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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.
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miércoles, 25 de abril de 2007
LOS DOS REYES Y LOS DOS LABERINTOS
“Cuentan los hombres dignos de fe
(pero Alá sabe más) que en los
primeros días hubo un rey de las
islas de Babilonia, que congregó a
sus arquitectos y magos y les
mandó a construir un laberinto….”
El Aleph. Jorge L. Borges
No es mi intención hacer un análisis narratológico de esa sublime maravilla de Borges. Simplemente que el cuento me mandó directo a Cuba y sus caminos alternativos, ante una crisis que ha llegado al punto cero.
He leído muchos artículos y opiniones que consideran posible una sucesión de dos reyes, como plausible alternativa al laberinto a que han llevado a la sociedad cubana.
Pero….¿cúal es la diferencia entre un laberinto y un desierto? Ninguna. Ambos son eso, un leberinto.
Desde mis páginas he llamado a rechazar esa sucesión, porque no tengo ninguna confianza entre el primer Rey y el segundo: ambos son absolutamente responsables de la segunda tragedia más devastadora en la historia de la isla.
Nadie – excepto algunos energúmenos llenos de odio – quiere una salida sangrienta para nuestro país. Sería darle nacimiento a una nueva República, manchada de sangre desde los pies a la cabeza. Sería abrir una herida de la que, por muchas décadas, no nos repondríamos. Esa es una alternativa que ningún cubano que ame a su país, quiere y, hay que desecharla de antemano.
¿Cúales son pues, los caminos alternativos?
El primer camino sería la aceptación de la sucesión monárquica y, manteniendo el PCC las riendas del poder, llamar a elecciones para la incorporación de los diputados disidentes y opositores, y la creación de un gobierno de Unidad Nacional. Eso significaría reconocer al Partido Comunista como dirigente de la nación y crearía una cohabitación muy difícil entre las fuerzas componentes. Se acometerían reformas dentro del modelo chino, con una apertura económica y ciertas libertades políticas. Borrón y Cuenta Nueva, con leyes de perdón para todos los responsables de crímenes contra la nación cubana.
¿Sería esta variante aceptable para la mayoría del pueblo cubano?
La segunda alternativa, es la liberación de todos los presos políticos y el llamado a elecciones libres, bajo supervisión internacional, con la participación de la oposición dentro y fuera de la isla. Creación de un gobierno democrático, que acometa rápidamente las siguientes tareas:
- Creación de una Asamblea Constituyente, para el cambio de todas las leyes comunistas y el reestablecimiento de las libertades y derechos reconocidos en las Convenciones Internacionales de las Naciones Unidades y otros organismos internacionales. Reforma Legal y Penal de todo el sistema.
- Formación del Parlamento de la República y creación de Comisiones Parlamentarias para atender los asuntos relacionados con la familia, la mujer, la niñez, los ancianos, la juventud, el bienestar social, la discriminación racial o sexual, así como la atención a la esfera económica, laboral, judicial y los problemas de los diferentes segmentos de la población.
- Enjuiciamiento, con todas las garantías procesales, a los responsables de crímenes y abusos contra la sociedad civil del país.
- Revisión de todos los casos de los prisioneros comunes por delitos que solo lo son bajo las leyes comunistas. Con ello saldrían de las cárceles decenas de miles de personas negras y el cierre de cientos de prisiones en el país.
- Llamado a una Conferencia Internacional para el apoyo económico-financiero a las transformaciones de la economía y el incremento del bienestar de la población.
- Reforma Agraria, que entregue las tierras en manos del Estado, a los descendientes de los Mambises. Creación de empresas agrícolas y agroindustriales privadas, con eliminación de todo tipo de intermediarios y con capacidad directa de exportación.
- Profunda reforma de toda la estructura económica y su infraesctructura legal.
- Decisión acerca del marco constitucional en el que actuarán las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Gobernación, con reformas de todos sus mandos.
- Marco legal y garantías para todas las empresas extranjeras que trabajan en Cuba. Hacer las reformas de las reglas del juego de dichas instituciones. Nueva legislación sobre la incorporación de empresas extranjeras y delimitación de los sectores para las inversiones.
- Legislación sobre los litigios y compensaciones a los dueños de las empresas nacionalizadas y marco temporal para esos pagos
- Acometer profundas reformas en los sistemas de educación, salud, seguridad social y otros, que garanticen el completo acceso de toda la población a estos servicios.
- Reformas de carácter especial, de todo el aparato del Estado y del Gobierno.
- Reestructuración y modelación de las Relaciones Exteriores de la República. Incluye sus relaciones económicas y comerciales.
La lista de lo que debería acometer un gobierno democrático en Cuba, es muy larga. Prácticamente hay que cambiarlo casi todo, con ecuanimidad, inteligencia y transparencia. Dejar aquello que nos beneficie y eliminar todo lo que obstaculice el bienestar de toda la población.
La tercera alternativa sería una violenta explosión popular, ante la negativa del gobierno comunista, a comenzar una transición a los causes democráticos y al respeto de las libertades y derechos consagrados por las Convenciones internacionales. Nadie quiere una explosión violenta, de consecuencias impredecibles.
El Gobierno comunista será responsable de todo lo que ocurra.
Dentro de pocos días, todos los cubanos en el exterior, conmemoraremos el 20 de Mayo, día del nacimiento de la República de Cuba.
Desde esa fecha hasta el presente, han transcurrido 105 años. Más de un siglo de errores, fracasos, corrupciones, dictaduras. Un siglo de inestabilidad política y social, en que no ha fraguado la democracia, la constitucionalidad y el Estado de Derecho.
La única, repito, la única alternativa que tiene la sociedad cubana para no ser un Estado Fracasado, es abrazar con todas las fuerzas de su vida, la institucionalidad democrática y el respeto más absoluto a la ley. Y sólo la decencia ciudadana y la decencia de los gobernantes y de las instituciones, podrá ponernos en el camino del éxito para construir una República respetada y progresista.
La unidad racional y consciente de cada ciudadano en torno a ese objetivo esencial de la nación, es lo único que nos permitiría salir de la actual encrucijada.
No es el tiempo de las emociones ni la ignorancia. Barrer esas lacras y edificar un Estado responsable del bienestar y la dignidad de todos, es la más íntima esperanza y deseo de todos nosotros.
No queremos una nación que polarice la extrema riqueza ni la extrema pobreza. No queremos una sociedad racialmente dividida o discriminatoria. Queremos ser el ajiaco que siempre fuimos.
Queremos una sociedad donde la riqueza alcance para el bienestar de todos, aunque no sea basada en ningún tipo de igualitarismo utópico.
La actual y extrema vulnerabilidad económica y social, le impone a un gobierno democrático una tarea de gigantes.
Sé que será extremadamente difícil durante los primeros diez años, pero el gobierno tendra la responsabilidad de crear diversos programas sociales para atender, con esmero y delicadeza, a los segmentos más vulnerables.
El comunismo ha destrozado a nuestro país. Nuestra tarea será reconstruir a nuestro país y guardar y enseñar a las próximas generaciones, la excecrable lección del castrismo
Hacer profunda conciencia en la sociedad cubana, de la tragedia y las consecuencias que hemos sufrido, porque no habrá fuerza en el mundo, que nos imponga el mismo camino. Estar alerta.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
¡Nunca, nunca jamás!
!Ah... les recomiendo este cuento de Jorge L. Borges, para que vean el significado de la parábola y la moraleja. Y que me perdone Borges, desde los cielos, por tomarle prestado el nombre de su maravilloso cuento.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
(pero Alá sabe más) que en los
primeros días hubo un rey de las
islas de Babilonia, que congregó a
sus arquitectos y magos y les
mandó a construir un laberinto….”
El Aleph. Jorge L. Borges
No es mi intención hacer un análisis narratológico de esa sublime maravilla de Borges. Simplemente que el cuento me mandó directo a Cuba y sus caminos alternativos, ante una crisis que ha llegado al punto cero.
He leído muchos artículos y opiniones que consideran posible una sucesión de dos reyes, como plausible alternativa al laberinto a que han llevado a la sociedad cubana.
Pero….¿cúal es la diferencia entre un laberinto y un desierto? Ninguna. Ambos son eso, un leberinto.
Desde mis páginas he llamado a rechazar esa sucesión, porque no tengo ninguna confianza entre el primer Rey y el segundo: ambos son absolutamente responsables de la segunda tragedia más devastadora en la historia de la isla.
Nadie – excepto algunos energúmenos llenos de odio – quiere una salida sangrienta para nuestro país. Sería darle nacimiento a una nueva República, manchada de sangre desde los pies a la cabeza. Sería abrir una herida de la que, por muchas décadas, no nos repondríamos. Esa es una alternativa que ningún cubano que ame a su país, quiere y, hay que desecharla de antemano.
¿Cúales son pues, los caminos alternativos?
El primer camino sería la aceptación de la sucesión monárquica y, manteniendo el PCC las riendas del poder, llamar a elecciones para la incorporación de los diputados disidentes y opositores, y la creación de un gobierno de Unidad Nacional. Eso significaría reconocer al Partido Comunista como dirigente de la nación y crearía una cohabitación muy difícil entre las fuerzas componentes. Se acometerían reformas dentro del modelo chino, con una apertura económica y ciertas libertades políticas. Borrón y Cuenta Nueva, con leyes de perdón para todos los responsables de crímenes contra la nación cubana.
¿Sería esta variante aceptable para la mayoría del pueblo cubano?
La segunda alternativa, es la liberación de todos los presos políticos y el llamado a elecciones libres, bajo supervisión internacional, con la participación de la oposición dentro y fuera de la isla. Creación de un gobierno democrático, que acometa rápidamente las siguientes tareas:
- Creación de una Asamblea Constituyente, para el cambio de todas las leyes comunistas y el reestablecimiento de las libertades y derechos reconocidos en las Convenciones Internacionales de las Naciones Unidades y otros organismos internacionales. Reforma Legal y Penal de todo el sistema.
- Formación del Parlamento de la República y creación de Comisiones Parlamentarias para atender los asuntos relacionados con la familia, la mujer, la niñez, los ancianos, la juventud, el bienestar social, la discriminación racial o sexual, así como la atención a la esfera económica, laboral, judicial y los problemas de los diferentes segmentos de la población.
- Enjuiciamiento, con todas las garantías procesales, a los responsables de crímenes y abusos contra la sociedad civil del país.
- Revisión de todos los casos de los prisioneros comunes por delitos que solo lo son bajo las leyes comunistas. Con ello saldrían de las cárceles decenas de miles de personas negras y el cierre de cientos de prisiones en el país.
- Llamado a una Conferencia Internacional para el apoyo económico-financiero a las transformaciones de la economía y el incremento del bienestar de la población.
- Reforma Agraria, que entregue las tierras en manos del Estado, a los descendientes de los Mambises. Creación de empresas agrícolas y agroindustriales privadas, con eliminación de todo tipo de intermediarios y con capacidad directa de exportación.
- Profunda reforma de toda la estructura económica y su infraesctructura legal.
- Decisión acerca del marco constitucional en el que actuarán las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Gobernación, con reformas de todos sus mandos.
- Marco legal y garantías para todas las empresas extranjeras que trabajan en Cuba. Hacer las reformas de las reglas del juego de dichas instituciones. Nueva legislación sobre la incorporación de empresas extranjeras y delimitación de los sectores para las inversiones.
- Legislación sobre los litigios y compensaciones a los dueños de las empresas nacionalizadas y marco temporal para esos pagos
- Acometer profundas reformas en los sistemas de educación, salud, seguridad social y otros, que garanticen el completo acceso de toda la población a estos servicios.
- Reformas de carácter especial, de todo el aparato del Estado y del Gobierno.
- Reestructuración y modelación de las Relaciones Exteriores de la República. Incluye sus relaciones económicas y comerciales.
La lista de lo que debería acometer un gobierno democrático en Cuba, es muy larga. Prácticamente hay que cambiarlo casi todo, con ecuanimidad, inteligencia y transparencia. Dejar aquello que nos beneficie y eliminar todo lo que obstaculice el bienestar de toda la población.
La tercera alternativa sería una violenta explosión popular, ante la negativa del gobierno comunista, a comenzar una transición a los causes democráticos y al respeto de las libertades y derechos consagrados por las Convenciones internacionales. Nadie quiere una explosión violenta, de consecuencias impredecibles.
El Gobierno comunista será responsable de todo lo que ocurra.
Dentro de pocos días, todos los cubanos en el exterior, conmemoraremos el 20 de Mayo, día del nacimiento de la República de Cuba.
Desde esa fecha hasta el presente, han transcurrido 105 años. Más de un siglo de errores, fracasos, corrupciones, dictaduras. Un siglo de inestabilidad política y social, en que no ha fraguado la democracia, la constitucionalidad y el Estado de Derecho.
La única, repito, la única alternativa que tiene la sociedad cubana para no ser un Estado Fracasado, es abrazar con todas las fuerzas de su vida, la institucionalidad democrática y el respeto más absoluto a la ley. Y sólo la decencia ciudadana y la decencia de los gobernantes y de las instituciones, podrá ponernos en el camino del éxito para construir una República respetada y progresista.
La unidad racional y consciente de cada ciudadano en torno a ese objetivo esencial de la nación, es lo único que nos permitiría salir de la actual encrucijada.
No es el tiempo de las emociones ni la ignorancia. Barrer esas lacras y edificar un Estado responsable del bienestar y la dignidad de todos, es la más íntima esperanza y deseo de todos nosotros.
No queremos una nación que polarice la extrema riqueza ni la extrema pobreza. No queremos una sociedad racialmente dividida o discriminatoria. Queremos ser el ajiaco que siempre fuimos.
Queremos una sociedad donde la riqueza alcance para el bienestar de todos, aunque no sea basada en ningún tipo de igualitarismo utópico.
La actual y extrema vulnerabilidad económica y social, le impone a un gobierno democrático una tarea de gigantes.
Sé que será extremadamente difícil durante los primeros diez años, pero el gobierno tendra la responsabilidad de crear diversos programas sociales para atender, con esmero y delicadeza, a los segmentos más vulnerables.
El comunismo ha destrozado a nuestro país. Nuestra tarea será reconstruir a nuestro país y guardar y enseñar a las próximas generaciones, la excecrable lección del castrismo
Hacer profunda conciencia en la sociedad cubana, de la tragedia y las consecuencias que hemos sufrido, porque no habrá fuerza en el mundo, que nos imponga el mismo camino. Estar alerta.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
¡Nunca, nunca jamás!
!Ah... les recomiendo este cuento de Jorge L. Borges, para que vean el significado de la parábola y la moraleja. Y que me perdone Borges, desde los cielos, por tomarle prestado el nombre de su maravilloso cuento.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
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