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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.
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miércoles, 28 de marzo de 2007
LA ÚLTIMA JUGADA DE LOS ASESINOS
En medios internacionales de prensa, se ha hablado insistentemente sobre la militarización de la economía cubana, a través del Perfeccionamiento Empresarial de las FAR y de las multiples Corporaciones militares, que, en este momento, manejan decenas de empresas, bajo la dirección del Grupo de Administración Empresarial (GAESA).
Según el artículo de César González-Calero en “El Universal” de México, los generales y altos oficiales de las FAR “están al frente de más de 300 empresas relacionadas con el turismo, la minería, el azúcar, la pesca, el tabaco, la telefonía y las tiendas en divisas, entre otras. En torno al Grupo de Administración Empresarial (GAESA) pivotan decenas de compañías, bajo la supervisión del general Julio Casas Regueiro, primer viceministro de Defensa y hombre de confianza de Raúl. Junto a Casas, como director ejecutivo del holding está Luis Alberto Rodríguez, yerno del nuevo hombre fuerte de Cuba.
Comandados por el general Álvaro López Miera, jefe del Estado Mayor del Ejército, otros militares de peso en la estructura económica del país son el general Ulises Rosales del Toro (antiguo jefe del Estado Mayor), al frente del Ministerio del Azúcar; el general Luis Pérez Róspide, que gestiona la corporación Gaviota (la mayor compañía turística de Cuba), y el general Rogelio Acevedo, que dirige las empresas de aviación civil. El 80% de las exportaciones cubanas y casi la mitad de los ingresos por turismo depende hoy de estos "ejecutivos" con galones y medallas”. (Ver: FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS S.A César González-Calero El Universal México. Agosto 20, 2006)
González-Calero cita también a un Historiador militar canadiense, Hal Keplak, que ha publicado recientemente el libro “Cuba´s Military 1990-2005”, cuando señala: "Aquellos que argumentan que el Ejército va a ser uno de los actores centrales en una transición (en Cuba) aciertan sólo parcialmente. El hecho es que bajo cualquiera de los escenarios contemplados, ellos (las FAR) serán los actores clave".
Esto es cierto, y es lo peor que le puede pasar a nuestro país, pues pondría a los grandes criminales del castrismo, como dueños de las riquezas de la nación cubana.
Sería una transición mafiosa al estilo de la transición soviética, sangrienta y destructora. Pero sobre todo, sería una de las más grandes traiciones e injusticias que se pudieran cometer contra el pueblo cubano, después de 50 años de ignominia, crímenes y destrucción.
Para los que aspiramos a una Patria justa, esto sería la continuación del castrismo con traje de etiqueta.
Serían los mismos que han hundido al país en el caos y la bancarrota. Los mismos que han asesinado a más de 9,000 cubanos. Los mismos que han generado el exodo más grande en la historia de Cuba. Los mismos que han destrozado a la familia y a la nación cubanas.
Ni el pueblo cubano, dentro y fuera del país, ni la comunidad internacional, ni la ONU, la OEA, ni los EE:UU y la Unión Europea pueden permitir semejante canallada, a espaldas del pueblo de la isla
Frente a las pretensiones de esa mafia terrorista, sustentada en el poder de sus Fuerzas Armadas y en los tenebrosos órganos de la Seguridad del Estado, se debe levantar todo el pueblo, con el apoyo de la comunidad internacional y sus organizaciones democráticas.
Un gobierno democrático en Cuba, jamás podrá permitir semejante crímen. Pero, sobre todo, cada uno de nosotros, los cubanos de adentro y afuera, no podremos permitir, la última jugada de los asesinos. Si hay nuevamente que tomar las armas, habrá miles de cubanos para defender el sueño, no sólo de Martí, sino también, de miles de asesinados y decenas de miles de presos políticos que pasaron por las ergástulas del castrismo.
Una transición bajo la égida de Raúl Castro o cualquiera de esos Generales apóstatas, que han seguido a los hermanos Castro hasta el final, provocaría una sangrienta guerra civil, y yo sería, como lo fue mi abuelo, uno de los primeros en alzarme en la manigua.
Y creánme que no son palabras
Un abrazo
Asdrúbal Caner Camejo
Según el artículo de César González-Calero en “El Universal” de México, los generales y altos oficiales de las FAR “están al frente de más de 300 empresas relacionadas con el turismo, la minería, el azúcar, la pesca, el tabaco, la telefonía y las tiendas en divisas, entre otras. En torno al Grupo de Administración Empresarial (GAESA) pivotan decenas de compañías, bajo la supervisión del general Julio Casas Regueiro, primer viceministro de Defensa y hombre de confianza de Raúl. Junto a Casas, como director ejecutivo del holding está Luis Alberto Rodríguez, yerno del nuevo hombre fuerte de Cuba.
Comandados por el general Álvaro López Miera, jefe del Estado Mayor del Ejército, otros militares de peso en la estructura económica del país son el general Ulises Rosales del Toro (antiguo jefe del Estado Mayor), al frente del Ministerio del Azúcar; el general Luis Pérez Róspide, que gestiona la corporación Gaviota (la mayor compañía turística de Cuba), y el general Rogelio Acevedo, que dirige las empresas de aviación civil. El 80% de las exportaciones cubanas y casi la mitad de los ingresos por turismo depende hoy de estos "ejecutivos" con galones y medallas”. (Ver: FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS S.A César González-Calero El Universal México. Agosto 20, 2006)
González-Calero cita también a un Historiador militar canadiense, Hal Keplak, que ha publicado recientemente el libro “Cuba´s Military 1990-2005”, cuando señala: "Aquellos que argumentan que el Ejército va a ser uno de los actores centrales en una transición (en Cuba) aciertan sólo parcialmente. El hecho es que bajo cualquiera de los escenarios contemplados, ellos (las FAR) serán los actores clave".
Esto es cierto, y es lo peor que le puede pasar a nuestro país, pues pondría a los grandes criminales del castrismo, como dueños de las riquezas de la nación cubana.
Sería una transición mafiosa al estilo de la transición soviética, sangrienta y destructora. Pero sobre todo, sería una de las más grandes traiciones e injusticias que se pudieran cometer contra el pueblo cubano, después de 50 años de ignominia, crímenes y destrucción.
Para los que aspiramos a una Patria justa, esto sería la continuación del castrismo con traje de etiqueta.
Serían los mismos que han hundido al país en el caos y la bancarrota. Los mismos que han asesinado a más de 9,000 cubanos. Los mismos que han generado el exodo más grande en la historia de Cuba. Los mismos que han destrozado a la familia y a la nación cubanas.
Ni el pueblo cubano, dentro y fuera del país, ni la comunidad internacional, ni la ONU, la OEA, ni los EE:UU y la Unión Europea pueden permitir semejante canallada, a espaldas del pueblo de la isla
Frente a las pretensiones de esa mafia terrorista, sustentada en el poder de sus Fuerzas Armadas y en los tenebrosos órganos de la Seguridad del Estado, se debe levantar todo el pueblo, con el apoyo de la comunidad internacional y sus organizaciones democráticas.
Un gobierno democrático en Cuba, jamás podrá permitir semejante crímen. Pero, sobre todo, cada uno de nosotros, los cubanos de adentro y afuera, no podremos permitir, la última jugada de los asesinos. Si hay nuevamente que tomar las armas, habrá miles de cubanos para defender el sueño, no sólo de Martí, sino también, de miles de asesinados y decenas de miles de presos políticos que pasaron por las ergástulas del castrismo.
Una transición bajo la égida de Raúl Castro o cualquiera de esos Generales apóstatas, que han seguido a los hermanos Castro hasta el final, provocaría una sangrienta guerra civil, y yo sería, como lo fue mi abuelo, uno de los primeros en alzarme en la manigua.
Y creánme que no son palabras
Un abrazo
Asdrúbal Caner Camejo
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