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Asdrubal Caner
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SÓLO DOS CAMINOS
No voy a comenzar este artículo con la heroica resistencia armada de los años sesenta, contra la dictadura comunista de los hermanos Castro. Esa fue la era de la violencia contra la violencia del Estado.
No quiero que las organizaciones internacionales de Derechos Humanos y la ONU, rechacen mi posición sobre la esclavitud en Cuba, durante los últimos 51 años.
A pesar de los informes de estas organizaciones contra la esclavitud en el mundo, jamás ninguna ha incluido al gobierno cubano, como uno de los practicantes más salvajes de esta forma de dominio y explotación de la población cubana. Y lo voy a demostrar.
Tenía yo 14 años cuando comenzó esa inhumana explotación, al hacerme Director de una escuela comunista. La historia es simple: un vecino comunista, cuyo nombre no quiero recordar, convenció a mi mamá de que yo tenía “inteligencia” para pasar una “escuela de la Revolución”. Mi bella madre pensó que era una escuela técnica, que me podía dar un futuro, para hacerme ingeniero. Pensaba que ese díscolo que era yo, que me pasaba la semana, jugando a la pelota y en el Campamento de las Patrullas Juveniles, podía encaminarme a través de esa oportunidad.
Cuando yo llegaba a la casa, a eso de las siete de la noche, mi madre me preguntaba si ya me había bañado y yo, con la cara más dura que una piedra, le decía “Si, ya yo me bañé en el Campamento”. Las madres saben cuando los hijos mienten. Se ríen, pero se preocupan del futuro de esos pequeños diablos mentirosos. Pero mi madre no sabía, como tampoco yo sabía, la conspiración de F. Castro y la KGB contra el pueblo y la juventud cubana.
No fui una excepción. Fue una práctica sistemática y permanente de la esclavitud castrista, de explotar a los niños, que tomó su forma definitiva, en las Escuelas en el Campo, donde cientos de miles de niños fueron obligados al trabajo forzado durante más de 30 años, sin que la ONU o las llamadas organizaciones de Derechos Humanos se enteraran de esta práctica esclavista.
Es lo que se pudiera llamar, el Gulag castrista contra los niños y la familia cubana, que se mantiene en la actualidad y, que toma formas hoy diferentes, como el envío de trabajadores a diversos países, a quienes les paga en pesos, mientras el Gobierno se adueña de cientos de miles de dólares; el envío de profesores universitarios, con el mismo patrón y, la despiadada explotación de los médicos y otros profesionales de la medicina cubanos, mientras en Cuba faltan médicos y, los hospitales se están cayendo en pedazos, por la desidia y el desinterés del gobierno.
Quiero aclarar que no sólo se trataba de explotar a esos niños, sino de separarlos de la familia, para un absoluto lavado de cerebro, acorde con las muy precisas y meticulosas instrucciones de la KGB soviética y la Stassi alemana, con el fin de crear el utópico “Hombre Nuevo”.
El 30 de diciembre de 1995, con 50 años, arribé a Miami huyendo de España, donde me pasé 380 días buscando trabajo, sin encontrarlo y, bajo las presiones de la Inteligencia cubana, que actuaba allí a su antojo y con total impunidad, bajo el gobierno de Felipe González.
A los trece días de vivir en USA, tuve un trabajo en un restaurante de la cadena judía Kenny Rogers. Pagaban mal, pero a los tres meses, me compré un auto Chrysler del año 1989 en $300 dólares. Cuando terminé la transacción y, ya en poder de mi primer auto en toda mi vida, le mandé una carta a mi hermana comunista, muy concisa, donde le decía – aproximadamente, según la memoria de un hombre de 65 años en la actualidad – lo siguiente:
En Cuba participé en 9 atrincheramientos armados contra el “Enemigo”, con un total de 9-10 meses de trabajo, unas 1,600 horas, (suponiendo el pago de $11 dólares por hora que se paga a los que limpian piso en Canadá) con un valor total de unos $17,600 dólares que nunca fueron pagados. Me mandaron a 9 zafras azucareras, cada una de las cuales duraba 5 meses, unos 1,800 días por mes, en total 16, 200 días y 129,600 horas. Valor total: $1, 425,600 dólares o pesos cubanos. No me lo pagaron. Me obligaron a dar más de 10 mil horas de trabajo “voluntario”. Valor Total: Unos $110, 000 pesos o dólares. No me lo pagaron. Tuve que dar 33 donaciones de sangre. Valor Total: desconocido. Obligado hice más de 8 mil horas de guardias en el ejército, en los CDR y en los centros de trabajo. Valor Total: Unos $88,000 dólares o pesos cubanos. No me lo pagaron. Y para colmo, me obligaron a ir 18 meses a la guerra de Angola, una guerra que no era mi guerra, pero era la guerra de los grandes esclavistas que dirigen mi país. Por cada oficial, Angola pagaba entre $800- 2,000 dólares mensuales. Suponiendo $ 1,500 dólares mensuales como Asesor de Logística de las FAPLA, serían $ 27, 000 dólares que jamás me pagaron. En conclusión, la deuda del gobierno conmigo sería de unos $513,200 dólares. Suponiendo un interés del 28% mensual durante 36 años, o sea unos 432 meses, serían unos $ 467,096 dólares, para un gran total de $2, 135 296 dólares que nunca, nunca, el gobierno esclavista me pagó.
Si a eso se le agrega el sufrimiento, la angustia, el hambre, las vicisitudes humanas en el destierro, con sus extraordinarias secuelas físicas, familiares y psicológicas durante estos 36 años, la suma total sería de unos $100 millones. Esa es la cantidad que un día muy cercano, el gobierno dictatorial anticubano, me tendrá que pagar.
Hasta ahora, en el regocijo de su absoluta impunidad, jamás me han dado ni un par de patines. Pero tendrán que pagar con sus vidas, la insolvencia de su impunidad. El odio tiene que pagar cada gota de las sangres inocentes que han regado por el suelo.
Sirva como ejemplo que, en sólo tres meses en las tierras del “Enemigo”, ya tuve mi primer auto.
Es decir, el gobierno esclavista de Fidel Castro decidió de mi vida durante 36 años, sin que la ONU o ningún gobierno del Hemisferio Occidental intervinieran para poner fin a esa esclavitud, sancionada por sus propias resoluciones. Y eso ha ocurrido y ocurre con cada trabajador cubano.
¿Debería yo presentar una demanda por $100 millones contra el gobierno castrista? Sí, la voy a presentar en el futuro cercano, como pienso que cada cubano abusado, la debe presentar dondequiera que esté. Hay un marco institucional y legal internacional, que debe acoger y respaldar estas denuncias y demandas. Los tiranos tienen que saber el precio que tendrán que pagar por sus abominables abusos.
Además de la cadena perpetua o la pena de muerte, estos delincuentes imperiales, tendrán que pagar con su propia vida sus abusos.
Ese debe ser el claro mensaje de la ONU a estos delirantes y falsos profetas.
Lo que quiero decir con esta historia es que, a pesar de la razón de la lucha de los años 60-70, cuando el mundo no escuchaba, esa esclavitud se hizo cada día más abierta y desafiante.
Entre 1976 y 1980, el Dr. Ricardo Bofill, la Dra. Martha Frayde, Elizardo Sánchez Santa Cruz, Edmigio López Castillo, Adolfo Rivero Caro y Enrique Hernández Méndez, crearon y desarrollaron el Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCPDH), para denunciar todas las violaciones que estaban ocurriendo a los ojos del mundo. Fueron encarcelados, torturados y abusados, pero siguieron el camino de la lucha contra el sistema comunista.
Comenzaron hace 36 años la resistencia pacífica contra una dictadura violenta y asesina, que no tenía ni tiene ningún respeto por la vida humana. Durante esos largos años, los Castro han hecho lo que han querido contra esa población pacífica e indefensa: miles de asesinados; millones de encarcelados; más de 70 mil muertos en el mar Caribe, tratando de huir del “paraíso” y, 2 millones y medio de desterrados.
Para hoy, 17 de agosto de 2010 esa esclavitud está en una absoluta crisis. No por la ONU u otras organizaciones internacionales, sino por Orlando Zapata Tamayo y su familia, las Damas de Blanco, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y la extraordinaria resistencia de la Oposición Cubana, entre las cuales destaco a los presos políticos, como Antúnez, Darsi Ferrer, Oscar E. Biset, Vladimiro Roca, Beatriz Roque, Chaviano y a cada luchador en las provincias de Cuba.
Hay en este momento, más de un millón de personas que, abiertamente han repudiado en Cuba, a la dictadura esclavista.
A partir de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, hemos llegado a un punto de ruptura, en la que hay sólo dos caminos: la lucha armada y el baño de sangre o la búsqueda de una solución pacífica al laberinto de la isla. Eso lo sabe el gobierno, la iglesia y los actores internacionales.
Lo que para mí está claro – y creo que para la mayoría de los cubanos también – es que hay que desmontar todo el andamiaje castrista hasta ahora conocido. Hablo del absoluto dominio económico, político y social. Del dominio legal e institucional que criminaliza y aplasta las libertades y derechos del individuo. Y del inoperante aparato de terror y represión.
Y digo inoperante, porque no hay fuerza capaz de detener una sublevación de la población, tengan ellos los medios que tengan.
A estas alturas de la situación cubana, Raúl Castro y sus secuaces saben, que sólo existen esas dos salidas. Y una explosión sangrienta – que en el fondo quizá ellos prefieran – tendrá consecuencias de las que no se salvarán ni ellos, ni sus hijos, ni sus nietos.
El pueblo de Cuba le ha dicho al gobierno, que ese sistema no funciona y no lo quieren. Los trabajadores cubanos, los campesinos y todos los sectores productivos del país, han utilizado métodos totalmente irreverentes, para expresar sus opiniones: el robo de recursos estatales, la indisciplina laboral, la corrupción, la improductividad y la magistral simulación del apoyo. Esa es la real causa de la crisis total del sistema esclavo-comunista.
Contra eso, nadie puede. No hay cárceles suficientes para meter a 11 millones de personas… ¿Se quiere mayor disidencia, protesta y oposición?
Fidel y Raúl Castro pueden tirar los tanques a la calle, que ellos saben que se los van a destrozar. No hay fuerza contra un pueblo que se decide a luchar. No la hay. Y ellos lo saben. Y desde luego, saben que van a ir por ellos.
La crisis del sistema es de tal magnitud, que han recurrido a uno de sus enemigos más agazapados e inteligentes, para que les ayuden a salir del problema: la iglesia católica. Como si la Carta Encíclica Divini Redemptoris del Sumo Pontífice Pío XI sobre el Comunismo Ateo (Roma, marzo de 1937), no existiera.
En esa Encíclica dedicada al análisis del comunismo – que supongo que el Cardenal Ortega y Raúl conozcan - se dice que “el Comunismo es intrínsecamente perverso”. Eso lo saben los Castro y la Iglesia. Pero la dictadura, en su desprecio al pueblo y a sus representantes pacíficos, se agarra del palo que menos espinas tiene.
Bueno, lo que todo esto demuestra es que, en estos momentos, ni los esclavistas ni los esclavos tienen alternativas. Sólo dos caminos: la conversación civilizada por la patria de todos, con todos los actores de la realidad cubana, incluido el exilio o el incivilizado y sangriento filo del machete maceísta.
Aunque los teóricos, cubanólogos, historiadores y los comunistas “intrínsecamente perversos”, traten de interpretar, escamotear, alargar y buscar medidas alternativas, la realidad está por encima de ellos.
Y eso es el profundo significado del final: cada cual está desarmado y obligado, por las circunstancias históricas, a deponer sus arrogancias, la impunidad de su poder, en función de la solución que ya hace mucho tiempo, ha decidido el más grande, el más poderoso, el rey entre los reyes: el pueblo de Cuba.
Alguien podrá decir que la disidencia – como lo dice el agente Rasvsberg, de la BBC en La Habana (Alias… Tupac Amaru?... Artigas?... el Camaleón?), no tiene ninguna fuerza en Cuba. Pero la realidad es que, señor Rasvberg, no hay AK-47, ni tanques, ni M-21, que puedan derrotar el ejemplo de ZT, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas o las marchas de las Damas de Blanco. Zapata Tamayo, Fariñas y Laura Pollán con sus mujeres, fueron un terremoto de magnitud 9,9 en la escala Richter en este planeta de tontos y sordos. Zapata Tamayo no era Einstein ni Galileo Galilei. Pero ese muchacho negro y albañil sabía que ese mundo dictatorial “Eppur si mueve”. Después de él, Cuba ha sido otra cosa. Una cosa inmanejable.
Una cosa del antes y el ahora.
Ya lo digo y ya termino: hay sólo dos caminos. No es sólo que “La Habana no aguanta más”. Es la Cuba total y profunda, la que no aguanta más.
Frente a los ríos de sangre, hay espacio para la tolerancia, la justicia y el entendimiento. Recuerdo cuando niño que mi padre decía que los cubanos siempre se entienden.
Las puertas están abiertas. Aunque yo sigo afilando mi machete, por si acaso.
No voy a terminar con un abrazo, sino con la esperanza de que todo esto sea posible.
¡Con la Esperanza Siempre!
Asdrúbal Canet Camejo
Ex Profesor Universitario
Poeta y Escritor cubano.RAZONES Y ELEMENTOS DEL PODER DE FIDEL CASTRO (PARTE II)
¿Por qué Fidel Castro no cayó del poder después de la caída de la URSS en 1991 y del campo socialista?
Aunque todo el mundo esperaba su caída, incluyendo a los propios militantes y dirigentes del PCC, no se produjo. Recuerdo a uno de esos dirigentes en Santiago que, abordando su auto me dijo… ¡Y van 90 días! Yo no sabía que me quería decir y le pregunté. Y me dijo… ¡Llevamos tres meses de la caída de la URSS, y la Revolución no se ha caído!
Ahí fue que me dí cuenta de que ellos mismos estaban contando los días que le quedaban.
Ante todo debo decir algo que explica en parte ese fenómeno: el llamado campo socialista era un producto de la invasión soviética, a finales de la II Guerra Mundial, la imposición de gobiernos comunista por la URSS, así como el sostenimiento artificial de esas dictaduras.
En Cuba, se había producido una Revolución apoyada inicialmente por el pueblo, y no era producto de esa invasión soviética. Pero era una imposición dictatorial con pleno apoyo soviético también.
Sin embargo, lo que realmente explica la no caída de Fidel Castro y su régimen de oprobios, se puede resumir en cinco factores fundamentales:
- Todo el conjunto de medidas que analizamos en la
primera parte, que le permitieron al dictador crear un
verdadero bunker insumergible, entre esa gigantesca
ola de cambios en la Europa del Este y en el mundo.
Un inmenso Gulag blindado, donde se morían de
hambre y de injusticia, unos 10 millones de cubanos.
- El hambre y las injusticias no pudieron vencer al Miedo
de ese pueblo, cuya mayoría (70%) eran jóvenes de
30 años, nacidos, adoctrinados, militarizados,
colectivizados y amordazados por la impunidad de un
poder violento y sin límites.
- La debilidad y falta de liderazgo de la Oposición
interna y la incapacidad del exilio para hacer algo,
sometidos a las leyes de EE.UU. y al espionaje del FBI
la CIA y la Gestapo cubana.
- Las medidas de apertura económica para las
inversiones extranjeras en sectores claves como el
turismo, minería, telefonía y comunicaciones,
prospección petrolera, así como la creación de Zonas
Francas para inversiones en diversas producciones
industriales (algunas compañías de Canadá e Italia
han estado utilizando fuerza de trabajo esclava,
provenientes de las cárceles castristas). A estas
medidas de apertura respondieron países como
Canadá, España, Italia, etc.
5- Ciertas aperturas internas para frenar la presión de
más de un millón de desempleados, apertura de los
mercados campesinos, trabajos por Cuenta Propia y
otras medidas para aplacar todo el profundo
descontento popular, por las extremas y severas
restricciones del Período Especial.
A pesar de este análisis, la situación entre 1989-1995 era tan
desesperada, que es imposible explicar por qué no hubo una rebelión en Cuba. Esa situación se expresaba en las siguientes formas:
- La importación de petróleo de la URSS cayó de 10.6
miles de millones de toneladas métricas (MMTm) en
1990 a 1,8 en 1992. Los llamados apagones (falta de
electricidad) se producían todos los días, con una
duración de 4 a 18 horas.
- El 35 % del comercio con la URSS desapareció. En las
tiendas y mercados cubanos, prácticamente no había
productos. Se redujeron renglones en la Tarjeta de
Racionamiento y desaparecieron o se redujeron
elementos importantes de las dieta cubana (arroz,
frijoles, café, pollo, carne de res, carne de cerdo, aceite,
pan, pescado, huevos y un largo etcétera). El hambre se
hizo muy aguda, hasta el punto de que comenzaron a
morir decenas de miles de personas de la tercera edad.
Los perros, gatos, jutías, serpientes, palomas y otros
animales fueron desapareciendo de las casas y las
calles, formando parte –por primera vez – de la dieta del
cubano.
El transporte prácticamente desapareció. Se habilitaron
los camiones privados como transporte colectivo.
Comenzaron los graves problemas con el suministro
de agua en todo el país.
La ropa, calzado, productos del hogar, papel sanitario
y otro sinnúmero de productos desaparecieron del
mercado.
Y se arreció el robo y la corrupción en las empresas,
comercios, restaurantes, carnicerías y en todas las
instituciones del Estado.
Todos los sectores productivos decayeron al 50%
o menos en su producción y otros quedaron para-
lizados, resultado de la reducción de las inversiones
en un 72.4 %, así como un 76.6 del comercio exterior
y una falta de liquidez monetaria de más de un 164 %.
Simplemente, el país se estaba cayendo a pedazos y sin
recursos nacionales ni créditos extranjeros para enfrentar
esta situación. Para esa época, la deuda externa del Clan
Castro era del orden de los 40 mil millones de dólares. Fue
un total colapso de la economía, después de 35 años de
fracaso tras fracaso.
Todos estos fenómenos no se pueden explicar solamente por
la caída de la URSS y del campo socialista. Lo fundamental estaba y está en los vaivenes y altibajos de sistemas de dirección económica, absolutamente carentes de realidad y, de un sistema económico basado en “la pureza ideológica del pueblo”, que no permitía ni permite ninguna transformación estructural y total de un fracasado sistema económico castro-guevarista, centralizado y cerrado a cualquier cambio, por expresa decisión del dueño absoluto de la isla.
Entre 1995 y 1998, con las aperturas al turismo y el capital extranjero – los cubanos no pueden tener ninguna propiedad ni capital en su país –, la sustitución de sus antiguos socios comerciales, por otros nuevos, como Canadá y España, la dolarización de la economía y la apertura interna al cuentapropismo, la economía comenzó un lento proceso de recuperación. Vale recordar que, el peso cubano, que en 1957 valía más que el dólar americano, comenzó una frenética caída desde los años 70 hasta el presente. En 1994, en Santiago de Cuba, un dólar se compraba a $120 pesos, reduciéndose en la actualidad a $24 pesos por dólar, una depreciación sin precedentes en la historia de Cuba.
A partir del año 2000 continúo su lenta e inestable recuperación económica, afectada en 2001 en el sector turístico, por el ataque terrorista contra EE.UU.
A partir de ese año, varios factores ayudaron al país:
-Surgimiento de un gobierno comunista en Venezuela
que ha sustituido a la ex URSS como sostén imprescindible del Clan Castro.
- Creación de una alianza de países socialistas y de
izquierda en A. Latina (Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Argentina, Chile, Brasil…) y España, que le abrieron
los brazos a los Castro y mejoraron su machacada
imagen de violentos represores.
- Entrada en escena de China y Rusia, con sus créditos y
condiciones de financiación para sus exportaciones a
Cuba.
La producción de níquel y cobalto fueron creciendo resultado de los buenos precios, que llegaron a promedios por tonelada de 37 mil dólares (2007) y 21 mil dólares (2008). Así mismo ocurrió con el turismo, llegando en 2007 a los 2,2 miles de millones de dólares en ingresos.
La crisis económica mundial en 2008 ha demostrado que, la economía cubana, secuestrada durante más de medio siglo por una ideología fracasada, no resiste un embate más. El momento actual es tan tétrico, que es muy difícil abarcar todas sus manifestaciones.
En 2008, Cuba llegó a tener un déficit comercial de casi 10 000 millones de dólares, el más alto de la historia de la Revolución. Tres huracanes hicieron daños por $10 mil millones de dólares. La deuda externa – sin contar a Rusia – sobrepasa los 19 mil millones en 2010. Hay más de 25 mil millones de pesos en circulación, con muy escaso respaldo material, lo que profundiza a niveles extraordinarios la inflación en la economía. Si el déficit presupuestario en 2008 fue de -$4, 200 millones, para 2010 hay que esperar entre 6-7 mil millones. Los precios del níquel se derrumbaron en un 80%, para llegar al actual nivel en torno a los 11 mil dólares por tonelada.
La debacle cubana abarca todos los sectores económicos, todas las esferas de la sociedad y a todo el conjunto de la población cubana.
Creo que, para la mayoría de la población está claro que, bajo la dirección actual de Cuba, jamás van a salir de una crisis para entrar en otra y, jamás saldrán del hambre, la miseria y la destrucción de la nación cubana.
Pero el Clan Castro sigue allí, incólume y vivito y coleando como dicen en el país.
Asdrúbal Caner Camejo
Profesor y EscritorRAZONES Y ELEMENTOS DEL PODER DE FIDEL CASTRO
Dado que Fidel Castro está presentando el libro “La victoria estratégica” con memorias de su infancia y la guerrilla y, como temo que venga el otro, sobre su estancia en el poder, ambos llenos de manipulación y mentiras, me adelanto al segundo, para dar mi opinión sobre la infinita estadía del dictador, como dueño de Cuba durante más de medio siglo.
Seis razones iniciales explican la existencia y permanencia de Fidel Castro en el poder entre los años 1959-1963:
1.- La condición de isla de Cuba, lo que la aísla de
fronteras terrestres y de vecinos contrarios a la
ideología comunista.
2.- El apoyo irrestricto de la ex URSS al castrismo en
todos los terrenos.
3.- La equivocada política de los EE.UU. desde el principio
con respecto al castrismo, que no tuvo en cuenta los
intereses de los cubanos.
4.- La ignorancia y la falta de cultura democrática del
pueblo de la isla, así como su composición joven y
fácil de manipular.
5.- Un poderoso y bien elaborado sistema de
propaganda, información y desinformación nacional e
internacional, que cubrió todo el espectro de las
comunicaciones: radio, TV, cine, prensa escrita,
editoriales, etc.
6.- Los fusilamientos, la represión y el terror como medio
radical de eliminación de opositores y base real de
una sociedad basada en el miedo.
Me explico. La condición de isla de Cuba, permitió – con el apoyo soviético – el fortalecimiento de la capacidad de vigilancia y protección de las costas del país, con un enorme sistema de radares, yates guardacostas y decenas de miles de
militares, como base de esa protección. A partir de entonces, se hizo casi imposible cualquier infiltración de los grupos del exilio, con ayuda y hombres para las guerrillas anticastristas.
El apoyo soviético comenzó desde 1959, con un primer grupo de 150 agentes de la KGB, especialistas en propaganda y manipulación de la opinión pública cubana. La base de esos contactos fueron Blas Roca Calderío y el agente internacional
de la KGB Fabio Grobar.
Son esos agentes soviéticos los que establecieron un poderoso sistema de propaganda, información y desinformación, que le permitió a Fidel Castro su permanente presencia en la radio y la TV cubana, aun cuando no eran dueños de los medios masivos de comunicación - como ya lo fueron a mediados de 1960 – y convencer con un bien elaborado sistema de mentiras, a una parte importante del pueblo de Cuba.
La sorpresa y desparpajo de los EE.UU. ante la Revolución Cubana, fue de tal naturaleza, que su sistema de inteligencia presentó a Fidel Castro ante el Presidente y la opinión pública norteamericana, como un verdadero demócrata. Nunca detectaron al comunista dentro de la simulada y engañosa personalidad del líder rebelde.
Cuando se vinieron a dar cuenta, ya era muy tarde y nunca respondieron a los intereses de los exiliados cubanos, ni a una parte numerosa de cubanos en la isla, sino a los propios intereses de ese país. Eso explica la traición de John F. Kennedy a los invasores de Playa Girón. Luego de la Crisis de Octubre en 1962 y el compromiso de los EE.UU. con la URSS, la existencia del castrismo estaba garantizada. El exilio cubano ha sido, simplemente, un rehén de ese compromiso con la URSS.
La ignorancia y la falta de cultura democrática, así como su joven composición, convirtieron al pueblo de Cuba, en un blanco muy fácil de controlar y manipular. Agréguese a eso
la desilusión e indiferencia del pueblo ante los gobiernos corruptos de la época y el rechazo al golpe de Estado y a la dictadura de Fulgencio Batista.
Esa ignorancia y falta de cultura democrática pueden explicar el casi unánime desconocimiento de la Constitución y su sistema de libertades y derechos. El pueblo de Cuba daba por sentado la inamovilidad de su sistema constitucional de libertades y derechos, a pesar de que lo desconocían. Jamás pensaron que alguien viniera y los convirtiera en esclavos de sus ambiciones. Como por arte de magia, Fidel Castro los llevó de la mano para que ellos mismos se pusieran las cadenas. Y el sistema de terror comunista, hizo que fueran a ponerselas con una sonrisa en la boca y, bailando en una conga de los negros de Santiago de Cuba.
Y esa fue la imagen internacional que exportó Fidel Castro del apoyo a su figura y a sus planes.
Ahora bien… ¿Qué elementos explican el arraigo inamovible de Fidel Castro en el poder entre 1963-1991?
Esos elementos son:
- La creación de uno de los ejércitos más numerosos y
armados de América Latina y de un aparato de
seguridad e inteligencia extremadamente terrorista y
represivo, para crear el miedo desde que se nace.
- El dominio y control absoluto de las tierras, las minas,
los bancos, las industrias y el comercio, en el terreno
económico, lo que lo convertía en el único dueño y
empleador de los trabajadores, base del sistema de
chantaje al que sometió a todos los cubanos.
- Dominio de todos los medios masivos de comunicación,
bibliotecas, editoras, cines, etc. sometidos a las líneas y
directivas obligatorias de Fidel Castro y su equipo de
mando y control.
- Dominio de todo el sistema de educación a todos los
niveles de enseñanza, basado en el marxismo-leninismo
y en el pensamiento único del caudillo totalitario.
Adoctrinamiento total y completo desde el kindergarten
hasta la muerte de cada ciudadano.
- Militarización y colectivización de toda la ciudadanía,
sometida a los llamados de F. Castro para los trabajos
voluntarios en todas las labores agrícolas, llamados
militares mensuales de Preparación Combativa y los
llamados militares para las guerras en África, Asia y
América Latina.
- Creación de un partido y de organizaciones bajo su
dirección, para agrupar a manu militari a niños, jóvenes
mujeres, trabajadores, campesinos, intelectuales,
artistas y profesionales y someterlos a la ideología
marxista y al pensamiento único del caudillo.
- La continuación y crecimiento del apoyo soviético en
todas las esferas de la vida económica, social, militar
ideológica y política.
- Control, aislamiento, infiltración y represión terrorista
a la más insignificante desviación u oposición a la
línea trazada por Fidel Castro, sea pacífica o armada,
con una súper elaborada estructura policíaco-militar y
carcelaria, para matar, aplastar y liquidar a los
adversarios, así como una extensa y estudiada
infiltración en el exilio.
- El chantaje económico, político y social como política de
Estado, para obligar a todo el pueblo a decir que sí, so
pena de ser expulsado del trabajo y convertir en un
paria a quien se negara. Es una Espada de Damocles
sobre la cabeza de cada ciudadano, y una de las raíces
principales del Miedo. Quien se oponga puede perderlo
todo el trabajo: trabajo, casa, estudios, autos, Todo.
- Un extraordinario andamiaje de propaganda nacional,
dirigido al adoctrinamiento y la subordinación
ideológica y política de la población. Prohibición
absoluta de la radio, la televisión y la prensa
extranjera. Sólo entra el cine de EE.UU. que demuestra
que ese país es la guarida del diablo.
- Un súper elaborado sistema de propaganda,
información, desinformación e inteligencia dirigido al
extranjero, que incluye radio, prensa escrita, televisión,
cine, instituciones culturales (Casa de las Américas,
Casa del Caribe), intercambios “académicos”,
Asociaciones de Amistad con Cuba (dirigidas por la
Inteligencia cubana, a través del ICAP), eventos,
talleres y simposios internacionales realizados en el
país, captación de intelectuales, periodistas y
académicos como agentes “de influencia” (Vicky
Peláez) o agentes de la Inteligencia cubana, recientes
casos del matrimonio americano de Walter Myers y
Gwendolyn Myers, y del matrimonio cubano americano
de Carlos Álvarez y Elsa Prieto de la Universidad
Internacional de la Florida (FIU).
Todas esta razones y elementos de juicio pueden explicar la parálisis del pueblo cubano y la más larga estadía de un dictador en el mundo, en la silla de ordeno y mando de la llamada República de Cuba, que de república sólo le queda el nombre.
¡Oh, perdón! se me olvidaba decir que, como armar y echar a andar todos estos elementos, constituyó una colosal tarea para Fidel Castro, eso explica porqué nunca tuvo tiempo para estructurar una economía eficiente y rica, para el bienestar y disfrute de la población de Cuba. Y ese es su gran Talón de Aquiles, el que lo va a llevar al naufragio de su poder. El hambre y el terror van a acabar con ese poder, al que Fidel Castro le entregó su vida.
Pero además, constituyen la piedra angular de la infinita estancia de Fidel Castro como dueño de la finca-isla, cuyo objetivo se puede resumir en pocas palabras: Control Absoluto e imposición de su poder ad infinitum, a través de una violencia despiadada, el chantaje al ciudadano como política de estado, para crear un miedo terrorífico entre la población y la más silenciosa inmovilidad ciudadana.
Por ello ayer, uno de los presos políticos excarcelados dijo en Madrid con toda razón, que los niños en Cuba nacen con miedo y lo llevan en la sangre. Recuérdese que, el 70% de la población cubana, nació bajo esa esclavitud y de ese miedo.
¿Qué se puede esperar entonces? Ojala que esa masa despierte del largo letargo, deje el miedo y diga ¡Basta Ya!
Esperemos que no pase otro medio siglo.
Asdrúbal Caner Camejo
Profesor y Escritor.LOS CAMBIOS ESPERADOS: DESTIERRO, MINIFUNDIO Y TIMBIRICHE
La malvada astucia de los asesinos de Birán siempre sorprende a los incautos, esos que abrigan esperanzas sin razón alguna. ¿Quién puede esperar que, los más grandes latifundistas del mundo y los dueños de todas las fábricas y los bancos de Cuba, pudieran entregar sus riquezas a sus esclavos, para que le hagan competencia y se les fueran de sus manos?
Hay que ser un verdadero estúpido, para esperar de los Castro algo que resuelva la miseria y el terror en el que vive el pueblo de la isla.
Para los opositores, es decir aquellos que defienden y quieren libertades y derechos, la propuesta no pudo ser más malvada: el destierro.
La España de La Pasionaria y sus agentes castristas, Zapatero y Moratinos quieren vender a la Unión Europea y al mundo, que estamos ante cambios fundamentales del modelo totalitario inamovible. ¡Y que se esperan más cambios: la apertura económica a los minifundios y timbiriches!
Esas son las migajas que se entregan ahora, frente a la presión del mundo.
Pero ocurrirá como ocurrió entre 1989 -1993 - 2009. En ese año 1993, que será inolvidable para los cubanos, el llamado Período Especial comenzó una caída en espiral que tocó fondo en agosto de 1994: en ese momento había más de un millón de personas sin trabajo. No había transporte, comida, ropa, zapatos. Nada. Nada de nada.
La situación era tan crítica con la caída del sostén soviético, que los Castro se abrieron a las inversiones extranjeras, el turismo, el Mercado Libre Campesino y el trabajo por cuenta propia. Fidel Castro se opuso a todo eso. Según rumores, Raúl le dijo en una reunión que, si no abría el mercado privado campesino, él tendría que tirar los tanques a la calle.
Y vino el Maleconazo y el Éxodo de 1994. Y el trabajo por cuenta propia. Se abrieron 210 mil licencias para ese tipo de trabajo privado, que ellos han ido desmantelando hasta llegar en la actualidad a menos de 114 mil cuentapropistas. Y no siguieron porque llegó en 2008 otra crisis tan catastrófica como en 1993.
El problema central de todo el trabajo por cuenta propia, son los suministros – que no existen – y los abusivos impuestos de los millonarios en el poder.
Pero ahora, la crisis económica mundial ha llevado a los Castro al fondo de la bancarrota: cerraron los comedores obreros, reducción o eliminación de los subsidios a más de 84 mil personas, eliminación de productos de la libreta de racionamiento, la agricultura casi no existe, la industria azucarera está destruida, el precio del níquel se ha desplomado, no existen fondos financieros para pagarle a las empresas extranjeras, caída del turismo en 2009 y, son muy pocos países –Venezuela, China y Rusia – los que se arriesgan a darles créditos a esos moribundos mendigos y malapagas. Se agrega a todo esto, la necesidad de dejar sin empleo a más de un millón de trabajadores, aunque conociendo lo mentiroso que son los comunistas, quizá sean en realidad, unos 2 millones de personas.
Por eso se abren a la entrega de minifundios, que tampoco tienen recursos para comenzar a cultivar las tierras –sólo el 46% está medio produciendo – y al trabajo por cuenta propia, para darle trabajo a esos millones de desempleados, so pena de una mega rebelión de todos esos desamparados. Es un problema de Seguridad Nacional, o mejor dicho, de la seguridad de los Castro y sus familias.
Se trata de medidas tácticas para quitarle presión a una olla que está en ebullición desde 1989. Nada de esas medidas resolverán la bancarrota total de un modelo que ha destrozado a la nación cubana.
Por eso el tono represivo del discurso de Raúl Castro en la Asamblea Nacional contra la disidencia, para meterle miedo.
Desde 1976 en que Ricardo Bofill fundara el Comité Cubano Pro- Derechos Humanos, hace ya 34 años, la disidencia y la oposición cubana han tratado de ser escuchadas por los dueños del poder en la isla.
Nada ha sido logrado, excepto los fusilamientos, represión, terror y abusos de todo tipo, que han crecido hasta las cotas actuales.
¿Será posible que los Gandhi y los Martin Luther King no puedan surgir en regimenes tan altamente represivos y terroristas como el de los hermanos Castro?
¿Será posible que la lucha pacífica haya terminado su etapa en Cuba y se abran otros caminos de rebelión popular?
No tengo la respuesta, pero esa mafia en el poder está dispuesta a desatar un baño de sangre para mantenerse en el trono, aunque se mueran los 11 millones de cubanos.
Evidentemente que los Castros no moverán un dedo para hacer los cambios que el país necesita. El destierro, el minifundio y los timbiriches no resolverán nada. Son simples medidas paliativas para engañar a los incautos.
Por ello, el problema seguirá latente hasta la derrota total de esos asesinos.
Y esa tarea corresponde a un pueblo lleno de miedo y bajo un sistema de chantaje económico y político sin escrúpulos.
Si quieren quitarse de arriba a esos bandoleros, tendrán que luchar hasta con las uñas. Si no lo hacen, pasarán otro medio siglo bajo esas cadenas esclavistas.
Asdrúbal Canet Camejo
Profesor y Escritor.