Cayo Canas Island

Después de una noche sin casi poder dormir, levantarse y encontrar la noticia de la muerte de Laura Pollán, es lo peor que me podía ocurrir, este sábado de viento, frío y lluvia, muy lejos de una patria, que no se diluye en la nada, por seres humanos tan extraordinarios como Laura.

Los que no podemos quitarnos de arriba, el pesado fardo de la tierra donde nacimos, hundida bajo la bota criminal y asesina de un grupo de matones y verdugos profesionales, Laura y sus valerosas compañeras han sido un acicate para seguir creyendo, una esperanza que no muere, y que marcha con ellas y sus gladiolos - por esas calles vigiladas por esbirros- con el valor y el decoro que pocos exhiben, en una isla que se pudre en la infamia de sus gobernantes.

Laura, paloma de la esperanza, tu lucha y tu ejemplo no se morirán jamás. Tras de ti vendrán otros hombres y mujeres que cargarán tu antorcha, dispuestos a morir por hacer de nuestra patria, aquella nación que nos legaron los mambises, con todos y para el bien de todos.

En la nueva República que dentro de poco renacerá, tú tendrás un sitial de honor, junto a miles que han dejado su vida luchando contra los demonios que han secuestrado a nuestra maravillosa isla.


¡Gloria para Laura Pollán!