Cayo Canas Island

Eso no es nuevo. Ha sido una práctica del totalitarismo y la impunidad comunista, desde Lenin a Fidel Castro. Es parte de una de las más sagradas reglas de la Inteligencia del Aparatus: la compartimentación. Recuerdo una información que me dio un dirigente de la UJC, en 1989, sobre “el video de Mikhail Gorbachev” que él había visto. En el video, F. Castro hacía una feroz y despiadada crítica a Gorbachev, poco después que se fue de Cuba, y donde le acusaba de traidor y principal responsable de la posible caída de la URSS. Creo que ese fue el segundo o tercero de los videos secretos de la siniestra videoteca.

Para la Gerontocracia del Odio, el pueblo de Cuba es una horda de vacas y terneras sin tarros, que no merece nada y, menos información, puesto que “información es poder”.

No quiero extenderme más sobre este tópico, sobre lo cual se ha escrito en otras ocasiones.

Mi interés se centra en la implacable lucha de los Castro contra todos aquellos que puedan constituir una amenaza a su poder incompartido, dentro de los cuales, se encuentran las nuevas generaciones de jóvenes, que no pasan de la antesala al trono de los Faraones antillanos.

En el pasado, desaparecieron Frank País, Camilo Cienfuegos, Manuel Urrutia, Miro Cardona, Hubert Matos, (estos últimos la llamada ala derecha de la naciente Revolución). Basados en los llamados a “la unidad de todo el pueblo” desaparecieron los tres grupos revolucionarios, que combatieron a Batista: el M-26-7, el PSP y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y se crearon las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), con una fuerte presencia de los viejos militantes marxistas del PSC (Comunista) purgados en 1962, con Aníbal Escalante y su “sectarismo”. Desde luego, quedaron de jefes, los casi eternos Castros.

Después de la purga contra el sectarismo, se entró en la segunda fase de la “unidad”, con la creación del PURS (Partido Unido de la Revolución Socialista), siempre con los Castro de jefes.

Quiero citar al señor Carlos R. Rodríguez sobre la sustitución (¿O destitución compulsiva?) de Blas Roca como Secretario del Partido Comunista. Miren esta joya de la retórica comunista y del baboseo chicharrón y bufón:

“El mérito principal en la clara y acertada comprensión que tuvimos de esa peculiaridad inesperada del proceso revolucionario cubano le corresponde a Blas Roca. Por primera vez en la historia del movimiento, después de haber surgido la III Internacional, un partido comunista aceptaba otra dirección política en la lucha por el socialismo. Y fue un día que nos será inolvidable cuando, con Blas Roca al frente, nos presentamos todos ante Fidel Castro como simples soldados de fila de una causa común en la que él era para nosotros, como para todo el pueblo revolucionario, el Comandante en Jefe."

Al principio, se mantuvieron en altos cargos a Blas Roca y Faure Chomón. Después de algunos años, creado ya el Partido Comunista de Cuba, con F. Castro como Primer Secretario, Chomón fue el primero en desaparecer como Embajador en la URSS. Blas Roca llegó hasta el III Congreso del PCC, pero realmente estuvo enfermo algunos años antes de su muerte en el año 1987.

Después siguieron las caídas de otros, en diversos procesos, fechas, y etapas como Arnaldo Ochoa, Diocles Torralbas, Luis Orlando Domínguez, Carlos Aldana, Humberto Pérez, Roberto Robaina, Marcos Portal, María García y, más recientemente Juan Carlos Robinson Agramonte, Carlos Lage, José Luis Rodríguez, Fernando Ramírez de Estenoz, Otto Rivero, Hassan Pérez Casabona, Carlos Valenciaga Díaz y otros menos conocidos.

El ensañamiento más connotado ha sido con los Primeros Secretarios de la Unión de Jóvenes Comunistas, comenzando por el más joven de los Comandantes del Ejercito Rebelde, Joel Iglesias, el primero de los secretarios que ha tenido la UJC – que según noticias, vive en la extrema pobreza y el alcoholismo - y después algunos de los nombres que he mencionado

Fue en ese proceso de “lucha contra el sectarismo” cuando Fidel dijo: "Todo aquel que no tuvo oportunidad de luchar que no se desaliente, que por delante tiene oportunidades, que por delante está por escribirse la historia, que la Revolución no ha hecho más que empezar y tenemos que recorrer un largo camino."

Generaciones tras generaciones de cubanos han sido utilizadas como objetos desechables. Ellas han sido los jóvenes de la Alfabetización, Girón, la Crisis de Octubre, los Camilitos, los de las Zafras azucareras, de los nueve atrincheramientos contra las “Invasiones de los EE.UU.” y de las campañas militares internacionalistas en Argelia, el Congo, Somalia, Angola, Etiopía, Viet Nam, Santo Domingo, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Bolivia y otras que no conozco.

Según Fidel Castro “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”.

Ese es el pago del Dictador a “las oportunidades” que tendrían los jóvenes y otros segmentos de la población cubana, por sus sacrificios a favor de los Castros. Demuestra la profunda mentira y desprecio de Fidel Castro y el Che Guevara sobre el “Hombre Nuevo”.

Esas decenas de miles de jóvenes han conocido en estos miserables 50 años, los sacrificios más extraordinarios, que ni Fidel Castro ni ninguno de esos Comandantes y Generales han pasado jamás en sus agraciadas vidas.

Ahora, como colofón de toda esta humillación y perversidad contra los jóvenes, ha salido el caso de Juan Juan Almeida, uno de los hijos privilegiados de la Nomenklatura. Incluso ni ellos pueden acercarse a los altares del poder de estos infames vejestorios.

Este joven no tiene la culpa de ser hijo de quien es. Ha disfrutado el poder como cualquiera de nosotros en la misma situación. Pero ha estado sufriendo una terrible enfermedad desde hace 15 años. Independientemente de sus errores en Madrid o México, o de su privilegiada vida, que no es su culpa, el gobierno cubano muestra su profundo odio y su irreverencia total por la vida de una persona. Al menos, él ha tenido el valor, la inusitada valentía de dar ha conocer toda esta monstruosidad contra él y contra su familia. Y sus revelaciones de las perversiones del poder – no por conocidas o supuestas – son menos asombrosas y embarazosas para la dictadura.

He visto comentarios en los sitios Web del exilio, que merecen mi profunda reprobación. Personas ignorantes y tan llenas de odio como los castristas, que le desean la muerte a este joven. Me parece algo deleznable.

Si los que van a tomar el poder un día en Cuba, piensan, sienten y actúan como los Castro, entonces no vale la pena luchar por una nueva República de odios.

La Oposición Democrática de Cuba, tiene que recibir con los brazos abiertos a aquellos – que sin tener crímenes – se alejan o se hayan alejado del castrismo, en cualquier fecha pasada o por venir. Esa es la clave de la victoria: la reconciliación con justicia y sin venganza.

Volveré sobre esta última situación, en el próximo artículo.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC