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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.

Asdrubal Caner

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Escritor y Poeta

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es temprano,siga leyendo

miércoles, 2 de abril de 2008

Y SIGUEN LAS BURLAS

He aquí – hasta ahora – las últimas “reformas estructurales” de Raúl Castro:


  • Venta de tostadoras (se
    inventaron hace 70 años)
  • venta de ollas de presión
    (Idem)
  • venta de reproductores
    de DVDs
  • venta de computadoras
    (en Cuba no hay Internet)
  • venta de teléfonos celulares
    ( en moneda dura cash CUC)
  • abolición parcial del
    apartheid turístico (Idem)
  • renta de autos (Idem)



No sé si olvido alguna otra
“reforma”.


Digo que es una burla, porque un
pueblo de mendigos, no puede comprar esas cosas en CUC, que es moneda
dura y ajena, para el cubano de a pie.


Me da la impresión de que, todas
esas medidas, están diseñadas para que el bolsillo del exilio cubano
las pague. Supongo que las líneas telefónicas entre el Bunker y Miami,
Madrid y otras ciudades del destierro, estén saturadas: ¡ Etelvina…manda
plata que etamo ganando!!


Desde el principio de la Sucesión
Imperial, lo dije: no esperen nada. Son cambios cosméticos. Será una
nueva farsa. Darán unas sobras más, para acallar los ánimos, pero
más nada.


¿Resuelven estas medidas los gravísimos
problemas de la sociedad cubana?


¿Para qué tostadoras, si no hay
pan? ¿Para que las ollas arroceras, si no hay arroz? ¿Para qué las
computadoras, si no hay Internet? ¿Para qué celulares, si sólo unos
pocos – los hijitos de la Nomenklatura
– podrán pagar con CUC?


¿Para qué las aperturas de los
hoteles – donde una noche puede costar entre 60-185 CUC
– cuando la gente gana 12-16 dólares por mes? Bueno, rectifico,
será muy bueno para “las hijas de las noches” de
Fidel Castro, las jineteras.


Nada de esto resuelve la terrible
tragedia del pueblo cubano. Simple entretenimiento para los siervos.
Mientras tanto, la mafia se afianza en el poder. El PAI (Poder de la
absoluta Impunidad) necesita tiempo, otros 50 años, para las
“futuras transformaciones socialistas”.


Las medidas radicales para una efectiva
transformación económico-social de Cuba, comienzan con la eliminación
de la propiedad estatal sobre todos los medios de producción y, la
reestructuración de todos los sectores económicos del país. Y seguiran
con la abolición de los poderes dictatoriales que se ejercen contra
nuestra sociedad. La libertad económica y la libertad política conducirán
a la libertad civil y a la transformación democrática de la isla.



Esas
son las verdaderas reformas estructurales que necesitamos. Lo demas
es pura demagogia.


Y no creo que los actuales desgobernantes
estén dispuestos a inmolarse. Es un problema de instinto.



El pueblo de Cuba tendrá que esperar
otros 50 y luego otros 50 y después otros 300 más.



Hay un proverbio chino que dice:
“ La más alta montaña se sube, dando el primer paso”



Al parecer, en Cuba, hay muy pocos
chinos.


Un abrazo.


Asdrúbal Caner Camejo


Representante del PSC


en Canadá.












































LAS REFORMAS QUE CUBA NECESITA

Ayer, el economista Omar Everleny, del Centro de Estudios de la Economía Cubana, en una entrevista con la BBC, planteó el proceso de descentralización, como una de las medidas importantes que se están acometiendo.

No dudo de la importancia de la descentralización de la economía cubana. El problema radica en cómo acometer ese proceso.

El hecho de que ahora los municipios tienen en sus manos la toma de decisiones sobre la agricultura, es totalmente insuficiente y carece de significado.

El señor Orlando Lugo Fonte, Presidente vitalicio de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) señaló que la entrega masiva de tierras, mejores precios y la descentralización, son el trípode central de la nueva reforma agraria de Raúl Castro.

Al parecer, la reforma radica en crear miles de minifundios de cinco caballerías, a partir de las tierras ociosas, mientras el gobierno mantiene en sus manos el 80% de las tierras, para lograr que grandes corporaciones hagan inversiones en esas propiedades del Estado. Eso está condenado al fracaso, y lo explicaré más adelante.

Si los mejores precios que dice el señor Lugo, se refieren al pago de la leche a los productores a $2.50 el litro, esto tendrá un efecto mínimo, si no se establece una moneda única. Los costos del manejo ganadero no pueden cubrirse con esos dos pesos y medio, ni los campesinos saldrán de su actual pobreza. Solo servirá para desestimular ese sector de la economía. Lo mismo ocurrirá en la producción de otros renglones como el café, tabaco, frutos menores, arroz, etc.

Si el actual gobierno no retoma el articulado de la I Reforma Agraria, que daba hasta 50 caballerías a los productores, nada se conseguirá. Solo una agricultura basada en empresas de tamaño medio - que puedan agruparse para la comercialización, así como la eliminación de intermediarios, y con manejo de recursos suficientes de fuentes privadas – podrá impulsar un desarrollo vertiginoso de la producción agrícola, para el consumo nacional y la exportación.

La entrega de hasta 50 caballerías de tierras en usufructo, y trabajadas de manera descentralizada e independiente, permitirá la recaudación de una masa considerable de impuestos para el Estado.

Eso si sería una verdadera reforma y descentralización agrícola.

La agricultura cubana necesita de una reforma radical y profunda. Ahí está el reto de la producción azucarera, destrozada por las absurdas y descabelladas ideas de F. Castro.

Lo mismo se puede decir para los otros sectores de la economía. Si el señor Raúl Castro piensa que, creando cuentapropistas se puede alcanzar los niveles productivos que necesita el consumo y los servicios nacionales, los cubanos tendrán que esperar por otros 300 años, para ver sus necesidades satisfechas.

La reforma radical entraña la eliminación o reducción de la propiedad estatal y la creación de empresas privadas, con una mínima intervención del gobierno, considerando esa intervención en el campo de la política fiscal, como base para la redistribución – no igualitaria, pero si solidaria – de la riqueza de nuestro país.

La reforma radical significa también la eliminación de la dirección y manejo vertical y burocrático de los precios. Que sea el mercado quien determine los precios en la economía. Cualquier economista en Cuba sabe que, el manejo subjetivo y burocratico de los precios, ha sido una de las causas principales del desastre de la economía cubana. No digo que el Estado no pueda intervenir en ciertas circunstancias, pero sólo en situaciones extremas. La ley del valor regula y decide los precios. Ningún hombre, por muy arrogante que sea, podrá echarse esa tarea en sus hombros, excepto que ese hombre se llame Fidel Castro. Miren el tamaño del fracaso de sus “geniales ideas”.

Si se quiere eliminar la extrema dependencia del comercio exterior y de las remesas petroleras del loco venezolano, hay que acometer una transformación completa de la economía nacional.

¿Se atreveran los actuales dirigentes de la isla a acometer esas medidas radicales?

Yo lo dudo. Pero, el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos. Casi no les queda tiempo. Medidas cosméticas podrán calmar las furias por un tiempo. Pero un día, todo se va a volina.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Economista. Ex Profesor de la Universidad

de Oriente.

Representante del PSC

en Canadá

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