano. Y no se equivocó. La desgarradora historia de Cuba, en los últimos 100 años, le daría toda la razón.

Esa incultura e indiferencia llevó a los cubanos al desconocimiento de las leyes que les regían y de su propia Constitución, una de las más avanzadas en el plano social, del mundo.

A pesar de que Cuba tiene, como ya he demostrado, un lugar importante en su desarrollo económico y social para la década de 1950, en realidad hay una República ficticia y un ciudadano ingenuo e irreal, que considera a su Patria, a sus valores, a sus instituciones democráticas, a sus libertades y derechos, como algo amparado por Dios e intocable. Por su cabeza no pasaba la idea de que nadie osara destruir ese status y, lo daba por garantizado de por vida.

Un buen retrato de esa República, lo hizo quien después la arrasaría sin ninguna compasión o arrepentimiento: “Había una vez una República. Tenía su Constitución, sus leyes, sus libertades; presidente, Congreso, tribunales; todo el mundo podía reunirse, asociarse, hablar y escribir con entera libertad. El Gobierno no satisfacía al pueblo, pero el pueblo podía cambiarlo y ya sólo faltaban unos días para hacerlo. Existía una opinión pública respetada y acatada, y todos los problemas de interés colectivo eran discutidos libremente. Había partidos políticos, horas doctrinales de radio, programas polémicos de televisión, actos públicos, y el pueblo palpitaba de entusiasmo. Este pueblo había sufrido mucho, y si no era feliz, deseaba serlo y tenía derecho a ello. Lo habían engañado muchas veces y miraba al pasado con verdadero terror. Creía ciegamente que éste no podría volver; estaba orgulloso de su amor a la libertad y vivía engreído de que ella sería respetada como cosa sagrada: sentía una noble confianza en la seguridad de que nadie se atrevería a cometer el crimen de atentar contra sus instituciones democráticas. Deseaba un cambio, una mejora, un avance, y lo veía cerca. Toda su esperanza estaba en el futuro” (F. Castro. La Historia me Absolverá)

El comportamiento y la idiosincrasia del cubano, eran una mezcla de ignorancia de raíces muy antiguas, ingenua credulidad e indiferencia política ante los gobiernos de turno.

Esos elementos hicieron de ellos un blanco perfecto para el manejo emocional, la sugestionabilidad y la gigantesca operación de desinformación y propaganda, que montaría Fidel Castro para manejarlos y someterlos, bajo su puño de hierro, del que aún no han salido.

El país tiene sólo 57 años de una República que no acaba de nacer, que vive entre las convulsiones, las intervenciones norteamericanas, periodos semi democráticos, dictaduras y plagada de una corrupción gubernamental inveterada.

Ciertamente no se trata de una república bananera. Como ya demostré en la Parte I de esta serie, Cuba está al borde de convertirse en un país desarrollado. Su impresionante desarrollo económico podría alcanzar tal propósito, quizá en medio siglo. Está entre los cuatro países más avanzados de América Latina y, entre los treinta más desarrollados del mundo.

Me permito citar a Fernando Ortiz: “Nuestro clima tropical, unido a su proximidad a Estados Unidos, determina el fenómeno geográfico de que Cuba sea el país tropical más inmediato a un gran centro de consumo, de civilización y poderío…Este curioso fenómeno no pudo menos de haber influido en el concepto económico-político que de nuestra importancia se ha tenido y tiene, entre nuestros vecinos, capaces de consumir en sus mercados, toda la producción de que seamos capaces” (Ver: F. Ortiz. El Pueblo Cubano. Edit. Ciencias Sociales. Habana. 1997. Pág. 12)

Los Estados Unidos no sólo deben ser conocidos por sus intervenciones y errores, sino también por su extraordinario aporte a esos logros económicos, sociales y tecnológicos, y en la conversión de los trabajadores y empresarios, en una disciplinada masa de gentes emprendedoras, con habilidad, sueños y determinación para alcanzar las metas que se pusieran.

Ese es el retrato del pueblo de Cuba, de su sociedad, de sus logros e inconsecuencias durante 250 años, que Fidel Castro y los viejos comunistas, atraparán el primero de enero de 1959.

A partir de ese momento, comenzaría su largo, doloroso e impotente camino de regreso a 1790.

La Historia ni nos perdonará ni nos absolverá por nuestra pereza intelectual, nuestra incultura democrática y nuestra indiferencia ciudadana, ante los acontecimientos que desencadena Fidel Castro y sus secuaces más cercanos, y que llevaron a la nación cubana al descalabro total, con el apoyo tácito de todos nosotros. El miedo sólo, no puede explicar nuestra conducta. Bonifacio Byrne no hubiera creído que las bellas estrofas de su poema “Mi Bandera”:

“Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día…
¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!…”

pasadas unas decenas de años, no habrían muertos ni tampoco vivos, para defender y dar la vida, por la bandera que él adoraba.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.
viernes, 12 de marzo de 2010

¿CUBA? ¿CUÁL DE ELLAS? HAY TRES CUBAS


Me motivó a escribir estas líneas los comentarios que dejan cubanos de la isla y en el exterior, así como algunos extranjeros, en ciertos sitios como Generación Y, Cartas de Cuba, de BBC Mundo y en algunos otros lugares, donde se muestra desconocimiento, manipulación propagandística o cierta ingenuidad, inexplicable a estas alturas de la historia de nuestro país. Por ello, aquí van mis ideas.

Mientras el pueblo cubano disfrutaba con enorme entusiasmo del triunfo contra Batista y, gozaba de las primeras leyes de reducción de los alquileres, las tarifas telefónicas, la construcción de nuevas viviendas por el INAV, la entrega de las primeras tierras en Las Martinas, Pinar del Río y, con muchas esperanzas y alegría esperaba las medidas que se tomarían para reinstaurar la República diseñada en la Constitución de 1940, había otra Cuba que iba tomando forma bajo el secretismo, la compartimentación y la ilegalidad, de la cual la sociedad cubana no tenía la menor idea, ni sabría una palabra, salvo que miembros aislados tomaran la iniciativa de pensar por sí propios.

Un pequeño grupo de hombres, reunidos en La Cabaña o en el Hotel Hilton de La Habana, fraguaban la otra Cuba, una de las más grandes traiciones que hombre alguno, ha hecho contra el pueblo cubano. Allí se reunían Fidel Castro, Ernesto Guevara, Blas Roca, Carlos R. Rodríguez, Fabio Grobart y uno o dos hombres más. Su objetivo: construir el más grande aparato de represión y terror, que jamás se había levantado en la isla. Y todo, bajo el más absoluto secreto.

Con la disolución del BRAC, CIM y BRAE el 18 de febrero de 1959, se instituye el DIER (Departamento de Inteligencia del Ejército Rebelde) y comienza la siniestra labor de construcción de un monstruoso sistema de seguridad, inteligencia, contrainteligencia, propaganda, información y contrainformación, que se erguiría como uno de los mejores del mundo. Era la otra Cuba, la segunda, confidencial, clandestina y súper secreta que, en dos años contará con la sanguinaria asesoría de la KGB soviética y la STASSI alemana.

En un corto periodo de tiempo, se crean las tres Cubas: la Cuba de la Televisión, de los hermosos y excelentes planes del Líder, del trabajo voluntario, de la hermosa educación y del sistema de salud, de los discursos del Líder y las multitudes que lo aplauden, la de los enormes “crecimientos” de la producción, la Cuba que va cambiando cada día, de la felicidad y el bienestar.

En su impulsivo y emocional entusiasmo, ese pueblo ni se dio cuenta o decidió callar – había un estado de fusilamientos masivos -cuando desaparecieron la Constitución de 1940 y las instituciones democráticas, la prensa independiente, el grueso de los medios de comunicación y la empresa privada. Como no conocían las libertades y derechos a las que tenían derecho como seres humanos, no se enteraron ni cuando los desaparecieron.

Pensaban que vivían en la Cuba del futuro, democrática y de justicia social.

Objetivo de esta Cuba: que la población no tuviera tiempo a PENSAR y CREA y TENGA FE en su Revolución, la Cuba feliz y participativa, que casi no tiene tiempo ni para atender a sus hijos, porque vive en el trabajo, en las guardias cederistas, en los trabajos voluntarios, en las reuniones del sindicato, en las reuniones de la FMC, en las reuniones de los CDR, en los círculos de estudios de los discursos del líder, en los actos de apoyo a la Revolución, en los atrincheramientos contra una posible invasión imperialista, en la construcción de túneles y trincheras, en las zafras azucareras…

Instituciones que garantizan a esta Cuba: la prensa, la radio, la televisión, el cine, la educación comunista en todos los niveles de enseñanza, las escuelas en el campo, el arte, la literatura socialista; el Partido, la UJC y el complejo de organizaciones de “masas” creada a esos fines (CTC, CDR, FMC, la ANAP, FEU, UPJM, UES), así como las organizaciones de profesionales de escritores, economistas, ingenieros, arquitectos, juristas…etc.

La segunda Cuba, es la Cuba de “en silencio a tenido que ser”, con sus enormes aparatos de seguridad e inteligencia, de las trescientas cárceles, del terror, el miedo, las torturas, los fusilamientos y asesinatos; de los millones de recursos para la represión y el terror; la Cuba de la masificación propagandística y la manipulación de la realidad; la Cuba de decenas y decenas de instituciones, dedicadas a estas labores, que sólo pocos conocen, bajo juramentos de muerte, la Cuba secreta y clandestina, que el pueblo no debía ni tenía por qué conocer.

Objetivo de esta Cuba: mantener a la sociedad cubana con la CREENCIA Y LA FE, sujeta al entramado revolucionario, a través de la masificación propagandística y la manipulación informativa o, en su defecto, enfrentarse a las puertas del infierno del terror y la represión. Su estrategia es la creencia estrangulada, el comportamiento tranquilo y sumiso o el exilio, la cárcel o la muerte.

Instituciones que garantizan a esta Cuba: el refinadísimo aparato de seguridad e inteligencia, el brutal sistema carcelario, los aparatos partidistas y sus organizaciones “civiles”, las instituciones mencionadas para la propaganda y la formación comunista, así como todo el andamiaje del gobierno. Todo esto ha sido minuciosamente preparado, para aplastar en su raíz, cualquier tipo de rebelión o disidencia, sobre una concepción apocalíptica de la patria: el socialismo o la muerte. No se permite ninguna tercera posición ni resistencia al cerrado modelo comunista. Se trató de crear un bunker casi celestial, tranquilo, muy callado y donde todo el mundo estaría de acuerdo con el Supremo e Invictus Comandante.

Es tan simple como lo planteado por Maquiavelo en Il Principe y sus consejos a los gobernantes: “En el primer caso, fracasan siempre, y nada queda de sus intenciones, pero cuando sólo dependen de sí mismos y pueden actuar con la ayuda de la fuerza, entonces rara vez dejan de conseguir sus propósitos. De donde se explica que todos los profetas armados hayan triunfado, y fracasado todos los que no tenían armas. Hay que agregar, además, que los pueblos son tornadizos; y que, si es fácil convencerlos de algo, es difícil mantenerlos fieles a esa convicción, por lo cual conviene estar preparados de tal manera, que, cuando ya no crean, se les pueda hacer creer por la fuerza” (Ver: Maquiavelo. El Príncipe. Cap. VI)

La tercera Cuba es la Cuba de la imagen internacional, la de los grandes logros educacionales, su gran sistema de salud gratuito, sus grandes éxitos deportivos, su exitoso Índice o Coeficiente de Gini de 0.24 en 1986, como muestra de cuan excelente es su sistema de igualdad, que Susan Eckstein, Profesora de Sociología de la Universidad de Boston, trata en su libro “Back from the Future: Cuba under Castro”, y donde expresa su esperanza de que se mantenga en la Cuba que analiza, la Cuba del "health welfare, its reduction of rural/urban and class inequities, and the gains of women and dark-skinned islanders." Ella trata de explicar por qué, el comunismo cubano ha sido “malinterpretado y mal entendido” en el extranjero y señala que, detrás de la retórica marxista-leninista y autocrática de Castro, hay un gobierno que promociona un estado de bienestar.

Es la Cuba que defienden los profesores comunistas, socialistas, progresistas y de la izquierda radical de la universidades latinoamericanas, americanas y de Canadá, así como de la España de Zapatero y de Europa en general; la de los intelectuales de izquierda como García Márquez o Saramago, la “humanista y solidaria” que les gusta a los africanos, árabes y asiáticos, por sus envíos de médicos, enfermeras, profesores, sus becas de estudio en las escuelas y universidades cubanas y sus tropas internacionalistas, prestas a poner los muertos; es también la Cuba de las Asociaciones de Amistad, la Cuba de ciertos artistas de Hollywood y de muchos líderes negros de EE.UU, la de los artistas progres de España. La Cuba que defienden las páginas comunistas en la web y los partidos comunistas y movimientos revolucionarios de América Latina.

El único problema que tiene esta Cuba – a diferencia de las dos anteriores – es que sólo existe… en la mente de sus defensores. Y para eso se ha hecho, para crear una red mundial de imágenes, de la justa, bondadosa, humanista y solidaria Cuba, que sólo está en la cabeza de esas gentes, la mayoría de los cuales, jamás han estado en la Cuba subterránea y real, la secreta y confidencial, brutal y sanguinaria, que tampoco conoce la mayoría del pueblo cubano.

Esa Cuba se ha creado cada día, de manera machacona y porfiada, durante medio siglo, tanto por la primera como la segunda Cuba, sobre la base de lo que Gustave Le Bon llama, la sugestionabilidad y la credulidad de las masas, a saber: “Al definir a las masas dijimos que una de sus características generales era la de una excesiva sugestionabilidad y hemos mostrado hasta qué punto las sugestiones son contagiosas en toda aglomeración humana; un hecho que explica la rápida orientación de los sentimientos de una masa en una dirección definida. Por más indiferente que se la suponga, una masa, por regla general, se halla en un estado de atención expectante que facilita la sugestión. La primera sugestión que le sea formulada se implantará inmediatamente, por medio de un proceso de contagio, en los cerebros de todos los reunidos y la orientación idéntica de los sentimientos de la masa será inmediatamente un hecho consumado”. (Gustave Le Bon. “

Psicología de las masas”)

Esa Cuba se ha creado y se mantiene a control remoto para el exterior y a mano cruel y sanguinaria en el interior.

Objetivo de esta tercera Cuba: Provocar la más profunda simpatía para el pequeño David, en su lucha contra el Goliat imperialista. Presentar una dictadura como una real y verdadera democracia. Manipular la información, de manera tal, que lo injusto sea justo, la mentira sea verdad, el crimen como necesidad de la defensa y, convertir al victimario en la víctima. Tener garantizado el voto de todos aquellos (africanos, asiáticos o latinoamericanos) que reciben la “ayuda solidaria y desinteresada”, en las votaciones de la ONU sobre Derechos Humanos o en otras organizaciones internacionales; hacerle cada vez más difícil a las democracias demostrar el carácter perverso y antidemocrático del sistema comunista.

Instituciones que garantizan esto: Todo el sistema de propaganda; el trabajo de los aparatos de Inteligencia y Contrainteligencia; el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), eventos internacionales de cualquier carácter, científicos, educacionales, de salud, literarios, de cine, arte o políticos, etc. realizados y organizados por Cuba en su territorio, el Cuerpo Diplomático de Cuba; las Universidades Internacionales de Cine y Ciencias Médicas en Cuba para estudiantes extranjeros; los intercambios de estudiantes y profesores; las visitas diplomáticas, etc., etc.….

La creación de esas tres Cubas, ha sido una labor prometeica, callada y diaria, como sólo un psicópata megalómano, en pleno estímulo de su vanidad y arrogancia en el poder, puede acometer, apoyado en sus verdugos más comprometidos.

¿De cuál Cuba usted habla?

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá.

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