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Asdrubal Caner

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Escritor y Poeta

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viernes, 17 de agosto de 2007

LA SOLEDAD DE LA CRUZ

(Carta a Soledad Cruz)

Señora Soledad Cruz:

He leído con suma atención su artículo “El revolucionario riesgo de la verdad”, publicado en Kaos en la red.
Estaba de vacaciones y, un amigo de España, me mandó su artículo, para que le diera mi opinión. Buscando en Internet, me he dado cuenta de las decenas de respuestas a sus críticas, tan inusuales en comunistas tan comprometidos como usted.
También leí con mucho cuidado el trabajo de Keterinjuk en Rebelión.
Este último, es un serio intento por desentrañar las causas del colapso total del bloque comunista soviético, que luego comentaré.
El título de su artículo, es una joya. Una joya del MIEDO. Del abominable miedo, que el castrismo implantó en la sociedad cubana. Cuando alguien como usted habla del “riesgo” de la verdad, desconoce que hace más de 100 años, alguien en Cuba escribió alguna vez: ”Sólo la verdad nos pondrá la toga viril” o lo que dijo el Apóstol de Cuba - que F. Castro tomó como bandera, para justificar la impunidad de su poder, en el colmo del cinismo - : “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía. Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado"

Por otra parte, para mí es muy sospechoso que ahora salgan a la palestra pública, las Mariela Castro, Celia Hart y usted, con una avalancha de artículos y comentarios de corte críticos o troskistas-guevaristas, aunque siempre defendiendo al cadáver de la “Revolución Cubana”. Sospechoso porque ahora, al cabo de cincuenta años, “descubren” algunas cosillas y pequeños “errores” del castrismo, como lo que señala sobre la imposibilidad de “sentar en su carro a un extranjero”, o los bajos salarios.
Ante todo, debo reconocer – aunque muy tardía y limitada - su riesgo de expresar esas opiniones. Por esas mismas opiniones, han pasado por el infierno de las cárceles castristas, miles de periodistas y pacíficos disidentes.
Es también alucinante, que descubra en el serio trabajo de Keterinjuk, las visiones de la caída del comunismo, cuando ustedes – los hijos privilegiados del castrismo – podían acceder a los “infiernillos” de libros prohibidos de las Universidades o de las bibliotecas, para leer a George Orwell en “1984” o los escritos de los disidentes polacos de la Universidad de Varsovia.
O simplemente investigar en la terrible realidad del terror contra los pensadores heterodoxos, contra los periodistas independientes, contra los sindicalistas.
Por expresiones similares a las suyas, en abril de1980, siendo Profesor de la Universidad de Oriente, fui denunciado por los comunistas de dicha universidad y detenido por la Stasi cubana. Sometido a 72 horas de interrogatorios en Santiago de Cuba, salí de allí, con la Advertencia de que, si repetía, sería convicto por “Propaganda Enemiga”.

Era primera vez que escuchaba ese cargo criminal. Y fue como un despertar.

A esa gentuza oportunista, no les interesó mi historia de luchador revolucionario y combatiente internacionalista, para destrozar mi vida. Fui llevado al ostracismo y a la vigilancia sistemática de la Seguridad, durante los próximos catorce años. A pesar de ello, continué trabajando y relizando mi Doctorado en Ciencias Económicas. Y desde luego, entré en un grupo de escritores disidentes de Santiago de Cuba, creado por Ismael Sambra y otras personas, desmembrado por la KGB cubana.
Recuerdo un episodio particularmente doloroso, pero ejemplar de la naturaleza del sistema que se había creado en mi país. Ocurrió en 1989, en la Pre-Defensa de mi Tesis de Doctor sobre “Problemas de la ineficiencia y la irrentabilidad de la industria azucarera cubana”, inscripto en la Academia de Ciencias de Cuba como “Problema Ramal 534: Investigaciones económicas de la agro industria azucarera”. Cuando terminé de expresar el resumen de dicho documento, el Presidente del Consejo Científico Dr. Ramón Rodriguez Betancourt, militante del PCC, graduado de Doctor en la URSS, me dijo: “Compañero Profesor…¿Ud. cree que nosotros podemos enviarle esta Tesis a nuestro Comandante en Jefe?” Punto. De un plumazo, un imbécil oportunista, bajo la dirección de otro estúpido de la Seguridad, destruía ocho años de profundas y serias investigaciones en el principal sector de la economía cubana, que hubieran prevenido el actual colapso de la industria azucarera del país.
Las fuerzas más contrarevolucionarias que hay en Cuba, son los mismos comunistas y el aparato de la Seguridad del Estado. Son la élite más reaccionaria y recalcitrante de la superestructura del poder. Ellos, junto a su Comandante, su hermano Raúl y el resto de los dirigentes históricos, han aplastado el sueño de la sociedad cubana, de vivir en una democracia con solidaridad social, como había prometido F. Castro en La Historia me Absolverá.

Estoy de acuerdo con usted cuando escribe que “ se guardaba silencio sin tener en cuenta que silenciar los problemas reales es la mejor forma de hacerlos mayores”. No ha habido gobierno en Cuba, menos transparente, antidemocrático y de tan masivo ocultamiento, como lo ha sido el castrismo. Eso ha creado la absoluta impunidad del poder. El castrismo a usado las riquezas del país a su antojo, hasta agotarlas y llevar a la sociedad cubana a los niveles de miseria y pobreza actuales

Lo que usted no entiende es que el castrismo es una superestructura de dominación de la sociedad cubana, como lo fue el stalinismo en los países del Este de Europa.
He escrito en otros artículos, las palabras de Trosky en “El Profeta Desterrado” de Isaac Deutscher: “ El proletariado sustituye a toda la sociedad. El Partido sustituye a la clase obrera. El Comité Central sustituye al Partido. El Buro Político sustituye al Comité Central. Y el Secretario General sustituye al Buro Político” Es la dictadura personal. La impunidad absoluta. Nadie como F. Castro para decidir lo que puede y no puede ser. Así ha manejado a Cuba, basado en sus ideas y la fuerza de la violencia, la represión y el terror.

Lo que no pudo imaginar F. Castro es que el terror sólo conduce a duplicar el grueso de la máscara del pueblo. Y que, bajo esas condiciones, pueden pasar cincuenta años, pero no más. El pueblo de Cuba se está saliendo del teatro que el castrismo creó, desde el primer día de la toma armada del poder.

Lo que usted ni Katerinjuk pueden reconocer, para explicar el desastroso descalabro del comunismo, como teoría y como sistema, es lo siguiente:

- El comunismo es una estructura y superestructura político-económica artificial, no salida del propio desarrollo de las fuerzas productivas, sino, impuesta a la fuerza por un Partido, basado en una concepción utópica de la sociedad. Quien haya leído a Marx sabe que, ningún modo de producción desaparece, hasta que no desarrolla todas las potencialidades de sus fuerzas productivas. Lo demas es pura política y, la política no puede crear modos de producción nuevos. Esa es la falsedad de los Partidos Comunistas y los movimientos radicales de izquierda. La política y la ideología, son lo que dijo F. Engels, “una falsa conciencia”. Y yo agregaría que son el basamento supraestructural del terror comunista, en su afan de imponer una utopía imposible.

- La destrucción del mercado y sus leyes, es el peor error de los Partidos Comunistas, en busca de la justicia social, porque eso conduce al estancamiento y la miseria, y jamás podrá llevar a la sociedad al bienestar y la solidaridad social.

Al eliminar las relaciones monetario-mercantiles, el comunismo se liquida a sí mismo, como posible alternativa de distribución de la riqueza.
Y eso se puede explicar con las propias palabras de Marx- citadas por Keterinjuk: “La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. […] La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes.” (C.Marx y F. Engel: El Manifiesto Comunista”

Esa es la extraordinaria ventaja del mercado: es la fuente original de la civilización y de las riquezas, desde el tiempo de los fenicios.
Para un socialista como yo, conocedor y estudioso profundo de la teoría económica marxista, de la cual fui Profesor por casi 20 años, la acción del mercado y de sus leyes genera graves desigualdades y polariza la riqueza y la pobreza.
Y es en este aspecto que entra la función reguladora del Estado y el Gobierno: redistribuir de la forma más justa las riquezas creadas por la sociedad.
No habrá jamas igualitarismo, pero permitirá un bienestar compartido, sin miserias ni riquezas enajenantes, como ha ocurrido en el capitalismo de EE:UU.

Evidentemente, su artículo, a pesar de su riesgo personal, carece de toda fundamentación teorética. Es pobreza intelectual envuelta en las telarañas del miedo. Pensar que Raúl o Fidel Castro, pueden salvar “la revolución” es una expresión de sus miedos.

Mi generación se desgastó luchando por la Revolución. Creímos en su mensaje martiano y antiimperialista. Pensabamos construir un país independiente, democrático y de bienestar y justicia social. Y cuando vimos que no era así, nos convertimos en disidentes. Y hemos pagado el precio del odio, el rencor y la vileza de la impunidad absoluta del poder.

Fue todo lo contrario. Nuestro país fue y es lo menos independiente, lo más despótico, y lo más mísero que se puede encontrar en América Latina en estos momentos.
Hemos retrocedido más de cien años y, ahora – como me dijo un intelectual y profundo pensador de Santiago de Cuba, aplastado por la brutal maquinaria castrista – estamos en las manos de los Estados Unidos, como nunca antes en la triste historia de nuestro país.
Esa superestructura hegeliana de la que habla Katerinjuk, convirtió al Estado cubano, en una de los entramados del poder más asesinos, brutales y despóticos que recuerda nuestro país. La represión y el terror, convirtieron nuestros sueños, en un bunker llenos de siervos, propiedad de los hermanos Castro. Ni Machado, ni Menocal, ni Batista, ni ninguno de los otros presidentes y dictadores de Cuba, han llevado al país a la bancarrota económica, política, jurídica, institucional y ética a que nos ha llevado el castrismo.

Es tal la fragilidad y la vulnerabilidad de la situación actual, que un simple ciclón en la actual temporada, puede ser la gota que colme la copa de paciencia y fulmine el miedo de la sociedad cubana, y se abra una desastrosa etapa de violencia y sangre, casi imposible de parar.

Ya es muy tarde. Ni las Mariela Castro, ni las Celia Hart, ni la Soledad Cruz pueden convertirse en portavoces de los cambios en Cuba. Nadie va a creer en sus mensajes. No hay credibilidad, después de tanto tiempo en el silencio y en el disfrute de los privilegiados.

Los que hemos vivido la soledad y los martirios de la cruz, hemos aprendido la naturaleza criminal de ese engendro diabólico que es el castrismo.

Por último, quisiera esclarecerle algo: ese “atorrante exilio de Miami” ha mantenido en alto nuestra decencia ciudadana, nuestra lengua, nuestras costumbres, nuestra cultura y los valores democráticos que destrozó su Comandante. Ha mostrado al mundo, la entereza y la bravura del pueblo cubano. Y lo mejor: Fidel Castro los expulsó de Cuba con lo que tenían puesto. Hoy son una comunidad con una riqueza estraordinaria. Ellos, ha diferencia del mensaje de odio que le enseñó el castrismo, muestran al pueblo de Cuba, lo que se puede lograr en libertad y democracia.

Ahora, que su moribundo Comandante en Jefe escribe “El Imperio y la independencia de Cuba”, para tratar de vendernos la idea que su lucha fue contra la dominación de EE:UU, y de escamotear sus verdaderos propósitos dictatoriales, quiero decirle que él fue el principal contrarevolucionario y mercenario al servicio del imperialismo que ha conocido el pueblo de Cuba. Y eso, jamás se lo vamos a perdonar.
Usted comienza a vivir La Soledad de la Cruz. Sé muy bien que su tutor, Carlos Aldana, está de vuelta en el equipo de Raúl. Y eso la salvará de Villa Marista.

Le recomiendo que entre en mi sitio: http://cayocanasisland.blogspot.com

Allí encontrará algunas de las explicaciones que usted necesita. Al menos, son mis reflexiones sobre nuestra tragedia, aunque hay otros sitios de una seriedad incuestionable, que tienen también otras visiones.

Saludos desde este angustiante destierro.

Asdrúbal Caner Camejo

Un abrazo para mis lectores

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
martes, 14 de agosto de 2007

EL LEGADO DEL RENCOR Y LA VILEZA

El Dictador Perpetuo de Cuba ha cumplido 81 años sin los suntuosos festejos que le hubieran acompañado, si no estuviera de cara a cara con la muerte, que trato de evitar toda su vida.
Su legado – si es que deja alguno - se ubica entre un feroz rencor y una nauseabunda vileza.
Durante sus últimos cincuenta años, manejó a la ex República de Cuba, como una finca particular. Un feudo donde actuó con la más absoluta impunidad, asesinando, encarcelando y exiliando a millones de personas, sin una palabra de arrepentimiento por todo lo que hizo.
Morirá en algún lugar de La Habana, escondido como una rata, sin que la justicia lograra alcanzarle.
Deja al país en la tragedia más grande de su historia: un colapso extraordinario de su economía, de la política, de la etica, de la justicia, de sus instituciones y, a un pueblo hundido en la incertidumbre, el odio y la desesperanza.
Ni la comunidad internacional, ni las democracias de América Latina lograron nunca reconocer el conflicto interno de Cuba, entre la sociedad cubana y este gobierno fascista, manejado por una de las mafias más poderosas del continente.
Una mafia armada, violenta y asesina que ha violado todos los derechos, reconocidos en la Carta de Naciones Unidas desde 1948.

Esa mafia armada, generó en Cuba decenas de miles de asesinados, decenas de miles de desaparecidos en el mar, cientos de miles de prisioneros políticos y cerca del 30% de la población cubana – entre originales y descendientes – fuera del suelo que les vio nacer, divididos de sus familias, en uno de los éxodos más populosos de la historia moderna.
Esa misma mafia armada y violenta, produjo decenas de miles de muertos en América Latina, creando, financiando, entrenando y armando las guerrillas, sustentadas en las ideas del odio como factor de lucha, del carnicero de La Cabaña, Ernesto Guevara y de Fidel Castro.
Esa mafia manejó los recursos financieros y las riquezas del país, a su antojo y con toda impunidad, sin transparencia y sin dar cuenta de sus actos a la sociedad cubana, a quien le negaron y ocultaron todos los manejos inescrupulosos de los fondos que le pertenecían, y por los cuales había trabajado afanosamente y dado millones de horas de trabajo voluntario, en las zafras azucareras, en la agricultura y en otros sectores de la economía cubana, para el bienestar de todo el país.

Fidel Castro deja la más brutal y enajenante estela de injusticias y violaciones de derechos humanos, civiles y políticos que se conoce en la historia de Cuba. Considerando a los ciudadanos cubanos como propiedad y servidores del Estado y no al Estado como servidor de la sociedad cubana, se han cometido inimaginables injusticias y crímenes contra el pueblo.

Esa mafia ha dejado como legado también, la más aberrante historia del presidio político cubano. Son cientos de miles de opositores que desde el triunfo armado del Dictador, han pasado por el infierno de las cárceles cubanas, sometidos a todo tipo de humillaciones, vejaciones, palizas y asesinatos, sin que el pueblo supiera de estos desmanes.
Ese mismo plan macabro se llevó contra las guerrillas del Escambray y contra los campesinos que les apoyaron, a quienes sacaron de sus tierras y les enviaron a la ciudad –cárcel de Sandino, en Pinar del Río.
A esos prisoneros políticos los mantuvieron con peligrosos presos comunes, y los mantienen aún, sin ninguna atención a las leyes internacionales. Jamás ese gobierno rencoroso y brutal les ha reconocido como prisioneros políticos. Sus familias – esposas, madres, hijos - han sido vejadas, maltratadas y humilladas, como parte de ese plan maquiavélico de exterminio de toda oposición contra la demoníaca impunidad del poder.

Ahora, han soltado – porque no quieren el escándalo internacional de dejarlo morir en la cárcel – a uno de los más emblemáticos luchadores de Cuba, Francisco Chaviano, presidente del Consejo de Derechos Civiles de Cuba, que declaró en una entrevista teléfonica con La Voz de Galicia:

-La prisión en Cuba es el infierno. He tenido momentos más malos y otros peores. Quizá el peor fuera después de la detención de diez espías cubanos en Estados Unidos (1998). Entonces el régimen tomó represalias y arremetió contra mí. Estuve diez meses sin salir de una celda. Pasé dos años sin visitas de ningún tipo y cuatro sin visitas conyugales. Tardé cinco en pisar el exterior de mi celda.
- He cumplido mi sanción y es increíble que se hayan demorado tanto en soltarme. Según la ley, ya tenía que estar en libertad provisional desde mayo. Sólo me faltan siete meses para cumplir el total de mi condena. Si me dejaron salir es, seguramente, por mis problemas de salud, en el corazón y sobre todo en el pulmón, donde tengo un tumor. No querían que muriera en la cárcel. Mis 13 años en prisión, que hayan esperado hasta ahora para liberarme, sólo prueban el rencor inagotable del régimen. (Ver La Nueva Cuba)

Sólo el odio más despiadado y una vileza infrahumana, pueden haber producido la actual tragedia de nuestro pueblo. Ellos lo saben. Y como lo saben, han puesto cientos de millones de dólares a salvo, en las cuentas ocultas de los personeros de la dictadura, y están haciendo los arreglos para volar del país con toda impunidad.

Celia Guevara March, hija del Carnicero de La Cabaña, Ernesto “Che” Guevara, desde enero de este año, cinco meses después que el Dictador cayera en cama, solicitó la ciudadanía argentina para ella y para sus hijos. Ella intuye que está frente a acontecimientos inesperados, que pueden acabar con su vida y la de los suyos. Sabe que hay un volcán de odio que en cualquier momento estalla. Quien siembra vientos, recoge tempestades. Ellos mismos, sus padres y ellos, han sembrado esos odios. Han desmembrado y destrozado a la sociedad cubana. Una sociedad que ha vivido en la ilegalidad mientras los dirigentes, disfrutaban del poder.
Como ella, otros irán saliendo a la palestra pública, buscando sus nuevas ciudadanías en Galicia y en otros rincones del planeta.
Pero no son ellos, los únicos que ven la llegada de la hora del apocalipsis. Una militante del Partido Comunista, declaró al diario español “El Mundo” el pasado 12 de agosto: «Yo soy del partido, pero sé que la media de edad de los dirigentes es de 65 años; la gente joven no piensa así, por eso creo que no va haber continuidad y no veo otra solución más que la guerra»

No soy un hombre de odios ni tampoco quiero una guerra civil, con más sufrimientos para la sociedad cubana. Cincuenta años de odios y vilezas, de vejaciones e injusticias, de asesinatos y desaparecidos, de división de las familias y destrucción de casi todo nuestro patrimonio y riqueza nacionales, es más que suficiente para evitar venganzas y guerras.
El futuro es nuestra opción. Un futuro con justicia, paz, progreso y reconciliación nacional.

Los únicos que quizá quieran mantener el legado de odio del castrismo, son los actuales dirigentes del gobierno comunista. Ahí está la oposición, la disidencia y el exilio para conversaciones y negociaciones que conduzcan a la creación de un gobierno de transición en Cuba. Para reconstruir nuestro país y su sociedad, en un ambiente de sólidas y transparentes instituciones democráticas.
Si el actual gobierno, no actua en esa dirección, será responsable de los hechos de violencia y sangre que ocurran en Cuba.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá
jueves, 9 de agosto de 2007

DUEÑO Y SEÑOR DE LA ISLA Y SUS SÚBDITOS

El Décano de los Dictadores del planeta, convertido en Escribano de Cámara, de la crónica roja nacional e internacional, desde su Plan Payama, ha formado tremendo revuelo por el incumplimiento de la Oficina de Intereses de EE:UU de las 20,000 visas anuales y, por el intento de escape de dos boxeadores cubanos, de los Juegos Panamericanos en Río de Janeiro. Amenaza incluso con no enviar delegación al Mundial de Boxeo en Estados Unidos, previos a la Olimpiada de Pekin.

Como dueño de la vida y hacienda de cada habitante de la isla, la ha emprendido contra dos jóvenes boxeadores, ha quienes les ha destrozado su vida para siempre. Como Luis XIV, compra a sus más talentosos súbditos, les ofrece grandes residencias, teléfonos, autos, dólares y otros privilegios, que les arrebata cuando desertan de su feudo. Bota a las familias y las somete a todo tipo de ofensas y humillaciones y les convierte su vida en un verdadero torbellino de sufrimientos.
La protesta de los parlamentarios y abogados de Brasil y de otras voces internacionales, le aguantaron su mano asesina, para no fusilar a esos dos jóvenes negros, como les pasó a los que intentaron secuestrar un barco hace unos años, cuyas madres conocieron del fusilamiento, por la TV cubana.

Por otra parte, su siervo megafónico en la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Dagoberto Rodriguez, ha “rechazado categóricamente” – una vieja frase cliché de la atorrante dictadura – las declaraciones de la SINA sobre las restricciones del desgobierno cubano, a la salida de los súbditos -¡tremenda suerte!- para irse del país que les vio nacer.

Hay que ser cínico y desvergonzado para protestar por el incumplimiento de la salida de los ciudadanos cubanos hacia Estados Unidos y por el intento de dos jovenes de tener una vida llena de la esperanza y el esplendor, que no tienen en su propia tierra.
El problema de fondo, al que no quiere aludir el jurásico dictador, es la vida de perro que lleva cada cubano. Sin futuro, sin sueños, sin esperanzas, los jóvenes cubanos, ingenieros, médicos, economistas, artistas, deportistas, etc, quieren volar de ese angustioso y represivo Alcatraz del Caribe.
Son miles cada año, que tratan de buscar una vida mejor fuera de su país y de sus familias. Han aprendido que el castrismo es una berborrea infinita sobre el “brillante futuro”. Un martillo gigante que ha demolido a la otrora “Perla del Caribe” y ha derrumbado sus libertades y derechos civiles y políticos.

A Guillermo Rigondeux y Erislandy Lara, les espera una vida peor que la de los haitianos. Estarán sin ver el sol y bajo vigilancia segurosa, por mucho tiempo.
Como el arcaico dictadorzuelo sabe que ya nadie cree en sus largas burundangas discursivas, ahora amenaza con aplastar los sueños olímpicos de decenas de jóvenes pugilistas, que se han estado preparando por años.
Con ello, demostrará una vez más, el rotundo fracaso de su sistema, la falta de real apoyo de los jóvenes cubanos, de esos mismos que juraron “ser como el Che” y ser “Hombres Nuevos”. Demostrará que su poder se mantiene por una furiosa violencia institucionalizada, a la cual somete a cada ciudadano, sumidos en el miedo cada día.

Fracaso económico, político, ideológico, social, moral, material, es lo que el castrismo ha cosechado durante medio siglo de terror y represión. Sin embargo, fracaso tras fracaso, no han enseñado nada al arrogante y veleidoso dictador, sino arraigarlo más en su apocalíptica visión de su país. O él triunfa o se hunde la isla en el mar. Para triunfar necesita otros cincuenta años – tiempo que él no tiene - y armas, terror, represión y violencia para mantener a los súbditos en sus sitios, sin chistar ni levantar la voz.
Tendrá que ser su designado monárquico, quien emprenda esa misión imposible. Y tampoco le queda mucho tiempo.

Pero, por muy afiladas que sean las bayonetas, nadie puede estar sentado sobre ellas, por mucho tiempo. Y ya son cincuenta años. Un día– quizá más cercano de lo que se cree – ese volcán hará erupción. Y no quedará chivo con cabeza.
El dilema que presenta ese rotundo fracaso para la arrogancia de F. Castro es muy triste: él quería, cuando era estudiante, tener una línea en la Historia de Cuba. El fracaso lo ha llevado a no tener, no una línea en la Historia, sino ni una palabra en su epitafio. Ni cruz ni epitafio. Un simple montón de tierra, sin hierba ni flores, sobre las excrecencias de su osamenta, calcinada por el odio de todos los cubanos. Amen.

Un abrazo

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá
miércoles, 8 de agosto de 2007

EL DIÁLOGO: SORDOS A LA FUERZA

EL DIÁLOGO: SORDOS A LA FUERZA

He leído un artículo en El Nuevo Herald sobre el diálogo con las autoridades cubanas.
Basado en el diálogo europeo entre cristianos y marxistas en Salzburgo y en lo que escribió el sindicalista francés Jean Goss-Mayr de ''descubrir la verdad del adversario' y en “el amor”, el autor considera factible un diálogo con la cúpula militar cubana.
En varios artículos anteriores, he hablado de la imposibilidad de un diálogo con el régimen totalitario cubano y he explicado los motivos de esa negativa. Desde los años ochenta han surgido miles de disidentes políticos en Cuba, agrupados en cientos de organizaciones y grupos, unos más conocidos que otros. Ellos han hecho sistemáticas propuestas de diálogo y han presentado iniciativas como el Proyecto Varela.
La respuesta del gobierno ha sido más represión y terror. Más cárcel para los disidentes. Más actos de repudios. Más violencia. Más insultos y ofensas contra aquellos que tienen otra visión de Cuba.
No creo que haya en Cuba una organización disidente que no quiera el diálogo. Creo que es la posición del Arco Progresista, de Todos Unidos, del MCL, de la Asamblea para promover la sociedad civil y de otros grupos.
La Iglesia cubana ha llamado al diálogo, tambien basado en el hecho de que “el amor todo lo puede”. En relación a ese llamado, escribí el artículo “La iglesia, ¿diálogo sin presión?”, donde dije:
“Su llamado al diálogo y al entendimiento, sólo puede tener frutos a través de la mayor presión por parte de la sociedad civil de nuestro país y de su extrordinario exilio. La cúpula comunista cubana no ha entendido este mensaje nunca. Si ahora, en las postrimerías del régimen, quieren sentarse a la mesa, sería algo a considerar por el pueblo y no por sus victimarios.
Si una nueva generación de cubanos, que incluya a su disidencia y al exilio, forman el gobierno de la República de Cuba, entonces se abrirán las grandes alamedas y todos los puentes para un diálogo en paz y democracia.
La Disidencia y el Exilio abren sus puertas.”

La Nomenklatura comunista tiene su propia estrategia para mantenerse en el poder. Y esa estrategia es “la verdad del adversario”. Dentro de sus planes, no entra ni la disidencia ni el exilio. Prefieren un diálogo con los EE:UU y con la Unión Europea, donde ellos puedan imponer sus condiciones.
“Esa estrategia está encaminada al logro de los siguientes objetivos:

- Mantener a los actuales gobernantes en el poder y dueños de las riquezas del país.
- Ilegitimizar a la disidencia, la oposición y al exilio cubano y dejarla completamente fuera de las grandes decisiones del futuro.
- Una política de “Borrón y cuenta nueva” dirigida por la cúpula militar, para evitar la justicia y reírse de las victimas de este medio siglo de desverguenza, humillaciones y violaciones contra la sociedad cubana.

La ubicación de los altos mandos de las FAR y el MINIT en las corporaciones y empresas mixtas con capital extranjero, les aseguraría a la Nomenklatura comunista, las riquezas de todo el país, con una nueva clase empresarial y millonaria, respaldada por la estructura militar, policíaca y de inteligencia. Sería una combinación ruso-china de modelo, manejada por mafias armadas y con todo el poder, que apoyarían a los Castro y sus cómplices, para mantener las palancas del poder, con solo simples cambios cosméticos.”

No puede haber diálogo desconociendo a las fuerzas opositoras internas ni al exilio. No puede haber diálogo con una agenda impuesta por la cúpula militar. Si eso ocurriera, a los grupos opositores sólo le quedará el camino de la desobediencia civil y la oposición permanente a esos planes.
Si eso ocurriera, serán las empresas extranjeras, el primer blanco de esa desobediencia, así como las instituciones incubadoras de la represión y el terror.
Es el pueblo cubano quien tiene que sentar las condiciones y la agenda del diálogo. Mientras se mantenga la actual actitud de miedo de la sociedad cubana, la dictadura comunista continuará en el poder, sobre la base de la violencia y el terror y no serán posible negociaciones civilizadas, para lograr salir de la tragedia actual de nuestro país.

La dictadura militar-comunista esta sorda a los reclamos de diálogos con la oposición y el exilio. Está sorda por necesidad. La embestida brutal y sanguinaria de los años sesenta y setenta, con miles de fusilamientos, cientos de miles de encarcelados y exiliados, han abierto una herida dificil de cerrar en el pueblo de Cuba. El miedo de la cúpula cubana, a ser llevada a la justicia nacional e internacional, paraliza cualquier iniciativa de diálogo.

Pero el mensaje de la disidencia y el exilio es positivo: no habrá venganza. Habrán juicios con todas las garantías procesales para aquellos que tengan que responder a la justicia. Se sabe que, la mayoría de los que participaron en esos crimenes y grandes violaciones de los derechos civiles y políticos durante esa época, son en la actualidad ancianos y eso se tendrá en cuenta. Nada deben temer. No habrá pena de muerte. Se abrirá un proceso de reconciliación nacional, para cerrar ese trágico capítulo de nuestra historia.
El futuro será la mejor opción al pasado. Centrar la atención en la reconstrucción del país debe ser nuestra tarea central y no el odio o la venganza.

Si el Gobierno cubano se abre a esta posibilidad, sin condiciones ni agendas preconcebidas, la respuesta de la disidencia y el exilio será positiva. ¡Bienvenido un diálogo de esa naturaleza!
Por encima de nuestras heridas, está el futuro de la nación cubana. No hay nada más importante que eso.
¡Ojala que el miedo del gobierno y del pueblo, desaparezca y se abran los caminos a una solución decente y civilizada de nuestros actuales problemas!

Nadie, absolutamente nadie de la Oposición o el Exilio, quieren una solución sangrienta.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.

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