Campaña

Blog Archive

Contenido

Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.

Asdrubal Caner

Asdrubal Caner
Escritor y Poeta

Blog Archive

Post for e-Mail

Enter your Email


Preview | Powered by FeedBlitz

comentarios


es temprano,siga leyendo

martes, 24 de abril de 2007

LOS MANIDOS PRETEXTOS DE LA MISERIA Y EL TERROR

Dos son los principales pretextos – dentro del arsenal de mentiras que tiene el Gobierno cubano - para justificar la miseria y la represión en Cuba: El Embargo de los EE:UU y el Mal Tiempo. Ambos tienen sus campos de acción delimitados, pero a veces se fusionan.
La falta de democracia, libertades y derechos se deben al embargo norteamericano: Cuba tiene que estar en pie de guerra contra las “agresiones” del Imperialismo yankee.
Todos los que protesten y muestren sus opiniones discordantes con la dictadura de Castro and Family, son “agentes USA”, “Mercenarios de la CIA” y otros epítetos rabiosos e indecentes.
La falta de alimentos, materiales de la construcción, agua, alumbrado público y residencial, transporte, teléfonos y toda la gama de objetos que hacen la vida confortable… se deben al “Bloqueo Yankee”
Si no hay condones, almohadillas sanitarias para las mujeres, cigarros y tabacos para los fumadores o ron y cervezas, yucas y calabazas, pasta de dientes y calzoncillos, todo se debe al vecino del norte.
Que nadie espere de ese arrogante dictador, que apunte a las verdaderas causas de la estrepitosa debacle de la isla: la prolongada ineficiencia del sistema y sus políticas económicas y sociales absurdas ¡Oh, el Comandante Infalible!

Preocupado de liderear la Revolución Bolchevique Mundial, poco caso le ha prestado a su propio país.
Recibió de la URSS y sus satélites, más de 150 mil millones de dólares. Y gran parte de ellos, se los jugó en la Revolución Mundial. Regaló centrales azucareras, hospitales, clínicas, casas, armas y decenas de otros costosos obsequios, como el Rey Mago de los “pobres y oprimidos del mundo” Tuvo su chequera abierta, para los guerrilleros del Tercer Mundo. Envió al Ejercito cubano, a cuanta guerra se encendía por el mundo. Mandó y manda médicos, enfermeras, maestros, constructores, profesores, ingenieros y otros profesionales, a socorrer a los “desposeidos” del Planeta.
¿Y Cuba? Como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando.

El super Contador en Jefe, no sacó bien las cuentas. Se ha quedado sin un kilo negro. Mano al pretexto que tu conoces: ¡El Criminal Bloqueo Imperialista!
Tengo un amigo escritor, que le ha llamado el hombre más cínico en la historia de la Humanidad. Y le creo. Hay pruebas más que suficientes.

Otras veces, quiza aburrido de este manido pretexto, le echa la culpa a los ciclones, el mal régimen de lluvias, la extrema humedad, el calor o la falta de recursos – por el bloqueo – para comprar en el exterior.
Si no hay plátanos, yucas, malangas, calabazas, lechugas, tomates, arroz, azúcar, sal, frijoles, cebollas, ajos y todo tipo de vegetales y alimentos, la explicación la saca en la primera plana de todos sus medios: el mal tiempo, los ciclones, el calor, la extrema humedad o el meneo de las nalgas de Macorina.
Una longaniza de mentiras, que ya dura medio siglo. Una insoportable tomadura de pelos al pueblo de la isla. Y todavía hay – en Cuba y en el exilio – un grupo de descerebrados atorrantes que le creen y le siguen.

En pocos días – si Satanás no dispone de alguna medida punitiva – le veremos el la Plaza. El Día 1ro. de Mayo. Comenzará en el Gran Teatro, la Gran Comedia.
Quizá, si lo sujetan con una horquilla, dirá los bocadillos que le tocan. Pasarán los asustados súbditos, moviendo sus banderas. En los autoparlantes, los himnos y las condenas al bloqueo yankee. Los incandescentes pedidos para que suelten a “Los cinco héroes, prisioneros del Imperio” Patria o Muerte, Venceremos.
A esa hora, el peor problema lo tendran los súbditos: en la casa, no hay nada que comer. Ni limonada, porque no hay limones y mucho menos azúcar. Comenzará entonces, en todas los hogares, un verdadero y secreto desfile: las blasfemias y la rabia contenida de millones de hambrientos cubanos. Pero puede que salgan a las calles y las digan.
La cosa está en candela.

A estas alturas de la vida, la gente está perdiendo el miedo. Y ya no creen en los socorridos pretextos del Aparatus.

Y eso es verdaderamente peligroso.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.

Google search

Google