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Un sitio de reflexiones maduras, serenas y objetivas sobre la problemática de Cuba y su futuro posible. Puntos de vista sobre Literatura, Economía, Política, Sociedad, Historia y Cultura, así como sobre el exilio cubano en todo el mundo.
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jueves, 3 de mayo de 2007
HACIA UNA SOCIEDAD SOCIALDEMÓCRATA EN CUBA
El término Socialdemócrata se usa desde 1864 en Europa. Los desprendimientos de los radicales, condujo al surgimiento de los Partidos Comunistas, agrupados bajo las banderas del Manifiesto Comunista y los análisis de C. Marx, F. Engels y V. I. Lenin, que lograron imponer – después de la Revolución Bolchevique en Rusia – una visión global sobre la lucha contra el capitalismo y la construcción del comunismo en diversos países, incluyendo a Cuba.
Sin embargo, la socialdemocracia no desapareció. Al contrario, a partir de el fin de la II Guerra Mundial, este movimiento fue creciendo, primero en Europa, y luego en todo el mundo, incluyendo América Latina, donde existen más de 20 Partidos Socialdemócratas y un número creciente de Observadores.
En Cuba existen dos grandes partidos socialdemócratas: El Partido Socialdemócrata de Cuba, de Vladimiro Roca, y Corriente Socialista Democrática, de Manuel Cuesta Morua.
La desastrosa debacle del comunismo en el mundo, ha generado una busqueda teórica y práctica de los demócratas, para hacer frente a los retos de la sociedad actual.
Si el fin de la visión totalitaria comunista – con la destrucción económica, la represión y el terror y las violaciones institucionalizadas de las libertades y derechos de los ciudadanos – ha mostrado el total fracaso de los Partidos Comunistas, el capitalismo actual no ha resuelto los graves problemas en que viven miles de millones de seres humanos en todo el planeta.
Por el contrario, se ha polarizado aún más la riqueza y la pobreza, han crecido en espiral los graves problemas del medio ambiente, hay una descontrolada y masiva migración, gravísimos eventos de terrorismo y guerras, serios abusos contra los derechos humanos y un sustancial crecimiento de la violencia y agresividad en las sociedades del mundo, principalmente, entre los jóvenes.
Las disparidades quedan mejor reflejadas con los siguientes datos: los casi 900 millones de personas con la suerte de residir en Occidente disfrutan del 86% de los gastos de consumo, el 79% de la renta mundial, 58% del gasto energético y el 74% de las líneas telefónicas. Mientras tanto, los 1.200 millones más pobres deben compartir el 1,3% del consumo mundial, el 4% de la energía, el 5% del consumo de pescado y carne y el 1,5% de todas las líneas telefónicas. (La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia Anthony Giddens, director de la London School of Economics and Political Science)
Ni el pensamiento neo-liberal ni la globalización, ni los movimientos antiglobalización, tienen respuesta para estos desafíos.
Paralelamente a todos estos eventos, hay signos positivos y esperanzadores en el momento actual. Me refiero particularmente al surgimiento de una poderosa conciencia ética y ambientalista para encausar nuestros esfuerzos, en la eliminación o mitigación de estos males globales.
“Desde 1945 se ha ido produciendo una vinculación entre el derecho internacional y la moral, en la medida en que la soberanía ya no se considera meramente un poder real sino, cada vez más, la autoridad legítima definida en virtud del respeto a los derechos humanos y los valores democráticos; una reafirmación importante de los valores universales relativos a la igualdad de dignidad y valor de todos los seres humanos en las leyes y normas internacionales” (Anthony Guiddens. Idem.)
En uno de los informes del XXII Congreso de la Internacional Socialdemócrata se plantea:
“Bajo las condiciones de la globalización, la gobernanza democrática debe reinventarse. El objetivo del movimiento socialdemócrata es reconciliar sus valores históricos -justicia social y democracia- con los nuevos desafíos, tareas, formas e instrumentos de la política, que la globalización traerá consigo. Debe desarrollarse un concepto de gobernanza global opuesto a la ideología neo-liberal del mercado, la agenda neo-conservadora, la aproximación unilateral. Esta alternativa tiene que articular las dinámicas del mercado global a los valores sociales, ecológicos y democráticos. Lo anterior requiere de ciudadanos, mujeres y hombres por igual, sus organizaciones, partidos, parlamentarios y gobiernos que actúen a nivel global obedeciendo los principios democráticos”. (Ver: Gobernanza en una Sociedad Global. Documentos del XXII Congreso de la IS)
La socialdemocracia, ha demostrado en Europa su capacidad para reducir la injusticia y la pobreza. Ello constituye una importante lección en Cuba y A. Latina, para resolver los desequilibrios de
nuestras sociedades y del nuevo orden global.
Durante más de tres siglos, el capitalismo se ha mostrado incompetente para, através de su crecimiento espontáneo, darle solución a las inequidades económicas y sociales. Solo el compromiso político de los gobiernos socialdemócratas de respetar los valores y principios de la economía de mercado, junto a la redistribución de la riqueza, en busca de la justicia social, el respeto a los derechos y libertades de las personas y acciones responsables en la gestión del medio ambiente, pueden sacarnos del atasco actual.
Ni el desatroso comunismo castrista, ni la salvaje sociedad capitalista de EE:UU, pueden ser los modelos de nuestro futuro. Nuestra selección teórica y práctica, es la tercera vía, el acercamiento socialdemócrata a la devastada realidad económica, social, política y moral de nuestro país.
Los dirigentes comunistas actuales ni futuros, tendrán la credibilidad ni la confianza del pueblo de Cuba, para acometer esas apremiantes transformaciones. Ellos tienen la fuerza de la violencia armada, pero no la razón ni el tiempo para hacerlas.
Se pasó su cuarto de hora. La lección que nos han dado será imperecedera e inolvidable. Ni el Partido Comunista ni su ideología criminal, tienen ni tendrán cabida en Cuba. Serán cuatro desprestigiados gatos, maullando sus penas. Pero estoy seguro de que nadie, nadie, les hará caso a esos maullidos nocturnos y sombríos.
El mensaje socialdemócrata es lo que más se acerca a las esperanzas y aspiraciones de nuestro pueblo: Bienestar, democracia, libertades y derechos, decencia gubernamental y justicia social.
Nadie tiene un mensaje tan claro. Ni el apoyo. Ni la voluntad para cumplirlo. Ha llegado la hora de la Socialdemocracia para la Isla más Hermosa.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
Sin embargo, la socialdemocracia no desapareció. Al contrario, a partir de el fin de la II Guerra Mundial, este movimiento fue creciendo, primero en Europa, y luego en todo el mundo, incluyendo América Latina, donde existen más de 20 Partidos Socialdemócratas y un número creciente de Observadores.
En Cuba existen dos grandes partidos socialdemócratas: El Partido Socialdemócrata de Cuba, de Vladimiro Roca, y Corriente Socialista Democrática, de Manuel Cuesta Morua.
La desastrosa debacle del comunismo en el mundo, ha generado una busqueda teórica y práctica de los demócratas, para hacer frente a los retos de la sociedad actual.
Si el fin de la visión totalitaria comunista – con la destrucción económica, la represión y el terror y las violaciones institucionalizadas de las libertades y derechos de los ciudadanos – ha mostrado el total fracaso de los Partidos Comunistas, el capitalismo actual no ha resuelto los graves problemas en que viven miles de millones de seres humanos en todo el planeta.
Por el contrario, se ha polarizado aún más la riqueza y la pobreza, han crecido en espiral los graves problemas del medio ambiente, hay una descontrolada y masiva migración, gravísimos eventos de terrorismo y guerras, serios abusos contra los derechos humanos y un sustancial crecimiento de la violencia y agresividad en las sociedades del mundo, principalmente, entre los jóvenes.
Las disparidades quedan mejor reflejadas con los siguientes datos: los casi 900 millones de personas con la suerte de residir en Occidente disfrutan del 86% de los gastos de consumo, el 79% de la renta mundial, 58% del gasto energético y el 74% de las líneas telefónicas. Mientras tanto, los 1.200 millones más pobres deben compartir el 1,3% del consumo mundial, el 4% de la energía, el 5% del consumo de pescado y carne y el 1,5% de todas las líneas telefónicas. (La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia Anthony Giddens, director de la London School of Economics and Political Science)
Ni el pensamiento neo-liberal ni la globalización, ni los movimientos antiglobalización, tienen respuesta para estos desafíos.
Paralelamente a todos estos eventos, hay signos positivos y esperanzadores en el momento actual. Me refiero particularmente al surgimiento de una poderosa conciencia ética y ambientalista para encausar nuestros esfuerzos, en la eliminación o mitigación de estos males globales.
“Desde 1945 se ha ido produciendo una vinculación entre el derecho internacional y la moral, en la medida en que la soberanía ya no se considera meramente un poder real sino, cada vez más, la autoridad legítima definida en virtud del respeto a los derechos humanos y los valores democráticos; una reafirmación importante de los valores universales relativos a la igualdad de dignidad y valor de todos los seres humanos en las leyes y normas internacionales” (Anthony Guiddens. Idem.)
En uno de los informes del XXII Congreso de la Internacional Socialdemócrata se plantea:
“Bajo las condiciones de la globalización, la gobernanza democrática debe reinventarse. El objetivo del movimiento socialdemócrata es reconciliar sus valores históricos -justicia social y democracia- con los nuevos desafíos, tareas, formas e instrumentos de la política, que la globalización traerá consigo. Debe desarrollarse un concepto de gobernanza global opuesto a la ideología neo-liberal del mercado, la agenda neo-conservadora, la aproximación unilateral. Esta alternativa tiene que articular las dinámicas del mercado global a los valores sociales, ecológicos y democráticos. Lo anterior requiere de ciudadanos, mujeres y hombres por igual, sus organizaciones, partidos, parlamentarios y gobiernos que actúen a nivel global obedeciendo los principios democráticos”. (Ver: Gobernanza en una Sociedad Global. Documentos del XXII Congreso de la IS)
La socialdemocracia, ha demostrado en Europa su capacidad para reducir la injusticia y la pobreza. Ello constituye una importante lección en Cuba y A. Latina, para resolver los desequilibrios de
nuestras sociedades y del nuevo orden global.
Durante más de tres siglos, el capitalismo se ha mostrado incompetente para, através de su crecimiento espontáneo, darle solución a las inequidades económicas y sociales. Solo el compromiso político de los gobiernos socialdemócratas de respetar los valores y principios de la economía de mercado, junto a la redistribución de la riqueza, en busca de la justicia social, el respeto a los derechos y libertades de las personas y acciones responsables en la gestión del medio ambiente, pueden sacarnos del atasco actual.
Ni el desatroso comunismo castrista, ni la salvaje sociedad capitalista de EE:UU, pueden ser los modelos de nuestro futuro. Nuestra selección teórica y práctica, es la tercera vía, el acercamiento socialdemócrata a la devastada realidad económica, social, política y moral de nuestro país.
Los dirigentes comunistas actuales ni futuros, tendrán la credibilidad ni la confianza del pueblo de Cuba, para acometer esas apremiantes transformaciones. Ellos tienen la fuerza de la violencia armada, pero no la razón ni el tiempo para hacerlas.
Se pasó su cuarto de hora. La lección que nos han dado será imperecedera e inolvidable. Ni el Partido Comunista ni su ideología criminal, tienen ni tendrán cabida en Cuba. Serán cuatro desprestigiados gatos, maullando sus penas. Pero estoy seguro de que nadie, nadie, les hará caso a esos maullidos nocturnos y sombríos.
El mensaje socialdemócrata es lo que más se acerca a las esperanzas y aspiraciones de nuestro pueblo: Bienestar, democracia, libertades y derechos, decencia gubernamental y justicia social.
Nadie tiene un mensaje tan claro. Ni el apoyo. Ni la voluntad para cumplirlo. Ha llegado la hora de la Socialdemocracia para la Isla más Hermosa.
Un abrazo.
Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.
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