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Asdrubal Caner
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RAZONES Y ELEMENTOS DEL PODER DE FIDEL CASTRO (PARTE II)
¿Por qué Fidel Castro no cayó del poder después de la caída de la URSS en 1991 y del campo socialista?
Aunque todo el mundo esperaba su caída, incluyendo a los propios militantes y dirigentes del PCC, no se produjo. Recuerdo a uno de esos dirigentes en Santiago que, abordando su auto me dijo… ¡Y van 90 días! Yo no sabía que me quería decir y le pregunté. Y me dijo… ¡Llevamos tres meses de la caída de la URSS, y la Revolución no se ha caído!
Ahí fue que me dí cuenta de que ellos mismos estaban contando los días que le quedaban.
Ante todo debo decir algo que explica en parte ese fenómeno: el llamado campo socialista era un producto de la invasión soviética, a finales de la II Guerra Mundial, la imposición de gobiernos comunista por la URSS, así como el sostenimiento artificial de esas dictaduras.
En Cuba, se había producido una Revolución apoyada inicialmente por el pueblo, y no era producto de esa invasión soviética. Pero era una imposición dictatorial con pleno apoyo soviético también.
Sin embargo, lo que realmente explica la no caída de Fidel Castro y su régimen de oprobios, se puede resumir en cinco factores fundamentales:
- Todo el conjunto de medidas que analizamos en la
primera parte, que le permitieron al dictador crear un
verdadero bunker insumergible, entre esa gigantesca
ola de cambios en la Europa del Este y en el mundo.
Un inmenso Gulag blindado, donde se morían de
hambre y de injusticia, unos 10 millones de cubanos.
- El hambre y las injusticias no pudieron vencer al Miedo
de ese pueblo, cuya mayoría (70%) eran jóvenes de
30 años, nacidos, adoctrinados, militarizados,
colectivizados y amordazados por la impunidad de un
poder violento y sin límites.
- La debilidad y falta de liderazgo de la Oposición
interna y la incapacidad del exilio para hacer algo,
sometidos a las leyes de EE.UU. y al espionaje del FBI
la CIA y la Gestapo cubana.
- Las medidas de apertura económica para las
inversiones extranjeras en sectores claves como el
turismo, minería, telefonía y comunicaciones,
prospección petrolera, así como la creación de Zonas
Francas para inversiones en diversas producciones
industriales (algunas compañías de Canadá e Italia
han estado utilizando fuerza de trabajo esclava,
provenientes de las cárceles castristas). A estas
medidas de apertura respondieron países como
Canadá, España, Italia, etc.
5- Ciertas aperturas internas para frenar la presión de
más de un millón de desempleados, apertura de los
mercados campesinos, trabajos por Cuenta Propia y
otras medidas para aplacar todo el profundo
descontento popular, por las extremas y severas
restricciones del Período Especial.
A pesar de este análisis, la situación entre 1989-1995 era tan
desesperada, que es imposible explicar por qué no hubo una rebelión en Cuba. Esa situación se expresaba en las siguientes formas:
- La importación de petróleo de la URSS cayó de 10.6
miles de millones de toneladas métricas (MMTm) en
1990 a 1,8 en 1992. Los llamados apagones (falta de
electricidad) se producían todos los días, con una
duración de 4 a 18 horas.
- El 35 % del comercio con la URSS desapareció. En las
tiendas y mercados cubanos, prácticamente no había
productos. Se redujeron renglones en la Tarjeta de
Racionamiento y desaparecieron o se redujeron
elementos importantes de las dieta cubana (arroz,
frijoles, café, pollo, carne de res, carne de cerdo, aceite,
pan, pescado, huevos y un largo etcétera). El hambre se
hizo muy aguda, hasta el punto de que comenzaron a
morir decenas de miles de personas de la tercera edad.
Los perros, gatos, jutías, serpientes, palomas y otros
animales fueron desapareciendo de las casas y las
calles, formando parte –por primera vez – de la dieta del
cubano.
El transporte prácticamente desapareció. Se habilitaron
los camiones privados como transporte colectivo.
Comenzaron los graves problemas con el suministro
de agua en todo el país.
La ropa, calzado, productos del hogar, papel sanitario
y otro sinnúmero de productos desaparecieron del
mercado.
Y se arreció el robo y la corrupción en las empresas,
comercios, restaurantes, carnicerías y en todas las
instituciones del Estado.
Todos los sectores productivos decayeron al 50%
o menos en su producción y otros quedaron para-
lizados, resultado de la reducción de las inversiones
en un 72.4 %, así como un 76.6 del comercio exterior
y una falta de liquidez monetaria de más de un 164 %.
Simplemente, el país se estaba cayendo a pedazos y sin
recursos nacionales ni créditos extranjeros para enfrentar
esta situación. Para esa época, la deuda externa del Clan
Castro era del orden de los 40 mil millones de dólares. Fue
un total colapso de la economía, después de 35 años de
fracaso tras fracaso.
Todos estos fenómenos no se pueden explicar solamente por
la caída de la URSS y del campo socialista. Lo fundamental estaba y está en los vaivenes y altibajos de sistemas de dirección económica, absolutamente carentes de realidad y, de un sistema económico basado en “la pureza ideológica del pueblo”, que no permitía ni permite ninguna transformación estructural y total de un fracasado sistema económico castro-guevarista, centralizado y cerrado a cualquier cambio, por expresa decisión del dueño absoluto de la isla.
Entre 1995 y 1998, con las aperturas al turismo y el capital extranjero – los cubanos no pueden tener ninguna propiedad ni capital en su país –, la sustitución de sus antiguos socios comerciales, por otros nuevos, como Canadá y España, la dolarización de la economía y la apertura interna al cuentapropismo, la economía comenzó un lento proceso de recuperación. Vale recordar que, el peso cubano, que en 1957 valía más que el dólar americano, comenzó una frenética caída desde los años 70 hasta el presente. En 1994, en Santiago de Cuba, un dólar se compraba a $120 pesos, reduciéndose en la actualidad a $24 pesos por dólar, una depreciación sin precedentes en la historia de Cuba.
A partir del año 2000 continúo su lenta e inestable recuperación económica, afectada en 2001 en el sector turístico, por el ataque terrorista contra EE.UU.
A partir de ese año, varios factores ayudaron al país:
-Surgimiento de un gobierno comunista en Venezuela
que ha sustituido a la ex URSS como sostén imprescindible del Clan Castro.
- Creación de una alianza de países socialistas y de
izquierda en A. Latina (Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Argentina, Chile, Brasil…) y España, que le abrieron
los brazos a los Castro y mejoraron su machacada
imagen de violentos represores.
- Entrada en escena de China y Rusia, con sus créditos y
condiciones de financiación para sus exportaciones a
Cuba.
La producción de níquel y cobalto fueron creciendo resultado de los buenos precios, que llegaron a promedios por tonelada de 37 mil dólares (2007) y 21 mil dólares (2008). Así mismo ocurrió con el turismo, llegando en 2007 a los 2,2 miles de millones de dólares en ingresos.
La crisis económica mundial en 2008 ha demostrado que, la economía cubana, secuestrada durante más de medio siglo por una ideología fracasada, no resiste un embate más. El momento actual es tan tétrico, que es muy difícil abarcar todas sus manifestaciones.
En 2008, Cuba llegó a tener un déficit comercial de casi 10 000 millones de dólares, el más alto de la historia de la Revolución. Tres huracanes hicieron daños por $10 mil millones de dólares. La deuda externa – sin contar a Rusia – sobrepasa los 19 mil millones en 2010. Hay más de 25 mil millones de pesos en circulación, con muy escaso respaldo material, lo que profundiza a niveles extraordinarios la inflación en la economía. Si el déficit presupuestario en 2008 fue de -$4, 200 millones, para 2010 hay que esperar entre 6-7 mil millones. Los precios del níquel se derrumbaron en un 80%, para llegar al actual nivel en torno a los 11 mil dólares por tonelada.
La debacle cubana abarca todos los sectores económicos, todas las esferas de la sociedad y a todo el conjunto de la población cubana.
Creo que, para la mayoría de la población está claro que, bajo la dirección actual de Cuba, jamás van a salir de una crisis para entrar en otra y, jamás saldrán del hambre, la miseria y la destrucción de la nación cubana.
Pero el Clan Castro sigue allí, incólume y vivito y coleando como dicen en el país.
Asdrúbal Caner Camejo
Profesor y Escritor