Blog Archive
- 2013 (1)
- 2012 (49)
- 2011 (40)
- 2010 (36)
- 2009 (36)
- 2008 (26)
- 2007 (111)
Contenido
Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.
Asdrubal Caner
Link Alfabetico
Blog Archive
Labels
Abelardo Colomé
Agricultura
alemania
Amenazas
Amnistia Internacional
Andrés Carrión Alvarez
Anécdotas
Antonio G. Rodiles
Arturo López Levy
Asdrúbal Caner Camejo
blog
cambio
campañas
canada
carta
CCDHRN
censura
CIDH
comunicado
Congreso PCC
cuba
Cuba.
Dania Viorgen Garcia
DDHH
Detenciones Arbitrarias
Economía
ee.uu
Elizardo Sánchez Santa Cruz
embargo
España
Familia
Fariñas
Guillermo Fariñas
Harold Cepero Escalante
historia
Huracán Sandy
Ignacio Martínez Montejo
internet
Ivonne Malleza Galano
José Daniel Ferrer García
Laura Pollan
Lenier González
llamado
Luis Tornés Aguililla
Mariano Rajoy
Markus Meckel
Martha Beatriz Roque
Nelson Núñez Dorta
Nenita Longoria
Niurka Luque
obama
oea
Orlando Zapata Tamayo
Oswaldo Paya
Papa Benedicto XVI
Politica
Política Cuba
Premio a la Diplomacia Comprometida en Cuba
protesta
PSC
Represión en Cuba
solidaridad
Sonia Garro
transicion
venezuela
Vladimiro Roca Antunez
Post for e-Mail
comentarios
es temprano,siga leyendo
viernes, 8 de junio de 2007
ENAJENACIÓN O SOLIDARIDAD
"El hombre que no es capaz de luchar por
la libertad, no es un hombre, es un siervo"
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
No fueron Hegel ni Marx los creadores del concepto de enajenación o alienación (del latín alienus: ajeno, extraño). Aparece como un vocablo jurídico primero. Se usa en la traducción latina de la Biblia y luego, la filosofía alemana le insufla un sentido sociológico y filosófico. Desde Platón es conocido el término.
Pero no es mi intención hacer la historia del concepto. Para mi, es un asunto práctico y mucho más terrenal.
Se trata de las posiciones de las democracias actuales – sobre todo en América y Europa – con respecto a la dictadura totalitaria en Cuba desde 1959 y la falta de una solidaridad mundial para con el pueblo de Cuba.
Ante todo, quiero explicarme por qué esos países democráticos, no lograron crear un frente común para extirpar el castrismo y salvar al pueblo de Cuba, de 50 años de destrucción, angustias, pobrezas y sufrimientos.
Las explicaciones que me doy, las voy a resumir en varios aspectos y luego haré algunas fundamentaciones.
1.- Las simpatías iniciales que creó la Revolución Cubana y la
manipulación castrista de presentarlo todo como una
confrontación EE:UU-Cuba.
2.- La escasa simpatía por el papel hegemónico de EE:UU en el
mundo y los recelos por sus políticas y sus éxitos
económicos y tecnológicos.
3.- El apoyo económico, financiero, político y militar del bloque
soviético a Cuba, en medio de la Guerra Fría.
4.- La política de F. Castro de aliarse y apoyar a los paises de
Asia y África en su lucha por la independencia y la
liberación nacional.
5.- Tanto Europa como Canadá tenían sus propios intereses
económicos y políticos, que los separaban de los EE:UU.
Era una forma de romper la hegemonía norteamericana.
6.- La incapacidad del exilio cubano de sobreponerse al
barraje de propaganda y mentiras del castrismo sobre él,
así como sus posiciones violentas frente al régimen comu-
nista en sus país.
7.- América Latina se quitaba a Cuba como un competidor de
mucho poder en el terreno económico y de competencia
con el mercado americano y de Europa.
8.- Los propios errores de la política de EE:UU hacia Cuba.
Trataré de fundamentar brevemente estos puntos. Veamos:
Lo primero que hizo F. Castro – como he explicado en otros artículos – fue convertir a los Estados Unidos, en el “Enemigo” y nacionalizar sus propiedades y bienes sin ninguna compensación. Inmediatamente después, se alineó con la URSS, a través de su encuentro en la ONU con Nikita Khrushchev y la visita de A. Mikoyan a Cuba en febrero de 1960.
La reacción de EE:UU ante el gobierno castrista no se hizo esperar. Evidentemente, Cuba constituía una enorme amenaza para la seguridad de los EE:UU, América Latina y para el hemisferio occidental, tal como se demostró con la instalación de los cohetes nucleares soviéticos en la isla, que llevó al mundo al borde de una catástrofe nuclear en octubre de 1962.
Se produce la invasión de Bahía de Cochinos e inmediatamente, Fidel Castro declara el carácter marxista de su Revolución.
Desde 1959, Cuba comenzó el apoyo político y material a los movimientos guerrilleros en América Latina: Venezuela, Perú, Guatemala, El Salvador, Brasil, Argentina y otros países.
Por ello, la Asamblea General de la OEA, toma la decisión de excluir a Cuba de ese cuerpo democrático de naciones, evidentemente, bajo la presión de Estados Unidos.
Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile y México se abstuvieron. Las razones que invocaron estos países, radicó en el hecho de que la expulsión o exclusión no se contemplaba en la Carta de la OEA.
En 1964, a petición de Venezuela –por el apoyo de Castro a las guerillas del “Comandante Douglas” – se aprueba una resolución de rompimiento de las relaciones diplomáticas
En la IX Reunión de Consulta en 1964 se resolvió entre otras medidas el aplicar sanciones económicas, el cese de todo transporte marítimo y el rompimiento de relaciones diplomáticas y consulares.
Los únicos países que restaban a esas alturas de romper relaciones diplomáticas eran Bolivia, Chile y Uruguay, quienes acataron la resolución. México votó en contra y se convirtió en el único país latinoamericano que mantiene relaciones oficiales con el gobierno de Fidel Castro hasta el presente.
Lo que no logró Estados Unidos y América Latina, fue incorporar a Europa, Africa, Asia y Canadá ha esta ruptura tan necesaria para los intereses del pueblo cubano.
Fidel Castro logró que todo el proceso de desarticulación de la democracia, la eliminación de las libertades civiles y políticas, los fusilamientos y asesinatos políticos, la destrucción de la sociedad civil, pasara desapercibido, como resultado del enfrentamiento EE:UU-Cuba.
Durante diez años, Fidel Castro logró que el mundo pusiera sus ojos en esa confrontación bilateral, mientras él ,fulminaba a sangre y fuego a la sociedad cubana.
Después de la II Guerra Mundial, los EE:UU emergieron como la única potencia intacta del conflicto. Entre 1945 y 1960, ese país obtuvo éxitos económicos y tecnológicos extraordinarios.
Su poder económico y comercial era – y aún lo es – objeto de celos de Europa y en todo el mundo.
La presencia de la URSS y sus satélites, se vieron como una amenaza del comunismo a la democracia occidental. Esa confrontación da lugar a la Guerra Fría y al desarrollo de una carrera armamentista de temibles consecuencias.
Por otra parte, hay una percepción generalizada de un comportamiento arrogante, bélico y agresivo de EE:UU en la solución de los conflictos y diferencias internacionales, que hacen que el mundo no siga el rumbo de ese país.
A partir de la muerte de J. Stalin y del XX Congreso del PCUS y
bajo la dirección de N. Khrushchev, se produjeron pasos para aplacar las tensiones internacionales. No obstante, la URSS continuó su camino de extender la influencia comunista en cualquier parte del mundo. Fidel Castro le dio esa oportunidad para entrar en América Latina.
Desde el encuentro en la ONU, los soviéticos jugaron a la carta cubana, que se le ofrecía sin haberla esperado, para ampliar su presencia más allá de los límites euroasiaticos. Era la oportunidad de entrar en el traspatio de los Estados Unidos y establecer su condición de potencia mundial, en competencia con el poder hegemónico del vecino del norte.
Desde 1962, le dieron subsidios, comercio, ayuda militar, precios preferenciales y apoyos de todo tipo a la dictadura comunista cubana. A cambio, recibieron la sumisión absoluta del dictador caribeño, que apoyó sin reservas las líneas del PCUS en política exterior y le abrieron el camino de influencia en los países del Tercer mundo. Esto fue el basamento de las erroneas políticas económicas hasta 1972, en que la URSS, cansada de gastar dinero para nada, presionan al aventurero Comandante, para que cambie su postura. En 1973, Cuba entra al CAME, y comienza una ofensiva diplomática en A. Latina, para romper la estrategia de EE:UU de aislamiento.
Y funcionó, ante la indiferencia del mundo. Entre ese año y 1989, Cuba logró establecer relaciones diplomáticas y comerciales, con la mayoría de estados de las Américas.
En 1975, Cuba lanza miles de tropas en apoyo a Angola, que tuvo como objetivos, destrozar la apertura hacia Cuba del Presidente Carter y ampliar su base de sustento en el mundo. La guerra de Angola, le granjeo a Cuba un extraordinario apoyo en los países del Tercer Mundo. Desde 1975 hasta 1989, Cuba jugó la carta africana, con el apoyo soviético, con todo éxito.
En un mundo donde los intereses económicos y geopolíticos predominan, las alianzas no son estables. Europa y Canadá, desde el principio, vieron la posibilidad de abrir sus propios causes, sin la avasalladora competencia norteamericana. Para Europa, era una entente contra el dominio americano en Cuba. Para Canadá, era la forma de mostrar su real independencia con su molesto vecino. Ambos jugaron sus cartas y ganaron.
El exilio cubano se enfrentó a fuerzas que no podía vencer. Aunque eran ellos los más acérrimos estandarte de la libertad de nuestro país, fueron derrotados por todas las causas que he explicado. Y la rabia y el orgullo, el sufrimiento y el dolor, les llevaron a los caminos de las armas y las salidas mas radicales. El barraje de propaganda fascista de F. Castro, les convirtio en una extrema derecha ligada a los intereses de EE:UU. Ellos han sido el blanco predilecto de la izquierda y la izquierda fascista de casi todo el mundo. Con todo eso en contra, el exilio no ha podido crear una marea mundial de solidaridad con su causa. Es el primer exilio politico en el mundo llamado democrático, que lo han dejado sin apoyo.
Y es una verdadera infamia en el hemisferio occidental.
Cuba, una pequeña isla en las Antillas, había tenido un éxito extraordinario entre 1902 y 1959. Era uno de los tres países más desarrollados de América. Siendo parte del Caribe y de A. Latina, Cuba no se parecía a nadie. Cuba era otra cosa. Un ajiaco transcultural y cosmopolita. Una rara mezcla de Europa, África y Estados Unidos. Su modo de vida era americano y su cultura estaba entre Andalucía y Nigeria. Los indicadores económicos, sociales y culturales, situaban a Cuba entre los mejores del mundo. América Latina envidiaba a Cuba. Cuando F. Castro tomó el poder, borró de un plumazo esa diferencia. Esa fue la oportunidad del Caribe y A. Latina de enfrentar los retos de Cuba en todos los sectores. Y la derrotaron. No puede haber solidaridad bajo esas condiciones.
Finalmente, los graves errores de la política de EE:UU hacia Cuba, le dieron el toque de gracia a las posibilidades de apoyo, a los permanentes reclamos del pueblo cubano, para una ayuda imprescindible en su liberación.
Por eso, desde 1998, fecha del 50 aniversario de la creación de la OEA, ese organismo está llamando a una reintegración de Cuba al organismo continental.
Según sus consejeros
“Al término de la guerra fría la República de Cuba ha dejado de ser una amenaza para el Sistema Interamericano, resultando de mayor provecho para los países del hemisferio, el dar pasos concretos hacia su reintegración en vez de preservar políticas de aislamiento”.
Al cumplir la Organización de Estados Americanos 50 años de su fundación, la coyuntura resulta propicia para la reincorporación de Cuba mediante un diálogo constructivo que corresponda a una nueva etapa de las relaciones interamericanas al comenzar el siglo XXI.
(Consejero Víctor M. Treviño “Futuro de Cuba dentro del Sistema Interamericano…” )
Los intereses mezquinos del hombre, cercenan su moral y su perspectiva del futuro.
La enajenación de la libertad de un pueblo, no es un tema a discutir entre esa abrumadora trama de intereses.
La solidaridad se impone con inteligencia. No se mendiga ante los poderosos. Estamos ante un mundo sin ética y sin destino. Este es el mundo de Niesche, que pensó el dolor como un elemento esencial de la vida, que no hay que rechazar.
Yo solo pido, que la inteligencia, la compasión y el desinteres, nos acompañe, en esta marcha solitaria hacia la libertad y el futuro. Y saber perdonar. Eso nos hará una nación fuera de serie.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
"El hombre que no es capaz de luchar por
la libertad, no es un hombre, es un siervo"
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
No fueron Hegel ni Marx los creadores del concepto de enajenación o alienación (del latín alienus: ajeno, extraño). Aparece como un vocablo jurídico primero. Se usa en la traducción latina de la Biblia y luego, la filosofía alemana le insufla un sentido sociológico y filosófico. Desde Platón es conocido el término.
Pero no es mi intención hacer la historia del concepto. Para mi, es un asunto práctico y mucho más terrenal.
Se trata de las posiciones de las democracias actuales – sobre todo en América y Europa – con respecto a la dictadura totalitaria en Cuba desde 1959 y la falta de una solidaridad mundial para con el pueblo de Cuba.
Ante todo, quiero explicarme por qué esos países democráticos, no lograron crear un frente común para extirpar el castrismo y salvar al pueblo de Cuba, de 50 años de destrucción, angustias, pobrezas y sufrimientos.
Las explicaciones que me doy, las voy a resumir en varios aspectos y luego haré algunas fundamentaciones.
1.- Las simpatías iniciales que creó la Revolución Cubana y la
manipulación castrista de presentarlo todo como una
confrontación EE:UU-Cuba.
2.- La escasa simpatía por el papel hegemónico de EE:UU en el
mundo y los recelos por sus políticas y sus éxitos
económicos y tecnológicos.
3.- El apoyo económico, financiero, político y militar del bloque
soviético a Cuba, en medio de la Guerra Fría.
4.- La política de F. Castro de aliarse y apoyar a los paises de
Asia y África en su lucha por la independencia y la
liberación nacional.
5.- Tanto Europa como Canadá tenían sus propios intereses
económicos y políticos, que los separaban de los EE:UU.
Era una forma de romper la hegemonía norteamericana.
6.- La incapacidad del exilio cubano de sobreponerse al
barraje de propaganda y mentiras del castrismo sobre él,
así como sus posiciones violentas frente al régimen comu-
nista en sus país.
7.- América Latina se quitaba a Cuba como un competidor de
mucho poder en el terreno económico y de competencia
con el mercado americano y de Europa.
8.- Los propios errores de la política de EE:UU hacia Cuba.
Trataré de fundamentar brevemente estos puntos. Veamos:
Lo primero que hizo F. Castro – como he explicado en otros artículos – fue convertir a los Estados Unidos, en el “Enemigo” y nacionalizar sus propiedades y bienes sin ninguna compensación. Inmediatamente después, se alineó con la URSS, a través de su encuentro en la ONU con Nikita Khrushchev y la visita de A. Mikoyan a Cuba en febrero de 1960.
La reacción de EE:UU ante el gobierno castrista no se hizo esperar. Evidentemente, Cuba constituía una enorme amenaza para la seguridad de los EE:UU, América Latina y para el hemisferio occidental, tal como se demostró con la instalación de los cohetes nucleares soviéticos en la isla, que llevó al mundo al borde de una catástrofe nuclear en octubre de 1962.
Se produce la invasión de Bahía de Cochinos e inmediatamente, Fidel Castro declara el carácter marxista de su Revolución.
Desde 1959, Cuba comenzó el apoyo político y material a los movimientos guerrilleros en América Latina: Venezuela, Perú, Guatemala, El Salvador, Brasil, Argentina y otros países.
Por ello, la Asamblea General de la OEA, toma la decisión de excluir a Cuba de ese cuerpo democrático de naciones, evidentemente, bajo la presión de Estados Unidos.
Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile y México se abstuvieron. Las razones que invocaron estos países, radicó en el hecho de que la expulsión o exclusión no se contemplaba en la Carta de la OEA.
En 1964, a petición de Venezuela –por el apoyo de Castro a las guerillas del “Comandante Douglas” – se aprueba una resolución de rompimiento de las relaciones diplomáticas
En la IX Reunión de Consulta en 1964 se resolvió entre otras medidas el aplicar sanciones económicas, el cese de todo transporte marítimo y el rompimiento de relaciones diplomáticas y consulares.
Los únicos países que restaban a esas alturas de romper relaciones diplomáticas eran Bolivia, Chile y Uruguay, quienes acataron la resolución. México votó en contra y se convirtió en el único país latinoamericano que mantiene relaciones oficiales con el gobierno de Fidel Castro hasta el presente.
Lo que no logró Estados Unidos y América Latina, fue incorporar a Europa, Africa, Asia y Canadá ha esta ruptura tan necesaria para los intereses del pueblo cubano.
Fidel Castro logró que todo el proceso de desarticulación de la democracia, la eliminación de las libertades civiles y políticas, los fusilamientos y asesinatos políticos, la destrucción de la sociedad civil, pasara desapercibido, como resultado del enfrentamiento EE:UU-Cuba.
Durante diez años, Fidel Castro logró que el mundo pusiera sus ojos en esa confrontación bilateral, mientras él ,fulminaba a sangre y fuego a la sociedad cubana.
Después de la II Guerra Mundial, los EE:UU emergieron como la única potencia intacta del conflicto. Entre 1945 y 1960, ese país obtuvo éxitos económicos y tecnológicos extraordinarios.
Su poder económico y comercial era – y aún lo es – objeto de celos de Europa y en todo el mundo.
La presencia de la URSS y sus satélites, se vieron como una amenaza del comunismo a la democracia occidental. Esa confrontación da lugar a la Guerra Fría y al desarrollo de una carrera armamentista de temibles consecuencias.
Por otra parte, hay una percepción generalizada de un comportamiento arrogante, bélico y agresivo de EE:UU en la solución de los conflictos y diferencias internacionales, que hacen que el mundo no siga el rumbo de ese país.
A partir de la muerte de J. Stalin y del XX Congreso del PCUS y
bajo la dirección de N. Khrushchev, se produjeron pasos para aplacar las tensiones internacionales. No obstante, la URSS continuó su camino de extender la influencia comunista en cualquier parte del mundo. Fidel Castro le dio esa oportunidad para entrar en América Latina.
Desde el encuentro en la ONU, los soviéticos jugaron a la carta cubana, que se le ofrecía sin haberla esperado, para ampliar su presencia más allá de los límites euroasiaticos. Era la oportunidad de entrar en el traspatio de los Estados Unidos y establecer su condición de potencia mundial, en competencia con el poder hegemónico del vecino del norte.
Desde 1962, le dieron subsidios, comercio, ayuda militar, precios preferenciales y apoyos de todo tipo a la dictadura comunista cubana. A cambio, recibieron la sumisión absoluta del dictador caribeño, que apoyó sin reservas las líneas del PCUS en política exterior y le abrieron el camino de influencia en los países del Tercer mundo. Esto fue el basamento de las erroneas políticas económicas hasta 1972, en que la URSS, cansada de gastar dinero para nada, presionan al aventurero Comandante, para que cambie su postura. En 1973, Cuba entra al CAME, y comienza una ofensiva diplomática en A. Latina, para romper la estrategia de EE:UU de aislamiento.
Y funcionó, ante la indiferencia del mundo. Entre ese año y 1989, Cuba logró establecer relaciones diplomáticas y comerciales, con la mayoría de estados de las Américas.
En 1975, Cuba lanza miles de tropas en apoyo a Angola, que tuvo como objetivos, destrozar la apertura hacia Cuba del Presidente Carter y ampliar su base de sustento en el mundo. La guerra de Angola, le granjeo a Cuba un extraordinario apoyo en los países del Tercer Mundo. Desde 1975 hasta 1989, Cuba jugó la carta africana, con el apoyo soviético, con todo éxito.
En un mundo donde los intereses económicos y geopolíticos predominan, las alianzas no son estables. Europa y Canadá, desde el principio, vieron la posibilidad de abrir sus propios causes, sin la avasalladora competencia norteamericana. Para Europa, era una entente contra el dominio americano en Cuba. Para Canadá, era la forma de mostrar su real independencia con su molesto vecino. Ambos jugaron sus cartas y ganaron.
El exilio cubano se enfrentó a fuerzas que no podía vencer. Aunque eran ellos los más acérrimos estandarte de la libertad de nuestro país, fueron derrotados por todas las causas que he explicado. Y la rabia y el orgullo, el sufrimiento y el dolor, les llevaron a los caminos de las armas y las salidas mas radicales. El barraje de propaganda fascista de F. Castro, les convirtio en una extrema derecha ligada a los intereses de EE:UU. Ellos han sido el blanco predilecto de la izquierda y la izquierda fascista de casi todo el mundo. Con todo eso en contra, el exilio no ha podido crear una marea mundial de solidaridad con su causa. Es el primer exilio politico en el mundo llamado democrático, que lo han dejado sin apoyo.
Y es una verdadera infamia en el hemisferio occidental.
Cuba, una pequeña isla en las Antillas, había tenido un éxito extraordinario entre 1902 y 1959. Era uno de los tres países más desarrollados de América. Siendo parte del Caribe y de A. Latina, Cuba no se parecía a nadie. Cuba era otra cosa. Un ajiaco transcultural y cosmopolita. Una rara mezcla de Europa, África y Estados Unidos. Su modo de vida era americano y su cultura estaba entre Andalucía y Nigeria. Los indicadores económicos, sociales y culturales, situaban a Cuba entre los mejores del mundo. América Latina envidiaba a Cuba. Cuando F. Castro tomó el poder, borró de un plumazo esa diferencia. Esa fue la oportunidad del Caribe y A. Latina de enfrentar los retos de Cuba en todos los sectores. Y la derrotaron. No puede haber solidaridad bajo esas condiciones.
Finalmente, los graves errores de la política de EE:UU hacia Cuba, le dieron el toque de gracia a las posibilidades de apoyo, a los permanentes reclamos del pueblo cubano, para una ayuda imprescindible en su liberación.
Por eso, desde 1998, fecha del 50 aniversario de la creación de la OEA, ese organismo está llamando a una reintegración de Cuba al organismo continental.
Según sus consejeros
“Al término de la guerra fría la República de Cuba ha dejado de ser una amenaza para el Sistema Interamericano, resultando de mayor provecho para los países del hemisferio, el dar pasos concretos hacia su reintegración en vez de preservar políticas de aislamiento”.
Al cumplir la Organización de Estados Americanos 50 años de su fundación, la coyuntura resulta propicia para la reincorporación de Cuba mediante un diálogo constructivo que corresponda a una nueva etapa de las relaciones interamericanas al comenzar el siglo XXI.
(Consejero Víctor M. Treviño “Futuro de Cuba dentro del Sistema Interamericano…” )
Los intereses mezquinos del hombre, cercenan su moral y su perspectiva del futuro.
La enajenación de la libertad de un pueblo, no es un tema a discutir entre esa abrumadora trama de intereses.
La solidaridad se impone con inteligencia. No se mendiga ante los poderosos. Estamos ante un mundo sin ética y sin destino. Este es el mundo de Niesche, que pensó el dolor como un elemento esencial de la vida, que no hay que rechazar.
Yo solo pido, que la inteligencia, la compasión y el desinteres, nos acompañe, en esta marcha solitaria hacia la libertad y el futuro. Y saber perdonar. Eso nos hará una nación fuera de serie.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario