Cayo Canas Island

Cuando se van poniendo juntas todas la piezas de los movimientos y acciones del gobierno cubano, tanto en el plano interno como en el exterior, tenemos un completo panorama de la actual estrategia que tratan de imponer por la fuerza de las armas, la represión y el terror.
Esa estrategia está encaminada al logro de los siguientes objetivos:

- Mantener a los actuales gobernantes en el poder y dueños de las riquezas del país.
- Ilegitimizar a la disidencia, la oposición y el exilio cubano y dejarla completamente fuera
de las grandes decisiones del futuro.
- Una política de “Borrón y cuenta nueva” dirigida por la cúpula militar, para evitar la
justicia y reírse de las victimas de este medio siglo de desverguenza, humillaciones y
violaciones contra la sociedad cubana.

La ubicación de los altos mandos de las FAR y el MINIT en las corporaciones y empresas mixtas con capital extranjero, les aseguraría a la Nomenklatura comunista, las riquezas de todo el país, con una nueva clase empresarial y millonaria, respaldada por la estructura militar, policíaca y de inteligencia. Sería una combinación ruso-china de modelo, manejada por mafias armadas y con todo el poder, que apoyarían a los Castro y sus cómplices, para mantener las palancas del poder, con solo simples cambios cosméticos.
La militarización del país y el retorno de las tropas de Venezuela, responden a este plan macabro: no permitir el más mínimo movimiento de la disidencia y la oposición, mientras ellos implementan una “transición” a la Ruso-china.

Hay una febril actividad de la cúpula militar, para convencer a todos sus socios de comercio e inversión, a aceptar que, esa dictadura militar, absolutamente ajena a los verdaderos intereses de la sociedad cubana, es el mejor camino para una “transición estable y controlada”.
La invitación a los EE:UU para conversaciones sin condiciones, así como a España y Europa, responde a esa estrategia.
La amenaza está en el mensaje para los inversores: si los cubanos demócratas hacen la transición, habrá sangre, inestabilidad y confiscaciones. Aceptar al gobierno actual es la única vía para evitar males peores.
Por eso manejan la zanahoria del gas y el petróleo para atraer las inversiones de EE:UU, que también no quiere quedarse fuera del reparto de la isla. Los norteamericanos saben el poder de compra de los cubanos, en condiciones de una economía de mercado. Abrirse con Cuba significan miles de millones de dólares en comercio y acceso al gas, el petróleo, la biotecnología, comunicaciones y otros sectores vitales de la economía cubana.
Es la misma zanahoria para Europa y Canadá. Con la diferencia que Europa y Canadá ya están bien posesionados. Y no quieren sublevaciones, inestabilidad y las grandes amenazas que llevan los cambios traumáticos. Ellos también estarían dispuesto a “un arreglo en la cumbre”, tras las bambalinas.

Es la peor conspiración con la que tenemos que enfrentarnos en estos momentos. Es un nuevo y más perverso Tratado de París, que dejaría a la sociedad civil cubana, sin opciones para el futuro.
La frase "laissez faire, laissez passer", expresión francesa que significa "dejad hacer, dejad pasar" es lo que quiere el gobierno que haga la disidencia. No interferir, no moverse, no molestar. Por eso la represión militar y de la Seguridad del Estado contra los activistas y disidentes. La táctica es crear un verdadero estado de terror, con las muestras del poderío militar de la dictadura.

El apoyo venezolano, chino, ruso y de los inversores de España, Canadá, Italia y Alemania, les está dando suficiente oxígeno para la implementación de esta estrategia. Y tiempo para esperar los cambios de Europa y los Estados Unidos.
Los anzuelos están lanzados.

Es por ello, que la disidencia y el exilio, tienen que responder de manera rápida. Contratacar para evitar lo que pretenden. No es sólo adueñarse del poder y la riqueza, sino, tener tiempo para disfrutarlo. Borrón y Cuenta nueva. Seguirán de dueños del país. Y las victimas tendrán que esperar por las calendas para que se haga justicia.
Es necesario tomar conciencia de estos planes, y actuar con la celeridad que ameritan las graves cirscuntancias de esta situación.
Ni podemos dejar hacer, ni podemos dejar pasar. Actuar ahora, con la fuerte de nuestra unidad y con una estrategia de respuesta a cada tentativa de la dictadura. Ellos saben que están en estado terminal. La represión y el chantaje, no podrá parar las verdaderas aspiraciones de la destrozada sociedad cubana. Hemos esperado mucho.
Es el tiempo de pensar y actuar.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá